¿Qué sucedería si la clase de dibujo se traslada a las demás materias? Crear imágenes puede ayudar a los estudiantes a comprender conceptos complejos como los que se trabajan en ciencia e ingeniería, según un equipo de investigadores del Massachusetts Institute of Technology (MIT), que están probando una nueva técnica para potenciar el aprendizaje en el aula.
(31-07-06 – Agencia CyTA – Instituto Leloir. Por Florencia Mangiapane) – Quinientos estudiantes universitarios de primer año de las carreras de Ciencia de los Materiales e Ingeniería del MIT recibieron con sorpresa la consigna del profesor Donald Sadoway. El docente, a cargo de un curso de introducción a la química de materiales sólidos, les pidió que crearan dibujos para explicar y comparar los enlaces entre moléculas de compuestos con distinto punto de ebullición.
Para eso contaban con el programa informático “Picturing to Learn” (Dibujar para aprender), técnica que se está probando en el MIT desde 2003 y que fue creada por el equipo de la fotógrafa e investigadora científica Felice Frankel como parte de un proyecto gestado hace cinco años en el reconocido instituto estadounidense.
“La técnica estimula a los estudiantes a realizar dibujos a partir de los conceptos que ven en clase y en los textos. A muchos de ellos, pensar en imágenes y esbozar un dibujo con el fin de comunicarse los ayuda a poner en evidencia zonas confusas”, explica Frankel en un comunicado de prensa del MIT. La especialista, dedicada a investigar la expresión visual de la ciencia, está convencida de que pensar en imágenes es una de las claves para lograr la comprensión global de cualquier concepto.
Para la mayor parte del curso, la tarea implicaba un desafío que los ubicaba en un lugar incómodo. Estaban acostumbrados a memorizar ecuaciones y resolver exámenes que planteaban preguntas cuantitativas. Comprender el tema a partir de dibujos no garantizaba desde un principio el éxito académico, pero a largo plazo resultó bastante más enriquecedor.
Los estudiantes tuvieron que contemplar rasgos físicos de los elementos, como el tamaño de los átomos y la configuración de los electrones para dar cuenta de las fuerzas que se ponían en juego dentro y entre las moléculas, lo que finalmente determinaba el punto de ebullición.
Muchos encontraron formas creativas de explorar las preguntas. Dibujaron animales, naves espaciales y personas en lugar de moléculas. Y usaron distintas metáforas para ilustrar cómo interactuaban los compuestos. Por ejemplo, uno de los alumnos comparó las características de los átomos más pequeños con la suela de una zapatilla y las de los más grandes con un taco alto. La figura le permitió ilustrar que unos eran más estables y sus enlaces más difíciles de romper, mientras que los otros resultaban más frágiles.
La experiencia demostró que existe un modo diferente de comunicar ideas, muy útil para algunas personas. “Pensaron los conceptos desde otra perspectiva. Pero tuvieron que elegir con sumo cuidado las metáforas; no todas servían”, explica el profesor Sadoway.
El análisis de las figuras también fue esclarecedor para el docente. “Estudié los dibujos de los alumnos que habían dado respuestas incorrectas y entendí dónde se originaba la confusión, lo que me sirvió para replantearme la manera de enseñar el tema”, reflexiona Sadoway, que atribuye el repunte en las notas de los exámenes del último año, en parte, a la aplicación del nuevo sistema.
“Picturing to Learn” fue probado por primera vez en 2003 en un pequeño curso de ciencias de los materiales. En 2004 y 2005 la experiencia se repitió, con algunas variaciones, en grupos más numerosos. El programa está orientado a hacer de la representación visual una herramienta fundamental para la comprensión de los temas científicos y apunta a promover el intercambio de información entre distintas disciplinas. Sus responsables esperan que también sirva para que las nuevas generaciones de investigadores tomen conciencia de la importancia de comunicar los avances de la ciencia al público.
Más información: http://web.mit.edu/i-m/picturing