Un equipo de investigadores descubrió en un experimento con animales que dos sustancias químicas, la creatina y el tempol, atenúan la pérdida de la audición inducida por el ruido. Estos compuestos podrían llegar a ser la base de fármacos para aliviar este daño en los humanos.
(29/3/07 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Bruno Geller) – Reconocer la voz de una persona entre muchas voces, disfrutar la melodía de una canción, reaccionar ante un peligro al escuchar un ruido amenazante, son algunas de las muchas cosas que una persona puede hacer gracias a las células ciliadas del oído interno.
Esas células se encargan de traducir las ondas sonoras en señales electrofisiológicas, que luego son procesadas por el cerebro. Según el sonido, las células ciliadas se mueven de manera diferente, permitiéndole al cerebro distinguir entre diversos sonidos, por ejemplo, los de las vocales y los de las consonantes. Si estas células son dañadas por ruidos perjudiciales, se produce una pérdida de la audición, que puede ser temporal o permanente.
Investigadores del Instituto de Investigación Auditiva Krege de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, del Instituto Karolinska de Estocolmo, Suecia, y de la Universidad Keio de Tokio, Japón, descubrieron que dos sustancias químicas, la creatina y el tempol, atenúan la pérdida de la audición inducida por el ruido, según revela la revista Brain Research en su versión digital.
Ruidos que dañan
La exposición a ruidos perjudiciales provoca una vasoconstricción que diminuye el flujo sanguíneo en el oído interno. Como consecuencia, las células ciliadas pierden suministro de energía y no pueden realizar sus funciones de forma normal.
Además, los daños causados por los ruidos fuertes estimulan la acumulación de radicales libres, que pueden provocar la muerte de las células ciliadas. Los radicales libres son moléculas inestables con gran poder reactivo, que se forman en los organismos y pueden alterar las membranas celulares e incluso dañar el ADN.
Experimento
Los autores del estudio, Josef M., Miller, Shujiro Minami, Daisuke Yamashita, y un equipo de colegas realizaron experimentos con dos grupos de 6 cerdos cada uno, a los que se expuso a traumas sonoros. Catorce días antes del experimento, se les suministro a un grupo de estos animales una dieta que incluía creatina y tempol. El otro grupo de cerdos tuvo la misma dieta, pero sin esas sustancias.
Diez días después del trauma sonoro, los científicos evaluaron los oídos internos de los cerdos y observaron que la pérdida de células ciliadas había sido de un 51 por ciento en el caso de los cerdos que no consumieron comida con creatina y tempol, y de un 19.5 por ciento en los animales que sí habían ingerido una dieta con esas sustancias.
Acción de la Creatina y el Tempol
Según los investigadores, es posible contrarrestar la reducción de energía en el oído interno provocada por la falta de flujo sanguíneo mediante la administración de creatina. Este compuesto orgánico puede suministrar energía a las células ciliadas para la realización de sus funciones biológicas, ya que aporta trifosfato de adenosina (ATP), moléculas que contienen energía.
Por su parte, el tempol es un antioxidante que bloquea la formación y acumulación de los radicales libres que dañan el oído interno.
Los investigadores advierten que son necesarias más investigaciones a fin de saber si estas sustancias podrían ser la base de fármacos para uso humano y al mismo tiempo descartar que la combinación de creatina y tempol produzca efectos secundarios.