Ingenieros del MIT desarrollaron un método económico para analizar muestras al pie de la cama de un paciente. Con la nueva técnica, ideada por un estudiante de ingeniería química, se puede detectar y cuantificar millones de biomoléculas. El avance también podría servir para personalizar los tratamientos contra el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, entre otras posibles aplicaciones.

(12/3/07 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Florencia Mangiapane) – Un novedoso dispositivo construido con partículas de hidrogel se perfila como técnica de diagnóstico médico efectiva y económica para los pacientes que deben guardar reposo, según un comunicado que acaba de difundir la oficina de prensa del Massachusetts Institute of Technology (MIT).

El avance, presentado el 9 de marzo en la reconocida revista Science, fue desarrollado por el estudiante Daniel Pregibon y el profesor adjunto de ingeniería química Patrick Doyle.

La técnica se basa en la construcción a medida de partículas capaces de monitorear millones de biomoléculas diferentes, como ADN, ARN, y citocinas (proteínas que intervienen en las reacciones inmunitarias).

“Podemos fabricar las partículas, codificarlas y sumar funcionalidad en un solo paso”, explicó Pregibon, haciendo hincapié en la ventaja económica que representa construir de una sola vez el material que se utiliza para el análisis.

Los métodos empleados hasta ahora para estudiar múltiples componentes a partir de una sola muestra resultan prohibitivos para llevarlos a la cama del paciente, porque involucran dispositivos bidimensionales con detectores individuales para cada molécula que analizan.

En cambio, las diminutas partículas que se emplean en la técnica creada por los ingenieros del MIT no superan el ancho de un cabello humano y se pueden combinar de a cientos dentro del dispositivo, lo que abarata los costos de producción. Como están hechas de un polímero esponjoso o “hidrogel”, nadan libremente y permiten la difusión de compuestos a través de toda su estructura.

Los autores señalaron que se pueden agregar regiones únicas a cada partícula para estudiar infinidad de componentes en cada prueba. “Dado su tamaño, es muy fácil adaptar el análisis a los requerimientos de cada paciente. Se pueden colocar cien tipos de partículas distintas en el mismo espacio”, explicó el profesor Doyle.

Cada partícula tiene la forma de una cápsula con dos extremos: uno es un código de barras fluorescente escrito con puntos, que revela cuál es la molécula a analizar, mientras que el otro contiene un sensor preparado para ponerse fluorescente al identificarla. Finalmente, un detector se encarga de leer el código de barras de las partículas activadas y cuantificar los componentes encontrados con la misma precisión que los sistemas más caros.

Según los autores del trabajo, el diseño de análisis a medida de cada paciente no sólo servirá para monitorear enfermedades, sino también para descubrir drogas y obtener el perfil genético de diferentes personas.

Los investigadores están poniendo el foco en el diagnóstico ‘a los pies de la cama’ y el ‘teranóstico’, un concepto emergente orientado a la producción de terapias diagnósticas personalizadas. En este sentido, desde el MIT vaticinaron que el método podría llegar a convertirse en un descubrimiento revolucionario para el tratamiento de enfermedades como el cáncer y los trastornos cardiovasculares, sin desmedro de otros usos posibles, como el monitoreo de agentes peligrosos para el medio ambiente.

Más información: http://web.mit.edu/newsoffice/2007/particles.html