El 7 de abril es la fecha simbólica del nacimiento de Internet. En Argentina, Capital Federal y la provincia de Buenos Aires acaparan el 73,5% de los usuarios domiciliarios. Los datos locales reflejan desigualdades en el acceso a un recurso cada vez más importante para acceder al conocimiento y la información.
(07/04/06 – CyTA-Instituto Leloir. Por Ricardo Gómez Vecchio) – Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) la cantidad de usuarios de Internet en Argentina crece de modo exponencial. Los accesos residenciales crecieron un 18,5% entre diciembre de 2004 y el mismo mes de 2005 y los accesos de organizaciones aumentaron un 10,2% en el mismo período.
Pero más allá del crecimiento que se viene registrando desde la fecha de su simbólico nacimiento, el 7 de abril de 1969 cuando se publicó el RFC 1 -conjunto de notas técnicas y organizativas donde se describen los estándares de Internet-, es interesante analizar a través de las cifras las desigualdades que refleja el fenómeno de la red de redes en las posibilidades de acceso al conocimiento y la información.
A esta desigualdad se refiere la Internet Society (ISOC) con el nombre de brecha digital. ISOC es una asociación no gubernamental sin fines de lucro, con más de 100 organizaciones y cerca de 20.000 miembros en 180 países. Fue fundada en 1991 y tiene como objetivo principal ser un centro de cooperación y coordinación global para el desarrollo de protocolos y estándares compatibles para Internet.
La brecha digital implica que en Argentina Internet es para unos pocos, un pequeño universo que corresponde a los sectores de mayores ingresos.
“El desarrollo de Internet alcanza casi de manera exclusiva al segmento ABC1 de la población y su penetración es una de las más bajas de la región”, dice un documento que está en el sitio del Capitulo Argentino de ISOC
En el pasado mes de diciembre se registraron en nuestro país un total de 2.222.819 de accesos a Internet, de los cuales cerca de 1.300.000 correspondieron a cuentas de abono y algo más 900.000 a usuarios gratuitos.
Entre las cuentas de pago el segmento más importante hasta abril de 2005 fue el de los
usuarios dial-up, que se conectan a través de la línea telefónica. Pero a partir de mayo del año pasado el segmento de la banda ancha se transformó en el que dispone de una mayor cantidad de usuarios. En diciembre de 2005 llegó a 794.614 conectados por esa vía, en tanto que 508.608 fueron las cuentas para los usuarios dial-up.
Los accesos residenciales a Internet crecieron 18,5 por ciento entre diciembre de 2004 y
diciembre de 2005. Las cuentas de banda ancha aumentaron un 82,9%, mientras que las cuentas dial-up se redujeron un 8,4%, lo que demuestra el vuelco de muchos usuarios hacia este tipo de conexión.
Evidentemente, quienes quieren tener su línea de teléfono desocupada o utilizan mucho tiempo Internet, por ejemplo para bajar archivos de programas, música o películas, se inclinan por la banda ancha, que les resulta más práctica y a la larga más económica, si disponen de los aproximadamente $100 por mes necesarios.
Por su lado, quienes realizan una utilización más moderada de Internet, tienen conexión en la oficina o simplemente carecen de medios para estar todo el tiempo online, como quisieran, se suman a los usuarios free, que se incrementaron un 3,8%, o a los dial up. Estos últimos, en la medida que su presupuesto lo permite, el tiempo de utilización lo justifica o las posibilidades de acceso a proveedores del servicio se amplían, se van pasando a la banda ancha.
Pero ¿quienes son los privilegiados en ingresar a la red de redes? La ciudad de Buenos Aires concentra el 47,1% de los accesos residenciales a Internet, seguida por la provincia de Buenos Aires con 26,4%, Santa Fe 7,1 % y Córdoba 6,4 %.
Estos datos manifiestan una gran desigualdad. Cada vez es mayor la información de buena calidad disponible, para quien sabe buscarla, que se canaliza por Internet y es utilizada por los estudiantes de todos los niveles. Con solo ver las cifras queda claro que Capital Federal y el gran Buenos Aires aglutinan bastante más de la mitad de los usuarios domiciliarios que tienen acceso a este recurso. De federalismo, como en tantos otros temas, ni hablar.
Según el Capítulo Argentino de ISOC: “Actualmente los sectores de menores recursos no tienen acceso a estas tecnologías en el ámbito educativo. Esto establece una carencia difícil de sortear en el futuro. Lo que no se haga en la escuela hoy afectará de manera profunda el desarrollo futuro de las personas”.
“El gran desafío de la revolución democratizadora de Internet es no convertirse en el paradigma de un nuevo elitismo. Internet tiene que ver básicamente con la distribución democrática del capital informacional y con el acceso a la cultura y al saber”, advierte ISOC.
Más información: (http://www.isoc.org.ar/infoteca/brecha-digital.html) y http://www.indec.mecon.ar/ en Comercio/Servicios