(Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Bruno Geller)-. La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró a 2008 como Año Internacional del Saneamiento, con el objeto de promover la toma de conciencia, a nivel internaciona,l de los graves problemas que afectan a amplios sectores de la población mundial en relación con los servicios de agua corriente y cloacas, entre otros. En la entrevista concedida a Agencia CyTA, Esteban Castro, profesor titular de sociología en la Universidad de Newcastle, Inglaterra, y director de investigación sobre el agua en el Instituto de Investigación sobre el Cambio Ambiental y la Sustentabilidad, de esa universidad, opina sobre la situación del acceso a los servicios básicos de la humanidad.
-¿Cómo describiría la situación actual de los servicios de saneamiento a nivel mundial?
-A pesar de que ha habido avances muy importantes desde la década de 1970 las condiciones siguen siendo inaceptables en muchos países y regiones. Aún más, a pesar de los compromisos asumidos formalmente en años recientes por parte de los gobiernos de los países industrializados y de las instituciones de desarrollo internacional, las metas establecidas para reducir las carencias en los servicios de saneamiento no se están cumpliendo, especialmente en los países más necesitados, como en África y en parte de Asia y América Latina.
-¿Hay consenso con respecto a la definición de saneamiento?
-Los servicios de agua y saneamiento involucran una serie de actividades, aunque existen algunas diferencias en las definiciones entre países y culturas, y entre zonas rurales y urbanas. En general se prefiere distinguir entre saneamiento básico, que alude a los servicios de agua corriente y cloacas, y saneamiento integral, que incorpora otras cuestiones adicionales tales como el control de los vectores infecciosos y la recolección y el tratamiento de la basura sólida. Dadas las enormes carencias que siguen existiendo a nivel internacional en el acceso a los componentes más básicos, en general, cuando se habla de saneamiento se refiere a estos dos servicios, el agua limpia para beber y la recolección segura de excretas.
-¿Qué importancia atribuye a la decisión de las Naciones Unidas de declarar al 2008 como Año Internacional del Saneamiento?
-El objetivo de la ONU es el de mantener bien alta la cuestión de los servicios de agua y saneamiento en la agenda internacional de políticas públicas mediante la concientización de actores políticos, representantes del sector privado, de la sociedad civil, y del público en general. Está muy claro que el logro de las metas internacionales para los servicios de saneamiento sólo puede lograrse con un esfuerzo conjunto de fuerzas sociales y políticas, con un rol necesariamente central del sector público dada la escala de las inversiones y la magnitud del esfuerzo requeridos. El Año Internacional del Saneamiento de las Naciones Unidas ha sido concebido como un instrumento para acelerar el proceso.
-¿Cuáles son los objetivos, las metas, que se plantea la ONU en relación con el saneamiento?
-En el 2000 los países de la ONU asumieron el compromiso de reducir a la mitad la proporción de la población mundial que no cuenta con acceso a agua limpia para el 2015. Luego, en la Cumbre de Johannesburgo, en 2002, se añadió como meta reducir a la mitad la proporción de la población mundial que no cuenta con sistemas adecuados de recolección y manipulación de excreta. Estos objetivos son parte componente de las Metas de Desarrollo del Milenio de la ONU. Para tener una idea de la magnitud de la tarea, se estimaba entonces que 1.100 millones de personas, el 17 por ciento de la población mundial, no contaba con acceso a agua limpia, y 2.400 millones de personas, un 40 por ciento del total mundial, no tenía servicios sanitarios adecuados.
-¿Cuál debería ser el ritmo de trabajo para alcanzar esos objetivos?
-Alcanzar las metas propuestas requería que 200 mil personas por día, todos los días desde el 2000 al 2015, recibieran servicios de agua limpia; la cifra era de 400 mil personas por día en el caso de los servicios de recolección y tratamiento de excretas. El progreso ha sido lento y estas metas no se van a cumplir en un número importante de países. La razón principal de este fracaso no es la escasez de agua ni la falta de tecnología ni tampoco el costo de suministrar estos servicios, sino que fundamentalmente se trata de un conjunto de factores entre los que resaltan la falta de un compromiso sustantivo por parte de los poderes económicos globales con las Metas del Milenio, la corrupción pública y privada en el sector de agua y saneamiento, y la falta de información y concientización de la población sobre la magnitud y urgencia de este problema.
-¿Cuál es la realidad latinoamericana?
-En América Latina, aunque la situación mejoró en las últimas décadas, todavía queda mucho por hacer. En 2004, 125 millones de personas, es decir, 14 por ciento de la población urbana y el 51 por ciento de la población rural, carecían de acceso a algún sistema mejorado de saneamiento.
-Se dice que algunos países han cumplido con las metas establecidas por la ONU.
-Los datos oficiales de cobertura de los servicios son engañosos. Por ejemplo, según datos oficiales, en el 2004 tanto Brasil como México ya habían alcanzado su meta de cobertura de acceso al agua: el primero tenía que extender la cobertura al 88 por ciento de la población para el año 2015, pero ya en 2004 logró atender al 90 por ciento. En el caso de México, la meta para 2015 era 87 por ciento pero ya en 2004 lograba atender al 97 por ciento de la población. Esos datos en realidad son engañosos, ya que no dicen nada sobre la calidad del agua que se suministra ni sobre la calidad del servicio que muchas veces es intermitente y sujeto a restricciones.
-¿Cómo afecta la falta de servicios de saneamiento a la salud humana y a la naturaleza?
-La falta de acceso a estos servicios, y la falta de tratamiento adecuado de las aguas cloacales (se estima que en los países menos desarrollados sólo se trata alrededor del 5 por ciento de las aguas cloacales antes de verterlas nuevamente al ambiente) tienen un impacto muy significativo sobre la salud humana y los ecosistemas. No es de extrañar entonces que la OMS estime que entre un cuarto y un tercio de las enfermedades y de la mortalidad humana están asociadas con factores ambientales, entre los cuales los problemas relacionados con la gestión del agua y sus servicios esenciales ocupan un lugar elevado.
-¿Cuál es la población más vulnerable?
-Los niños son los más afectados por este problema, y se estima que más del 50 por ciento de los niños del mundo viven expuestos a diversos riesgos ambientales como la exposición al contacto con excreta humana no tratada. Como resultado, tan sólo las enfermedades diarreicas matan cerca de 1.8 millones de niños anualmente, la mayoría de ellos en zonas peri-urbanas y rurales de países pobres y se estima que estas enfermedades dan cuenta del 21 por ciento del total de muertes en niños menores de 5 años a nivel global. Las mujeres también son vulnerables a estos problemas. Cerca de 44 millones de mujeres embarazadas en los países menos desarrollados viven infectadas con anquilostomiasis, una enfermedad que causa hemorragias intestinales y anemia, y que contraen por estar en contacto con aguas infectadas donde realizan sus tareas domésticas como lavado de ropa y recolección de agua, entre otras. Dado que todo indica que un número importante de países y regiones pobres no alcanzará a cumplir las Metas de Desarrollo del Milenio de la ONU de acuerdo con los plazos establecidos, se justifica que la ONU intente mantener el tema en la agenda política a fin de promover una mayor toma de conciencia y acción práctica a nivel internacional.