La mosca de los cuernos es el parásito externo que más afecta al ganado bovino en el este de La Pampa y el que mayores pérdidas económicas ocasiona a los productores, porque los animales pierden peso y los cueros se arruinan. Según comprobaron autoridades veterinarias de la provincia, casi todos intentan combatirla con insecticidas que generan resistencia, en vez de recurrir a tratamientos más modernos y eficaces.
(20/10/06 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Florencia Mangiapane)- Una encuesta realizada a productores de 346 establecimientos de cría e invernada bovina del este de La Pampa comprobó que el parásito externo más preocupante para la zona es la Haematobia irritans, vulgarmente conocida como “mosca de los cuernos”, insecto que afecta al ganado bovino desde el norte del país hasta la altura del Río Negro.
“La H. irritans es actualmente el parásito externo bovino de mayor peso económico en la región pampeana debido a su mayor prevalencia, y también por las dificultades que plantea su control”, señalan los autores de la investigación en un informe publicado en la revista INTA en abril pasado.
El insecto, de dos o tres milímetros de largo, ataca a los bovinos en pastoreo, alimentándose de su sangre. Se lo encuentra al nivel del lomo, la cruz, las paletas, los costillares y la panza de los animales, aunque vuela también hacia el estiércol, donde deposita sus huevos para reproducirse.
En verano, cuando la temperatura y la humedad son más propicias para su propagación, las infestaciones promedio alcanzan las 250 moscas por animal. La constante irritación impide al ganado alimentarse, rumiar y descansar de forma adecuada, y termina afectando la calidad de los cueros.
“Según hemos documentado en La Pampa, la mosca de los cuernos hace perder a la invernada 110 gramos diarios de ganancia de peso durante la temporada estival, y a la cría entre 90 y 100. Por otro lado, son conocidos los perjuicios gravísimos que produce por la pérdida de calidad de los cueros de los bovinos infestados”, comenta Víctor Suárez, integrante de la Estación Experimental Agropecuaria Anguil del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA EEA Anguil), que participó en la elaboración del trabajo.
Suárez y otros diez veterinarios del INTA y de la Subsecretaría de Asuntos Agrarios del Ministerio de Producción de La Pampa recorrieron durante tres meses una decena de departamentos del este de la provincia encuestando de forma anónima a los productores de las explotaciones ganaderas. La mayor parte de los establecimientos están dedicados al ciclo completo y tienen en promedio 920 cabezas cada uno.
Con la buena predisposición de los ganaderos, los encuestadores obtuvieron información básica sobre los principales parásitos externos que atacan a los animales y los métodos empleados para combatirlos.
“Después de la mosca de los cuernos, los piojos se ubican en segundo lugar en cuanto a su importancia económica, debido a que afectan al 43 por ciento de los rodeos. Aunque la sarna casi no representa un problema productivo, está presente en el diez por ciento de los establecimientos y es controlada por tratamientos directos contra los ácaros o indirectos contra la mosca de los cuernos, los piojos, o los nematodes internos”, explican los autores en el informe.
Llamó la atención de los especialistas que si bien la mosca de los cuernos es resistente a los piretroides, el 98 por ciento de los productores sigue utilizando ese insecticida para controlarla, en lugar de adoptar medios más eficaces como las drogas inhibidoras de crecimiento o las trampas mecánicas. Éstas últimas atrapan a las moscas cuando el animal pasa por una manga estrecha y resultan además amigables con el ambiente.
Según el trabajo del INTA, fue justamente el uso masivo de piretroides, económicos y de fácil aplicación, lo que llevó a la difusión de moscas resistentes. Estudios del año 2000 observaron que el 95 por ciento de las poblaciones de H. irritans analizadas desde La Pampa hasta Tucumán mostraba signos característicos de resistencia. Aun así, en todo el país se sigue registrando la tendencia de combatir la mosca de los cuernos a través de piretroides aplicados de forma tópica.
“El uso predominante de piretroides se explica en parte por su bajo costo”, dice Suárez. “Por su efecto repelente, en principio parecen más efectivos, sobre todo cuando se combinan con otro producto, como los órgano-fosforados.”
Por otra parte, resulta paradójico que si bien más de la mitad de los productores recibe asesoramiento veterinario para el tratamiento de la mosca de los cuernos, un porcentaje bastante alto recurre a productos no aprobados por el SENASA para su control, en especial preparados caseros de cipermetrinas, aplicadas por aspersión.
“Los productores consultan al profesional, pero en el afán de reducir costos terminan haciendo su propia formulación, aunque sea poco efectiva. Esto ocurre también porque los insecticidas aprobados en base a piretroides y órgano-fosforados no muestran ser muy superiores, pero sí más caros. Por otro lado, es inexplicable que no se usen con más frecuencia productos en base a fenilpirazol, que aunque más costosos son verdaderamente efectivos”, reflexiona Suárez.
La mosca de los cuernos no es un problema exclusivamente argentino, sino mundial. A pesar de ser originaria del centro de Europa, causa mayores daños en Estados Unidos y Australia. Por la resistencia a las drogas, los australianos propician su control a partir de trampas mecánicas, práctica que no se observó en ninguno de los 350 campos pampeanos encuestados, afirma Suárez, del INTA.
El INTA lleva adelante este tipo de investigaciones para prevenir futuras pérdidas económicas o posibles medidas sanitarias al comercio exterior o interior de carnes: “Una encuesta sanitaria permanente ayuda a una mejor vigilancia epidemiológica. Además, sirve para que una región pueda decir con fundamento que está libre de tal o cual enfermedad y posicionar mejor sus productos. También contribuye a priorizar futuras líneas de investigación a partir de los resultados y posibilitar una gestión racional por parte de los estamentos del Estado”, concluye Suárez.