Científicos de la Universidad de Milán lograron desarrollar células madre a partir de óvulos humanos no fertilizados. Este método, que se había logrado anteriormente en primates y ratones, evitaría el uso de embriones humanos para obtener células madre. Italia es uno de los países del mundo con las leyes más restrictivas en lo que se refiere a las investigaciones en las que se manipulan embriones humanos.
(8/08/06 – Agencia CyTA–Instituto Leloir. Por Bruno Geller) – Tiziana Brevini y Fulvio Gandolfi, investigadores de la Universidad de Milán despertaron el interés general cuando anunciaron los resultados de su trabajo en el encuentro anual de la Sociedad Europea de Embriología y Reproducción Humana, celebrado en junio en Praga. Ambos científicos fueron capaces de crear células madre humanas a partir de óvulos no fertilizados.
Las células madre tienen un alto potencial terapéutico, dado que poseen la capacidad de desarrollarse como células de cualquier tejido del cuerpo. Si se logran manipular estas células en el laboratorio, se podrían desarrollar células que podrían sustituir células enfermas de diversos tejidos del cuerpo humano como los del sistema nervioso, del páncreas y otros órganos.
Por razones éticas, muchos países han prohibido o impuesto restricciones al uso de embriones humanos con el argumento de que son personas en potencia. Para otros, el uso de células madre embrionarias humanas sería válido porque podría salvar vidas, curar enfermedades y mejorar la salud de millones de personas.
Brevini y Gandolfi de la Universidad de Milán obtuvieron células madre a partir de embriones partenogenéticos, es decir, creados a partir de óvulos humanos no fertilizados. Este método científico no sería éticamente reprobable para los detractores del uso de células madre humanas, dado que no implica la destrucción de un potencial individuo.
“Es posible, y sería promisorio que los óvulos pudiesen sustituir a los embriones humanos como fuente para el desarrollo de células madre porque permitiría un gran desarrollo de esta tecnología con alta potencialidad terapéutica y sin restricciones por los dilemas éticos asociados al uso de células madre embrionarias”, afirma Claudia Perandones, médico especialista en Genética Médica y Jefa del Departamento de Genética y Biología Molecular del Instituto Médico Halitus.
Los embriones desarrollados por los científicos italianos no son viables, es decir que no pueden dar lugar al nacimiento de un ser vivo.
“Los embriones partenogenéticos son resultado de un proceso conocido como partenogénesis, que es un fenómeno biológico mediante el cual se inicia el desarrollo embrionario sin contribución paterna” puntualiza Perandones y agrega que “dichos embriones no pueden evolucionar y dar lugar a una gesta avanzada y/o recién nacido, con lo cual no se estaría manipulando tejido potencialmente humano”.
La especialista señala que son varios los pasos seguidos por los científicos para convertir un óvulo no fertilizado en un embrión partenogenético.
Mediante estímulos químicos e impulsos eléctricos, los científicos fertilizan una cantidad determinada de óvulos. Cuando los embriones llegan al quinto día de desarrollo in-vitro, estadío denominado blastocisto, a través de procedimientos microquirúrgicos se secciona un fragmento que se denomina Macizo Celular Interno y que es el que da lugar al desarrollo de estructuras embrionarias.
“Posteriormente estos fragmentos se cultivan en una capa alimentaria o ‘Feeder Layer’, constituida por un tipo especial de células embrionarias de ratón llamadas “fibroblastos”, explica la especialista.
A partir del cultivo, si las condiciones lo favorecen, se originan células madre.
Los especialistas sostienen que las células derivadas mediante partogénesis son ligeramente más difíciles de manipular que las células madre embrionarias normales. Y agregan que si se encuentran formas de manipularlas mejor, podrían ser una alternativa viable para el desarrollo de células madre.
Brevini y Gandolfi no creen que los estudios basados en células obtenidas por partenogénesis sustituyan a las investigaciones sobre las células madre embrionarias convencionales, pero sí esperan que abra el campo de investigación en países donde el uso de embriones tiene muchas restricciones.
En Italia, la creación o destrucción de embriones humanos para la investigación está prohibida, mientras que en los Estados Unidos, el gobierno no apoya con fondos federales ese tipo de estudios.
“Las líneas celulares derivadas de un proceso partenogenético podrían ser aceptables para la administración de Estados Unidos, entonces liberarían fondos para investigaciones sobre este tipo de células”, dice Brevini que asegura sentirse más cómoda trabajando con células madre partenogenéticas que con embriones.
El trabajo de Brevini y Gandolfi constituye una herramienta más en el campo de la investigación con células madre, células que parecen ser la clave para curar un sinnúmero de enfermedades, al mismo tiempo que soslayan un problema ético como es el de utilizar embriones humanos.