Investigadores del Instituto Weizmann de Israel trasplantaron tejido pancreático de embriones porcinos a ratones que no producían insulina y lograron estabilizar su nivel de azúcar en sangre. Si la técnica se lograra aplicar en humanos, el trasplante de páncreas dejaría de ser una utopía para muchos diabéticos que lo necesitan.
(04-07-06 – CyTA–Instituto Leloir. Por Florencia Mangiapane) – Un equipo de investigadores del Departamento de Inmunología del Instituto Weizmann, de Israel, encabezados por el profesor Yair Reisner, trasplantó a ratones tejidos pancreáticos de embriones porcinos. Con el correr del tiempo logró que las células implantadas produjeran insulina y los animales mantuvieran niveles normales de azúcar en sangre, según informa en un comunicado de prensa el propio Instituto.
El trabajo, cuyos resultados fueron publicados en la revista PloS Medicine de junio, implicó dos etapas de investigación. En la primera fase, los científicos implantaron el tejido pancreático embrionario extraído a los 42 días de gestación a ratones que carecían de un sistema inmune propio, a los que les inyectaron células inmunes humanas. Los animales no presentaron reacciones adversas de consideración.
En un trabajo anterior, los investigadores habían comprobado que el momento óptimo para hacer el trasplante era transcurrido un tercio del inicio de la gestación del porcino (desde el día 42 hasta el 56).
En la segunda fase, el equipo empleó ratones con sistemas inmunes normales y destruyó las células productoras de insulina antes de realizar el trasplante. “Con la ayuda de protocolos de inmunosupresión relativamente moderados, los tejidos implantados pudieron funcionar por completo a lo largo del tiempo: produjeron insulina y los ratones mantuvieron valores normales de azúcar en sangre”, explica el comunicado.
Las células productoras de insulina de los porcinos son similares a las de los seres humanos. Pero hasta ahora, los intentos de trasplantarlas a primates habían provocado reacciones inmunes violentas. El equipo de Reisner observó que antes del momento óptimo las células aún no diferenciadas del embrión pueden llegar a causar tumores. Pasado este umbral, están demasiado desarrolladas y el cuerpo las puede rechazar por considerarlas extrañas.
Para muchos diabéticos, en especial los que padecen diabetes juvenil, los trasplantes de tejido pancreático ayudan a aliviar los riesgos asociados a la enfermedad, como ceguera, amputaciones, insuficiencia renal y trastornos cardíacos. Además, los libera de aplicarse inyecciones diarias para reemplazar la insulina que su propio cuerpo es incapaz de producir.
Sin embargo, el número de donantes disponibles es muy inferior al de los pacientes que necesitan recibir estos órganos. Los tejidos pancreáticos productores de insulina provenientes de animales podrían convertirse entonces en una fuente casi ilimitada para el trasplante.
“Los resultados de este estudio representan un gran incentivo para continuar la investigación preclínica en modelos con primates”, comenta en el comunicado el doctor Reisner, titular de la Cátedra de Inmunología Henry H. Drake.