(17/03/06- CyTA – Instituto Leloir) – A principios de febrero cuarenta pájaros se desplomaron sobre el pavimento de Viena. Alarmadas, las autoridades sanitarias austríacas pensaron que las aves habían sido víctimas de la gripe aviar, que una semana después ingresó por primera vez a aquel país a través de los cisnes.
Sin embargo, al examinar a los pájaros, las autoridades descubrieron que estaban alcoholizados. Al parecer, las aves habrían ingerido bayas en descomposición, que fermentaron y las intoxicaron.
“El hígado de los pájaros estaba tan dañado como el de un alcohólico crónico”, comentó Sonja Wehsely, vocera de la Agencia Veterinaria Austríaca, a la revista Discover.
Las autoridades explicaron que, en realidad, las aves sufrieron fuertes mareos y cayeron tras impactar contra las ventanas de los edificios cercanos, rompiéndose el pescuezo.