Las intenciones de una persona ya pueden “leerse” con herramientas científicas, asegura un equipo de investigadores del Instituto Max Planck. Combinando imágenes del cerebro con complejos algoritmos informáticos, creen haber descubierto importantes claves sobre cómo y dónde guarda la mente humana la voluntad de realizar determinadas acciones.
(9/4/07 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Florencia Mangiapane) – Por primera vez un equipo de investigadores afirma haber podido “leer” las intenciones de las personas a partir de su actividad cerebral. John-Dylan Haynes, del Instituto de Ciencias Cerebrales y Cognitivas Humanas Max Planck, junto con colegas de Londres y Tokio reconocieron con un 70 por ciento de acierto los planes de acción de un grupo de sujetos basándose en los patrones que registraba su actividad cerebral, según un comunicado de prensa de la Sociedad Max Planck.
Para llevar adelante el experimento, los investigadores pidieron a los participantes que optaran libremente y en silencio entre dos cálculos aritméticos (la suma o resta de un par de números) y se reservaran la intención por unos segundos hasta que vieran aparecer en pantalla los números con los que deberían efectuar el cálculo. Los científicos tomaron imágenes del cerebro de los sujetos a través de una resonancia magnética funcional, técnica radiográfica que permite identificar cambios en el flujo sanguíneo de distintas regiones del encéfalo. Previamente habían programado una computadora con sofisticados algoritmos informáticos capaces de identificar patrones cerebrales.
Asombrosamente, en un 70 por ciento de los casos acertaron si los sujetos tenían intención de sumar o restar los números antes de que los vieran en pantalla y comenzaran a realizar el cálculo. La demora con que aparecían los números se previó para asegurar que el objeto de estudio fuera la intención misma de los participantes, y no la actividad cerebral vinculada a la resolución del cálculo o el pulsado de teclas con que indicaban el resultado.
En el Instituto Max Planck destacaron que es posible conocer la decisión que toma una persona sobre un curso de acción próximo gracias a un nuevo método informático de reconocimiento de patrones por medio de variables múltiples, que consiste en programar a una computadora para que sea capaz de reconocer patrones de activación cerebral típicamente asociados con determinados pensamientos. Una vez que la computadora recibe este “entrenamiento”, se la puede usar para predecir las decisiones que tomarán los sujetos tomando como base sólo la actividad cerebral.
“Hasta ahora, existía la suposición de que los planes elegidos libremente eran almacenados en las regiones medias de la corteza prefrontal, mientras que los planes derivados de instrucciones externas se almacenaban en la superficie del cerebro. Con nuestro experimento pudimos corroborar esa hipótesis”, dijo Haynes, quien explicó además cómo se las ingenia el cerebro para guardar las determinaciones humanas: “Los experimentos demuestran que las intenciones no son codificadas por separado en distintas neuronas, sino que existe todo un patrón espacial de actividad cerebral”. Al parecer, las regiones frontales del cerebro almacenan la intención. Luego la información se “copia” en zonas posteriores, que se activan cuando los sujetos comienzan a hacer el cálculo correspondiente.
Los investigadores ya fantasean con que los resultados de la investigación ayuden a abrir un camino original en la búsqueda de soluciones para pacientes con parálisis que se sirven de dispositivos asistidos por computadoras o interfaces informáticas. “En el futuro será posible leer incluso los pensamientos e intenciones abstractos que tienen los pacientes. Algún día la determinación de ‘abrir la carpeta azul’ o ‘responder el correo electrónico’ podrán ser leídas por escáneres cerebrales y transformadas en las acciones correspondientes”, finaliza el comunicado del Max Planck.