Dada su importancia en la propagación de la enfermedad de Chagas, un equipo de científicos recomienda que la estrategia de control de esa patología en áreas rurales endémicas incluya a los perros. En un artículo periodístico, publicado en Nature, los investigadores destacan que los caninos podrían actuar como “trampas atractivas letales” para el vector, si se les aplican insecticidas de liberación prolongada a través de collares u otros medios eficaces debidamente aprobados para su uso. Asimismo podrían ser útiles para alertar sobre la existencia del vector de esa enfermedad y el eventual riesgo de transmisión a las personas que residen en la misma vivienda.
(22/09/10 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Así como los perros pueden favorecer la propagación de la enfermedad de Chagas en regiones endémicas, también podrían ser integrados en estrategias de control de esa patología, revela un artículo publicado en la revista científica Nature.
“Los perros domésticos pueden cumplir múltiples roles en el sistema de transmisión de la enfermedad de Chagas en áreas rurales del Gran Chaco y en otras regiones. Son factores de riesgo para la transmisión porque tienen elevada susceptibilidad al parásito y alta chance de infectarse a temprana edad. Asimismo son altamente infecciosos para el insecto vector, debido a que suelen tener un pobre estado clínico y nutricional que debilita su respuesta inmune y capacidad de controlar la circulación del parásito, y finalmente son una importante fuente de alimentación del vector debido a que las ‘vinchucas’ suelen preferirlos”, señaló a la Agencia CyTA, uno de los investigadores consultados en la nota publicada en la mencionada revista, el doctor Ricardo Gürtler, director del Laboratorio de Eco-Epidemiología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. Y agregó: “Por estos mismos motivos los perros pueden funcionar como centinelas de la transmisión doméstica luego de las campañas de aplicación de insecticidas, alertando sobre la existencia del vector y el eventual riesgo de transmisión a las personas que residen en la misma vivienda.
De acuerdo con Gürtler, que es además investigador principal del Conicet, “una tercera función que podrían cumplir los perros es la de actuar como ‘trampas atractivas letales’ para el vector, si se les aplican insecticidas de liberación prolongada a través de collares u otros medios eficaces debidamente aprobados para su uso.”
Rol clave de los perros
Las familias que tienen caninos tienen una mayor chance de infección si conviven al mismo tiempo con animales infectados y vinchucas en su vivienda que si solo estuvieran expuestas a vinchucas y animales no infectados, indica el investigador. “Otro tanto ocurre con los gatos domésticos, que también aumentan la chance de infección de las personas y de los insectos vectores, aunque algo menos que los perros”, subrayó Gürtler. Y continuó: “La transmisión del parásito Trypanosoma cruzi desde un perro infectado a una persona necesita de un paso intermedio que es el vector. No existe transmisión directa del perro a las personas a menos que estas eventualmente entren en contacto directo con la sangre u otras secreciones de un animal infectado sin la debida protección de su piel. Lo mismo ocurre con otros mamíferos naturalmente infectados, sean gatos, comadrejas o armadillos.”
Teniendo en cuenta la importancia de los perros en la propagación de la enfermedad, Gürtler destaca que la estrategia de control de la enfermedad de Chagas en áreas rurales endémica podría incluir a estos animales en la fase de vigilancia luego de las campañas de desinsectación y como forma de consolidar el estátus de control en las áreas de mayor riesgo. “Habitualmente es más fácil lograr el acceso a los animales para la extracción de muestras de sangre para el diagnóstico de la infección, y hemos comprobado la validez de un inmunoensayo rápido (similar a una prueba de embarazo) que permite detectar la infección del animal en cuestión de minutos. Algunos de los collares insecticidas en plaza son efectivos contra los insectos vectores de la enfermedad de Chagas y de la leishmaniasis durante algunos meses, con lo cual su uso en ciertas áreas se hallaría doblemente justificado.”
La función que puede cumplir el perro dependerá del contexto particular y de las acciones que se adopten así como de las prácticas habituales de manejo de animales que tienen los pobladores rurales, subrayó el investigador. “En un marco de ausencia de acciones de control en áreas tradicionalmente endémicas para el Chagas, la presencia de un perro infectado en la vivienda aumenta la chance de infección de las personas con las que cohabita. Pero si se realizan acciones de control efectivas contra el vector, el perro puede contribuir a determinar la existencia de riesgos ambientales y eventualmente a prevenir la reinfestación de la vivienda si usa collares insecticidas.”
El número de perros por familia y su grado de acceso al interior de la vivienda varía notablemente entre familias de un mismo poblado, entre poblados rurales, y entre provincias del norte argentino. En este sentido, Gürtler considera que la tenencia de perros en este contexto debiera ser mayor objeto de estudio de las ciencias sociales. “Estas variaciones del grado de contacto entre perros y vinchucas tiene importantes consecuencias para el riesgo de transmisión, según hemos investigado mediante un modelo matemático”, destacó el especialista.
Ésta y otras líneas de investigación sobre la enfermedad de Chagas han sido abordadas por Gürtler en cooperación con los doctores Joel Cohen, de la Universidad Rockefeller (Estados Unidos), Uriel Kitron de la Universidad Emory (Estados Unidos) y Richard Reithinger, de la Escuela de Medicina Tropical e Higiene de Londres (Reino Unido).
En el marco de este trabajo, Gúrtler consideró que hay dos usos novedosos del perro como modelo de investigación con potencial aplicación para reducir el riesgo y el impacto de la enfermedad de Chagas en las zonas rurales endémicas. “Uno de ellos es el desarrollo de vacunas para prevenir la infección o bloquear la transmisión del Trypanosoma cruzi desde el perro al vector. Otro uso es la detección de anticuerpos en el perro contra la saliva de los insectos vectores que habitualmente se alimentan sobre ellos. Estas investigaciones podrían contribuir con nuevas herramientas para una estrategia de control integrado de la enfermedad de Chagas”, concluyó.
Los perros podrían contribuir en el control de la enfermedad de Chagas
Créditos: Gentileza de Leonardo Sganga