Según una reciente investigación estadística, que analizó la herencia genética de distintas poblaciones, el hombre salió de Africa en tres grandes corrientes migratorias. Además, tuvo intercambio genético con las poblaciones de Europa y Asia desde un millón y medio de años atrás, lo que descarta la idea de razas puras y distintas.
(21/03/06 – CyTA-Instituto Leloir. Por Ricardo Gómez Vecchio) – Una investigación, publicada en el Yearbook of Pshysical Anthropology 2005, analizó cuidadosamente los árboles de genes humanos y comprobó que hubo tres grandes olas migratorias humanas desde Africa en lugar de dos, como se creía hasta el momento.
La investigación, realizada por el Dr. Alan Templeton, Profesor de Biología y Genética de la Washington University, en St. Louis, EEUU, refuta estadísticamente la teoría que sostenía que las poblaciones de Homo sapiens salieron de Africa hace 100.000 años y reemplazaron completamente a otras poblaciones humanas de Europa y Asia. Hubo en realidad otras dos expansiones, hace 700 mil y hace 1.9 millones de años atrás.
Templeton utilizó el programa de computación GEODIS, creado en 1995 y modificado posteriormente con ayuda de especialistas de Brigham Young University, para determinar las relaciones genéticas entre poblaciones basándose en haplotipos específicos, conjuntos de genes que se heredan como una unidad.
En el 2002, Templeton analizó 10 árboles de haplotipos diferentes y realizó análisis filogeográficos que reconstruyeron la historia de las especies a través del espacio y del tiempo y detectaron una posible expansión hace 700 mil años. Tres años después, tenía 25 regiones para analizar. Los datos suministraron evidencia molecular de la tercera y más antigua migración, que tuvo lugar hace 1.9 millones de años y confirmaron la expansión que habían detectado en 2002.
Según Templeton “este espacio de tiempo corresponde con los registros fósiles que muestran que en ese entonces el Homo erectus se expandió fuera de Africa”.
Otro descubrimiento es que las poblaciones de Homo erectus en Eurasia tuvieron un repetido intercambio genético con las poblaciones africanas ya hace 1.5 millones de años atrás, mucho más temprano de lo que se creía. Además, las poblaciones en Eurasia persistieron, en lugar de extinguirse, como postulaban algunos investigadores de la evolución humana.
“Las dos expansiones – dice Templeton – coinciden con recientes datos paleoclimáticos que indican que hubo períodos de fuertes lluvias en el este de Africa, lo que convirtió al desierto de Sahara en una sabana. Esto hace a esa época muy susceptible de haber tenido grandes movimientos de poblaciones a través del área”.
Los registros fósiles indican que 700 mil años atrás hubo un cambio en el tamaño del cerebro de los humanos modernos y una adaptación y expansión de una nueva cultura de piedra, que primero se encontró en Africa para luego expandirse a través de Eurasia.
“Podemos afirmar con un 99% de confianza que hubo intercambio genético repetido entre las poblaciones de Africa y Eurasia, por lo que la idea de razas humanas puras y distintas no puede sostenerse. Los humanos estamos entrelazados”, concluye Templeton.