La hormona del crecimiento se produce en un área del cerebro que controla el aprendizaje y las emociones, según científicos estadounidenses.
(11/04/06 – CyTA – Instituto Leloir. Por Florencia Mangiapane) – Un estudio publicado hoy en la revista científica PNAS sostiene que la hormona del crecimiento (HC) se produce en el hipocampo –área del cerebro asociada con el aprendizaje y la experiencia emocional– y está regulada por la edad, el nivel de estrógenos y la exposición a estímulos ambientales como el estrés.
“Los resultados sugieren que la hormona del crecimiento puede estar involucrada en funciones atribuidas al hipocampo, como el aprendizaje y la resupesta a experiencias de estrés agudo”, afirma un equipo de científicos del Departamento de Psicología y Neurociencias de la Universidad de Nueva Jersey, Estados Unidos.
La HC es una proteína liberada por la hipófisis. Además de ser clave para el crecimiento y diferenciación de muchos tejidos, se la asocia con el desarrollo neuronal, el estado de ánimo y las funciones cognitivas.
Diversos estudios habían señalado la posibilidad de que se produjera en el hipocampo. El equipo estadounidense, encabezado por el doctor Tracey Shores, no sólo demuestra esta hipótesis, sino que además aporta evidencias de los factores que la regulan.
El equipo de Shores midió los niveles de la HC en el hipocampo izquierdo de ratas jóvenes y adultas de ambos sexos. Y la encontró en mayores cantidades en adultos y hembras.
“El nivel de estrógenos puede condicionar la expresión de la hormona del crecimiento en el hipocampo”, señalan los autores, que encontraron mayor concentración de la sustancia en las hembras que estaban atravesando por un período de alta producción de estrógenos.
“La HC está asociada con la maduración sexual. Los estrógenos estimulan su liberación y esto a su vez puede inducir la ovulación”, explican los investigadores.
En un estudio previo, el equipo de Shores había observado que los animales expuestos a tareas de aprendizaje incrementaban la expresión de la HC en el hipocampo, mientras que los animales no entrenados no la producían o lo hacían en dosis muy pequeñas.
Los científicos también comprobaron que la exposición a una situación de estrés agudo aumentaba la producción de la HC en los dos sexos, aunque su nivel de incremento en las hembras variaba según la etapa del ciclo estrual (la versión del ciclo menstrual en los mamíferos no primates) en que se encontraban.