Estudios hechos por expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) probaron que la circuncisión masculina reduce aproximadamente un 60% el riesgo de infección masculina por VIH adquirida por vía heterosexual. Especialistas de la OMS, ONUSIDA y otros organismos que se reunieron en Suiza concluyeron que la circuncisión masculina puede ser una medida adicional para prevenir el SIDA, sobre todo en los países con elevada tasa de infección por VIH.
(30/3/03 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Bruno Geller) – Investigaciones que se llevaron a cabo en Kenya, Uganda y Sudáfrica, señalan que la circuncisión masculina reduce aproximadamente un 60% el riesgo de infección masculina adquirida por vía heterosexual. Estos resultados son respaldados por estudios que muestran una asociación entre una menor cantidad de casos de contagio de SIDA y las altas tasas de circuncisión masculina en determinados países africanos.
Basándose en estos resultados, expertos de la OMS, de ONUSIDA, representantes de los gobiernos y de la sociedad civil, miembros de organizaciones de defensa de los derechos humanos y de la salud de la mujer y organismos de financiación, se reunieron a inicios de marzo en Montreux, Suiza, para discutir si se debía recomendar la circuncisión masculina como medida de prevención de la infección por Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), según un comunicado de prensa de la OMS.
Conclusiones
Los asistentes de la reunión concluyeron que la circuncisión masculina es una importante intervención adicional que puede ser útil para reducir el riesgo de infección masculina adquirida por vía heterosexual.
“Estas recomendaciones representan un importante avance en la prevención del SIDA”, afirmó el doctor Kevin De Cock, Director del Departamento de VIH/SIDA de la OMS y agregó: “Los países con tasas elevadas de infección heterosexual por VIH y baja prevalencia de circuncisión masculina disponen ahora de una intervención adicional que puede reducir el riesgo de infección por el VIH en varones heterosexuales. La expansión de la circuncisión masculina en esos países redundará en un beneficio inmediato, pero tendrán que pasar varios años hasta que se pueda observar su impacto en la epidemia.”
Una pieza en el rompecabezas de la prevención
Los participantes de la reunión celebrada en Suiza coincidieron en que la circuncisión debe ser considerada como parte de un conjunto más amplio de medidas de prevención de la infección por VIH, entre las que se incluyen la promoción de prácticas sexuales más seguras, la distribución y el fomento del uso correcto y sistemático de los preservativos masculinos y femeninos, entre otras medidas.
A fin de evitar comportamientos sexuales de alto riesgo, los expertos sostuvieron que es necesario informar a los hombres y a sus parejas sexuales que la circuncisión constituye una medida de protección adicional, pero no la única.
“La posibilidad de recomendar un método profiláctico adicional supone un paso importante hacia el éxito de la lucha contra esta epidemia”, destaco Catherine Hankins, Directora Asociada del Departamento de Políticas, Pruebas y Alianzas del ONUSIDA y continuó: “Sin embargo, tiene que quedar claro que la circuncisión masculina no ofrece una protección total frente al VIH. Aunque se adopte como método preventivo, los hombres y mujeres deben seguir utilizando otras formas de protección.”
Desafíos de los sistemas de salud
Muchos países en desarrollo poseen servicios de salud débiles y escasos profesionales sanitarios cualificados. Por lo tanto, integrar servicios de circuncisión masculina en los programas de atención sanitaria constituye un desafío.
En general, la circuncisión masculina tiene pocos riesgos, pero puede ser perjudicial si es practicada en contextos con poca higiene o con instrumentos inadecuados por personas que no tienen la formación necesaria, Por esa razón, la formación y certificación de los profesionales son requisitos de todo servicio de circuncisión masculina, aseguran los expertos.
Particularidades culturales
Dado que la circuncisión masculina tiene fuertes connotaciones culturales, los expertos sostienen que la prestación del servicio debe hacerse teniendo en cuenta esas particularidades a fin de reducir al mínimo la estigmatización que puede conllevar esa intervención.
Otra conclusión a la que llegaron los especialistas es que los países deben velar para que la circuncisión masculina se realice observando plenamente los principios de la ética médica y de los derechos humanos, y en particular el derecho al consentimiento informado, a la confidencialidad y a la ausencia de coerción en la población.