Además de ser un día para hacer bromas y acordarnos de nuestras mascotas, esta fecha debería servirnos para pensar en las especies animales en peligro y preocuparnos por cómo defender la biodiversidad, si nosotros queremos sobrevivir como especie.

(28/04/06 – CyTA-Instituto Leloir. Por Ricardo Gómez Vecchio) – El Día del Animal suele ser utilizado por la mayoría de nosotros para las infaltables bromas con los amigos, en la oficina o entre la familia. Los más sentimentales nos acordamos de los perros, gatos y otros animales domésticos que son nuestras mascotas, y a lo mejor hasta les hacemos algún regalito. Pero debería ser en realidad una buena ocasión para preocuparnos por la supervivencia de los animales silvestres, que tiene mucho que ver con la nuestra.

Cerca de 500 especies de la fauna argentina están amenazadas de extinción. El oso hormiguero, el yaguareté, el delfín del Plata, el macá tobiano y el venado de las pampas, son algunos ejemplos, que ponen de relieve el creciente deterioro a la biodiversidad.

La cosa no es nueva, ya a fines del siglo XIX, muchos hombres tomaron conciencia de que el desprecio por los animales y nuestra voracidad como especie humana depredadora del medio ambiente estaban provocando el maltrato hacia los animales, y peor aún, la extinción de algunas especies. Tres de estos hombres fueron Clemente Onelli, Domingo Faustino Sarmiento y el Dr. Ignacio Lucas Albarracín.

En 1907 se instituyó el Día del Animal, por inspiración de Onelli, entonces director del Jardín Zoológico, y de Albarracín, creador junto con Sarmiento de la Asociación Protectora de Animales. Ese año se hizo el acto oficial el 2 de abril en el Jardín Zoológico.

El propio Albarracín había promocionado la sanción de la Ley Nº 2786, de Protección de Animales, que se promulgó el 25 de junio de 1891. Esa ley establecía la obligatoriedad de brindar protección a los animales, de manera de impedir su maltrato y su caza.

A instancias del Congreso Nacional de Educación se conmemora el 29 de abril como “Día del Animal”, en el aniversario de la muerte del Dr. Albarracín, que ocurrió el 29 de abril de 1926.

COMERCIO DE ANIMALES

Pero la preocupación por la extinción de las especies animales no es sólo un problema local, sino mundial. Una iniciativa para proteger a los animales en peligro de extinción es la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), acuerdo internacional concertado entre los gobiernos que entró en vigencia en 1975, con la finalidad de velar por que el comercio internacional de especímenes de animales y plantas silvestres no constituya una amenaza para su supervivencia.

Se estima que anualmente el comercio internacional de vida silvestre se eleva a miles de millones de dólares y afecta a cientos de millones de especímenes de animales y plantas. El comercio es muy diverso, desde los animales y plantas vivas, hasta una vasta gama de productos de vida silvestre derivados de los mismos, como los productos alimenticios, artículos de cuero de animales exóticos, artículos de recuerdo para los turistas y medicinas.

Hoy en día la CITES ofrece diversos grados de protección a más de 30.000 especies de animales y plantas, ya sea que se comercialicen como especímenes vivos, como abrigos de piel o hierbas disecadas.

Durante años la CITES ha sido uno de los acuerdos ambientales que ha contado con el mayor número de miembros, que se eleva a 169 países. Alrededor de unas 5.000 especies de animales y 28.000 especies de plantas están amparadas por la CITES contra la explotación excesiva debido al comercio internacional.

No obstante estos esfuerzos, el comercio ilegal de animales continúa, junto con la degradación del medio ambiente y la desaparición de selvas, bosques y otros espacios indispensables para la vida silvestre.

EL ARCA CONGELADA

El peligro de que dentro de treinta años hayan desaparecido unas 1.130 especies de mamíferos (el 24 por ciento de las existentes) y 1.183 de aves (el 12 por ciento) llevó a un grupo de instituciones británicas a poner en marcha hace un tiempo el proyecto Frozen Ark. Su objetivo, congelar el ADN de las especies en peligro de extinción.

También conocida como el Arca Congelada, esta iniciativa quiere convertirse en el primer banco mundial de ADN de todos los animales en peligro de extinción, y en la primera referencia para la investigación y conservación de las especies.

El equipo que lo lleva adelante está constituido por miembros del Museo de Historia Natural de Londres, de la Sociedad Zoológica londinense, y del Instituto de Genética de la Universidad de Nottingham. Esta gente trabaja en los laboratorios del instituto conservando y almacenando las muestras de animales que se encuentren libres en la naturaleza, en los zoológicos o en programas de repoblación. Todas son congeladas a 80 grados centígrados bajo cero.

Philip Rainbow, conservador de zoología del Museo de Historia Natural de Londres, dice que \”además de las catástrofes naturales, la gran velocidad con la que están desapareciendo algunos animales es la mayor de la historia, y las está poniendo en máximo peligro de extinción\”.

El proyecto, que intenta mitigar el problema gracias a las posibilidades actuales de la tecnología, utiliza la Lista Roja de Especies en Peligro de Extinción elaborada por la Unión para la Conservación del Mundo (UICN, según sus siglas en inglés), que suministra datos precisos sobre qué especies corren más riesgo de desaparecer.

Todas las muestras son duplicadas y se guardan copias en el Centro de Reproducción de Especies en Vías de Extinción de San Diego, en California, Estados Unidos, y en el Centro de Almacenamiento Genético Animal de Melbourne, en Australia.

¿QUÉ ESTÁ OCURRIENDO CON LA BIODIVERSIDAD?

Cerca de 6.000 especies animales se consideran amenazadas de extinción porque está disminuyendo el número de individuos que las forman, se están destruyendo sus hábitats a consecuencia de la sobreexplotación o, sencillamente, se ha limitado mucho su área de distribución.

Observaciones de campo han confirmado que hay una relación entre el tamaño de un área y el número de especies que contiene. Una generalización sugiere que si una mancha de hábitat se reduce hasta la décima parte de su superficie original, es probable que pierda la mitad de las especies que tenía. Puede utilizarse esta relación entre área y especies para predecir las tasas de extinción.

Como la mayor parte de las especies viven en las selvas tropicales húmedas, suscita especial inquietud la influencia que la tala y la modificación de estos hábitats pueda ejercer sobre la extinción de especies. Si se toman como punto de partida las estimaciones más elevadas de riqueza de especies de los trópicos húmedos, la relación entre especies y área sugiere que las tasas mundiales de extinción podrían ser extremadamente altas.

Muchos conservacionistas esperan que la historia demuestre que el año 1992 ha constituido un punto de inflexión a esta tendencia. En junio de ese año se presentó a la firma el Convenio sobre Diversidad Biológica en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro. El Convenio entró en vigencia a fines de 1993, y a principios de 1995 lo habían firmado más de cien países.

Los objetivos generales del Convenio son: conservar la diversidad biológica, utilizar una biodiversidad sostenible a largo plazo y compartir lealmente las ventajas del uso de los recursos genéticos (en selección vegetal y biotecnología, por ejemplo).

Las dificultades son muchas, pero el Convenio constituye el único marco mundial amplio para planificar y emprender las acciones necesarias. En él se declara explícitamente que, aun cuando los países tienen la responsabilidad de la biodiversidad dentro de sus fronteras, la planificación eficaz exige tener en cuenta el contexto mundial y que los países en desarrollo necesitarán el apoyo de todos los demás.

MEDIDAS CASERAS PARA MITIGAR LA EXTINCIÓN DE ESPECIES EN PELIGRO:

• Tomá conciencia de la problemática ambiental del país, en particular sobre la extinción de especies. Conocé cada día más sobre el tema adquiriendo libros o revistas especializadas, concurriendo a bibliotecas o viendo documentales cinematográficos o televisivos. Conocé los problemas ambientales comunes a toda la humanidad y la situación general de las distintas especies, poniendo especial énfasis por dirigir tu esfuerzo y prédica conservacionista en temas relativos a nuestra zona.

• Los docentes pueden priorizar la temática ambiental o ecológica en los programas de estudio, reuniendo materiales y planificando salidas de campo.

• Los no docentes, pueden influir en las escuelas para que se preste particular atención a esta temática.

• Los biólogos y naturalistas pueden priorizar las investigaciones de las especies con mayor riesgo de extinción.

• Denunciá a quien destruya la fauna, conociendo para ello la legislación vigente.

• Apoyá la creación de reservas naturales, que constituyen tal vez la mejor garantía para la subsistencia de las especies vegetales y animales, y en consecuencia para salvaguardar aquellas ya disminuidas que se hallan en riesgo de extinción. Movilizá a los organismos ambientalistas, tanto oficiales como privados, para que efectúen los estudios de factibilidad técnica o catastral para convertir algunos sitios en reserva natural

• Exigí la correcta salvaguarda de las reservas ya existentes mediante la instalación de la infraestructura mínima indispensable, velando por su integridad, ya que permanentemente existen proyectos de desarrollo de las mismas o bien reclamos jurisdiccionales o de dominio que las ponen en jaque.

• Ingresá a unos de los tantos grupos ambientalistas existentes en el país, dado que la labor individual puede ser muy meritoria, pero si se avanza hacia proyectos de largo aliento, los grandes intereses que están involucrados nos harán sentir un poco solos o embarcados en un esfuerzo estéril. La misma causa, encarada en el marco de una entidad de bien público consigue mayor peso y respeto y puede concluir exitosamente.

• Tomá conciencia de que el mayor peligro es el del desconocimiento, sumado a la falta de interés y a la ignorancia sobre la situación de los otros habitantes del planeta. Es el ignorar que estas especies existen, que tienen un espacio en la Tierra y en este pedazo de ella llamado República Argentina. El desconocimiento es la mayor amenaza, aunque sea la menos divulgada y la menos visible.

DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS DE LOS ANIMALES

Esta declaración fue adoptada por La Liga Internacional de los Derechos del Animal en 1977, que la proclamó al año siguiente. Posteriormente, fue aprobada por la Organización de Naciones Unidas (ONU) y por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Considerando que todo animal posee derechos y que el desconocimiento y desprecio de dichos derechos han conducido y siguen conduciendo al hombre a cometer crímenes contra la naturaleza y los animales, se proclama lo siguiente:

Artículo No. 1

Todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen los mismos derechos a la existencia.

Artículo No. 2

a) Todo animal tiene derecho al respeto.

b) El hombre, como especie animal, no puede atribuirse el derecho de exterminar a los otros animales o de explotarlos, violando ese derecho. Tiene la obligación de poner sus conocimientos al servicio de los animales.

c) Todos los animales tienen derecho a la atención, a los cuidados y a la protección del hombre.

Artículo No. 3

a) Ningún animal será sometido a malos tratos ni a actos crueles.

b) Si es necesaria la muerte de un animal, ésta debe ser instantánea, indolora y no generadora de angustia.

Artículo No. 4

a) Todo animal perteneciente a una especie salvaje tiene derecho a vivir libre en su propio ambiente natural, terrestre, aéreo o acuático y a reproducirse.

b) Toda privación de libertad, incluso aquella que tenga fines educativos, es contraria a este derecho.

Artículo No. 5

a) Todo animal perteneciente a una especie que viva tradicionalmente en el entorno del hombre tiene derecho a vivir y crecer al ritmo y en las condiciones de vida y de libertad que sean propias de su especie.

b) Toda modificación de dicho ritmo o dichas condiciones que fuera impuesta por el hombre con fines mercantiles es contraria a dicho derecho.

Artículo No. 6

a) Todo animal que el hombre haya escogido como compañero tiene derecho a que la duración de su vida sea conforme a su longevidad natural.

b) El abandono de un animal es un acto cruel y degradante.

Artículo No. 7

Todo animal de trabajo tiene derecho a una limitación razonable del tiempo e intensidad del trabajo, a una alimentación reparadora y al reposo.

Artículo No. 8

a) La experimentación animal que implique un sufrimiento físico o psicológico es incompatible con los derechos del animal, tanto si se trata de experimentos médicos, científicos, comerciales, como de otra forma de experimentación.

b) Las técnicas alternativas deben ser utilizadas y desarrolladas.

Artículo No. 9
uando un animal es criado para la alimentación debe ser nutrido, instalado y transportado, así como sacrificado, sin que ello resulte para él motivo de ansiedad o dolor.

Artículo No. 10

a) Ningún animal debe ser explotado para esparcimiento del hombre.

b) Las exhibiciones de animales y los espectáculos que se sirvan de animales son incompatibles con la dignidad del animal.

Artículo No. 11

Todo acto que implique la muerte de un animal sin necesidad es un biocidio, es decir, un crimen contra la vida.

Artículo No. 12

a) Todo acto que implique la muerte de un gran número de animales salvajes es un genocidio, es decir, un crimen contra la especie.

b) La contaminación y la destrucción del ambiente natural conducen al genocidio.

Artículo No. 13

a) Un animal muerto debe ser tratado con respeto.

b) Las escenas de violencia, en las cuales los animales son víctimas, deben ser prohibidas en el cine y en la televisión, salvo si ellas tienen como fin dar muestra de los atentados contra los derechos del animal.

Artículo No. 14

a) Los organismos de protección y salvaguarda de los animales deben ser representados a nivel gubernamental.

b) Los derechos del animal deben ser defendidos por la ley, como lo son los derechos del hombre.