El dispositivo podría ser empleado en futuras expediciones no tripuladas a otros planetas. El trabajo es tapa de la revista científica “Astrobiology”.
(28/09/2015 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. ¿Estamos solos en el universo? La posibilidad de detectar distintas formas de vida microbiana en otros planetas podría aumentar gracias al desarrollo de investigadores argentinos. Por su relevancia, el desarrollo es tapa de la revista científica “Astrobiology.”
“Según las pruebas de laboratorio, los sensores que desarrollamos podrían detectar vida de tipo microbiana”, indicó a la Agencia CyTA-Leloir la doctora en Ciencias Biológicas Ximena Abrevaya, autora principal del avance e investigadora del Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE), dependiente de la UBA y del CONICET.
Los sensores fueron diseñados para detectar vida de metabolismos “fotolitoautotróficos”, es decir, microorganismos que requieren de luz para fabricar compuestos que les permitan obtener energía, tal como ocurre en la fotosíntesis. “La idea es que si en una muestra hay microorganismos vivos, estos se van a acoplar al sistema electroquímico de nuestro dispositivo y se va a obtener una señal eléctrica que puede ser medida y cuantificada”, explicó Abrevaya, cuya tesis doctoral fue la primera tesis en astrobiología en Argentina.
El desarrollo argentino se probó con microorganismos terrestres cuya vida depende de la luz, como microalgas y cianobacterias, microorganismos que realizan fotosíntesis.
Dado que al momento no existe la posibilidad de una misión tripulada a otro planeta, el experimento debería realizarse empleando una sonda robotizada tales como los “rovers” que han explorado la superficie de Marte en los últimos años.
“Expediciones que intentaron detectar vida en Marte, como la Misión Viking en los años 70, apuntaron a detectar vida basada en carbono”, indicó Abrevaya. “Nosotros estamos apuntando a identificar un rango más amplio de ‘vida’ que podría incluir microorganismos cuya bioquímica no esté basada en el carbono, es decir, formas de vida no terrestres”.
Del avance también participaron, entre otros, el doctor Eduardo Cortón y el licenciado Federico Figueredo, del Laboratorio de Biosensores y Bioanálisis, que pertenece al Departamento de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y al Instituto de Química Biológica de esa casa de estudios (IQUIBICEN), dependiente del CONICET. Todos los investigadores planean, ahora, optimizar los sensores para una futura misión espacial.
La autora principal del avance, la doctora en Ciencias Biológicas Ximena Abrevaya, investigadora del Instituto de Astronomía y Física del Espacio, dependiente de la UBA y del CONICET.
Un esquema del dispositivo de los investigadores del CONICET y de la UBA en la Portada de la revista científica “Astrobiology”: Las celdas de combustible microbianas generan señales eléctricas ante la presencia de microorganismos cuya vida depende de la luz. En el fondo se muestra la superficie de Marte (una vista desde la cámara montada en el brazo del rover Curiosity, como un sitio potencial para ser explorado con ese método, que también podría ser empleado en otros planetas.( Crédito de la imagen: NASA /JPL-Caltech/MSSS)
Créditos: F. Figueredo and X. Abrevaya / Astrobiology.