Un grupo internacional de científicos diseñó vehículos robóticos que serán enviados el 1 de julio a cuatro mil metros de produndidad bajo una espesa capa de hielo en el océano Ártico, una región inexplorada donde podría haber formas de vida completamente nuevas.
(27/6/07 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Bruno Geller) – Científicos e ingenieros del Instituto Oceanográfico Woods Hole, con sede en Estados Unidos, diseñaron una serie de vehículos robóticos que se sumergirán hasta el fondo del océano Ártico para averiguar si existen especies marinas desconocidas, según reveló un comunicado de prensa de esa institución.
Hay lugares en las profundidades oceánicas que no han sido visitados por los seres humanos y despiertan una curiosidad tan intensa como la que empuja a los astrónomos a estudiar las lejanas galaxias del universo.
El geofísico Robert Reves-Sohn, jefe del equipo científico de la expedición, que monitoreará los vehículos robóticos por control remoto desde el crucero Oden, afirmó: “Explorar una zona de la superficie del planeta que ha sido en gran parte inaccesible a la ciencia es una oportunidad excitante”.
En la superficie de la región central del océano Ártico, que se extiende al norte de Europa, Asia y América, flotan casquetes de hielo de hasta 4 metros de espesor. En esa región del océano, las profundidades oscilan entre dos mil y cuatro mil metros.
Según Reves-Sohn es posible que allí hayan evolucionado hábitats biológicos en respiraderos hidrotermales que han estado aislados durante decenas de millones de años. “Podríamos tener la posibilidad de echar un ojo a formas de vida completamente nuevas que han estado viviendo en el abismo situado debajo de los hielos flotantes del océano Ártico”, destacó el experto.
Los respiraderos hidrotermales son géiseres submarinos de los cuales brota agua muy caliente rica en minerales y en cuyo entorno la vida puede florecer en ausencia total de luz solar. El primer respiradero hidrotermal fue descubierto en 1977 al este de las islas Galápagos. A partir de ese hallazgo, han sido descubiertos numerosos respiraderos a lo largo de las cordilleras submarinas del Atlántico y del Pacífico, donde se desarrollan ecosistemas en los que viven comunidades microbianas y vida más compleja como peces, camarones, almejas, mejillones y cangrejos.
El biólogo Tim Shank, miembro del equipo interdisciplinario que participa en la misión, se dedica al estudio del código genético de las especies marinas. El científico puntualizó: “La región que exploraremos ha estado en su mayor parte separada de los océanos Atlántico y Pacífico durante millones de años, así que si hay vida, ésta habría evolucionado, no del todo, pero sí relativamente de forma aislada”.
De acuerdo con Shank, la fauna del océano Ártico que ha sido hallada en zonas más accesibles de ese mismo océano es diferente en más de un 70 por ciento a las especies encontradas en otras partes del mundo. Por ese motivo, “es posible que encontremos especies nuevas que han desarrollado adaptaciones nunca antes vistas”, subrayó el especialista.
La misión
El crucero rompehielos Oden zarpará hacia el Polo Norte desde el puerto de Longyearbyen, en el archipiélago del Svalbard, un conjunto de islas que están bajo soberanía noruega. La tripulación a bordo estará compuesta por científicos e ingenieros marinos de Estados Unidos, Noruega, Alemania, Japón y Suecia.
Son tres los vehículos diseñados para la expedición: el Puma AUV será sumergido en el océano para detectar señales químicas y cambios en la temperatura que permitan localizar respiraderos termales. Posteriormente, los científicos enviarán el Jaguar AUV, una especie de submarino dotado de cámaras y de un sistema de sonar que emite sonidos que al rebotar son captados por sensores que permiten caracterizar la superficie del lecho marino.
Finalmente, el vehículo CAMPER se encargará, si la misión tiene éxito, de recoger piedras, sedimentos y criaturas vivientes que serán analizados.
El origen de la vida
Algunos científicos piensan que los respiraderos hidrotermales son ejemplos actuales de los ecosistemas en los cuales la vida surgió en la Tierra hace miles de millones de años. Incluso, consideran que pueden ofrecer claves sobre la vida en otros planetas.
Los investigadores están entusiasmados con la posibilidad de que el suelo marino del Ártico albergue formas de vida y condiciones ambientales similares a las que existieron cuando emergió la vida en la Tierra, más aún, si se considera que ese océano ha estado relativamente aislado de los otros durante millones de años.
La geoquímica Susan Humphris, que integra el equipo de la expedición, dice: “Si uno piensa sobre los orígenes de la vida, quisiera encontrar un área que reproduzca lo que pasó durante la infancia del Planeta”.
Financiada por la NASA y la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos, la expedición que comienza el primero de julio develará si esta ilusión de los científicos se cumple.