Un investigador estadounidense comprobó que conducir un vehículo hablando por el teléfono celular, aún utilizando el “manos libres”, es tan peligroso como hacerlo alcoholizado.
(07/07/06 – CyTA-Instituto Leloir. Por Ricardo Gómez Vecchio) – Que nadie debe manejar si no está sobrio, porque es muy peligroso y puede causar accidentes, es un hecho bien conocido y documentado. En cambio, no se conocía que hablar por teléfono cuando se está al volante puede ser igual de peligroso, aún utilizando el “manos libres”. Eso indica un estudio recientemente publicado del psicólogo David Strayer, de la Universidad de Utah, Estados Unidos, que cita un artículo de Discover.
Según Strayer, en una investigación cuidadosamente controlada en la que se equipara la cantidad de tiempo que la gente está conduciendo y las condiciones de manejo, el resultado es peor cuando se está hablando por un teléfono celular que cuando se está bebido de acuerdo a las nomas legales estadounidenses.
Las conclusiones preliminares de este estudio ya habían sido anunciadas en un encuentro científico que tuvo lugar en 2003. Pero ahora el estudio se completo, fue revisado por otros investigadores y finalmente publicado en Human Factors.
El trabajo está relacionado con una investigación previa de Strayer en la que mostraba como hablar con el “manos libres” en un celular dificulta el manejo tanto como hacerlo con el celular en la mano. En este nuevo trabajo, intentó conocer cómo influye hablar por teléfono mientras se maneja, en comparación con un impedimento mayor, como el alcohol.
Para ello, Strayer reunió voluntarios con un nivel de alcohol en sangre de 0.8 gr/lt – lo que indica condiciones en las que legalmente no es posible manejar en los Estados Unidos – y midió cómo conducían en un simulador de manejo. En Argentina el nivel máximo permitido es de 0.5 gr/lt de sangre.
El simulador es un aparato de realidad virtual en el cual los voluntarios siguen a un auto guía. El aparato mide cuan rápida, precisa y agresivamente va por la ruta un conductor. Al mismo tiempo, un dispositivo que rastrea a lo ojos mide continuamente hacia dónde está mirando.
En el estudio, cuarenta voluntarios condujeron el auto en cuatro mañanas distintas, algunas veces estando alcoholizados, otras hablando con un “manos libres”, otras con un celular en la mano y en ocasiones sin ningún obstáculo de este tipo.
De acuerdo con la investigación, los conductores alcoholizados fueron más agresivos, condujeron más “pegados” al coche delantero, y pisaron el freno con más violencia. Pero curiosamente, los conductores que estaban hablando por teléfono tardaron más en pisar el freno e incurrieron en más accidentes, sin que se notaran diferencias entre quienes hablaban con el “manos libres” y quienes lo hacían con el celular en la mano. Strayer destaca que los resultados son distintos, pero en ambos casos peligrosos.
Según el psicólogo y sus colegas investigadores, esto no significa trivializar los peligros de manejar bajo los efectos del alcohol. De acuerdo con el Departamento de Transportes de los Estados Unidos, la mayoría de los conductores que participaron en accidentes fatales estában en promedio el doble de alcoholizados que los voluntarios que empleo Strayer, basándose en sus niveles de alcohol en sangre.
Además, Strayer señala que la simulación realizada para la investigación se llevó a cabo durante la mañana, después que los participantes habían tenido una noche de sueño y descanso, mientras que la mayoría de los accidentes fatales ocurren por lan noche, cuando los conductores también están fatigados.
Los investigadores esperan que los resultados de este trabajo sirvan, ante todo, para que la gente tome conciencia y prevea el peligro que implica tanto beber como hablar por teléfono al conducir. Y por qué no, agregamos, para que las autoridades tomen los recaudos correspondientes. En Argentina el 13% de los muertos en accidentes de tránsito registra alcohol en sangre. ¿Cuántos habrá por usar el celular?