Por primera vez se realizó en Brasil un encuentro entre científicos y periodistas que debatieron sobre cómo los medios de comunicación tratan el cambio climático. Fue organizado por el Museo de la Vida- Fundación Oswaldo Fiocruz y participaron especialistas de Brasil, Inglaterra y Australia. Desde la Argentina, la Agencia CyTA formó parte del debate.
(25/9/07 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Laura García Oviedo) – El boom de notas sobre cambio climático crece día a día, y en 2007 ese fenómeno se ha visto potenciado por los informes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) que se dan a conocer cada cuatro años, de la mano de expertos de todo el mundo. Para reflexionar sobre cómo los medios de comunicación abordan el tema, el 21 de septiembre pasado el Museo de la Vida, Fundación Oswaldo Fiocruz, organizó un debate entre científicos y periodistas.
La cita fue en Río de Janeiro, Brasil, pero al mismo tiempo el evento pudo presenciarse a través de una transmisión por Internet de la que participó la Agencia CyTA. Los conferencistas de Brasil, Australia e Inglaterra, expusieron diferentes estudios sobre cómo se trata el tema en los medios, y opinaron sobre el modo de mejorar la comunicación de ese fenómeno global.
Algunas de las preguntas eje del encuentro fueron: ¿Cuáles son las verdaderas proyecciones sobre posibles efectos del cambio climático, y cuáles son en realidad exageraciones que rozan el sensacionalismo en los medios de comunicación? Y, ¿cómo mejorar el abordaje periodístico sobre estos temas?
La periodista e investigadora de Fiocruz, Luisa Massarani, coordinó el panel realizado en inglés y portugués. “El objetivo del workshop es ofrecer información confiable sobre cómo cubrir los temas relacionados con el cambio climático, y de que modo establecer un diálogo con la sociedad en la materia”, destacó antes del encuentro.
Impacto en la percepción
Uno de los panelistas fue Jose Marengo, del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, en sus siglas en portugués), quien comenzó su exposición mostrando la cobertura sobre el cambio climático que realizan los humoristas de la prensa gráfica en Brasil y en el mundo. Algunos de los chistes más llamativos, publicados en diferentes revistas y diarios fueron: un dibujo de la Tierra acostada en una cama y tomándose la temperatura con un termómetro; y la Tierra en una sartén.
El diario brasilero Folha de Sao Paulo, por ejemplo, publicó uno de los chistes más representativos sobre la percepción que tiene el público sobre cambio climático, y su asociación con el calentamiento global: en el primer cuadro se observó una soga para tender ropa en la década de los 20, de la que cuelgan un par de pantalones largos; en el segundo cuadro, en la década de los 50, otra soga y unos pantalones cortos; en el tercero, la parte inferior de una bikini colgada, que ejemplifica los 80; y en la actualidad una “microtanga”.
Ahora bien, Marengo contrastó esta manera de ver esos fenómenos con los hechos relatados en los informes del IPCC: las emisiones de gases de efecto invernadero, la relación del incremento de la venta de maquinaria agrícola con el aumento de la deforestación en el mundo; el aumento estimado del nivel del mar y también de fenómenos extremos como los huracanes y las inundaciones.
“Con cada anuncio del IPCC el mundo se agita con las noticias publicadas en los medios, que tienen como denominador común la producción de una sensación de pánico”, señaló el investigador, quien además afirmó que los periodistas se enfrentan con información científica que muchas veces no logran interpretar correctamente, como figuras y cuadros complicados de proyecciones de aumento de temperaturas. Aunque destacó que hay medios que logran hacer una cobertura “correcta”, como la revista brasileña Veja.
Según Marengo, los científicos en Brasil admiten que los periodistas están aprendiendo a cubrir este campo, y si bien hay “algún nivel de sensacionalismo, no es el fin del mundo”.
Por su parte, el australiano Simon Torok, quien es experto en divulgación científica y autor de libros y artículos periodísticos, remarcó que su país tampoco está exento del sensacionalismo en la comunicación mediática sobre el cambio climático.
“La cobertura de los medios se ha disparado entre 2004 y 2006; es algo muy bueno pero también implica muchos desafíos”, dijo Torok.
En una reciente encuesta realizada a jóvenes australianos sobre el cambio climático, la mayoría se mostró muy pesimista con respecto al futuro. Según el especialista, el 52% de los jóvenes está muy preocupado por el tema, el 44% admite estar nervioso por el futuro, y el 43% evidenció su preocupación por la contaminación del agua y el aire. Incluso, el 27% de los encuestados piensa que presenciará el fin del mundo.
“El cambio climático se explica cada vez más en un lenguaje alarmista y urgente, y al mismo tiempo se le echa la culpa al cambio climático cuando ocurren fenómenos naturales puntuales”, observó.
Torok aconsejó acercarse al público haciendo empatía: el lector suele preguntase si lo que está sucediendo lo afectará, y qué puede hacer al respecto. “El periodista necesita construir un mensaje consistente, consultar buenas fuentes de diferentes organizaciones”, dijo, y agregó que los científicos también pueden colaborar. ¿Cómo? Organizando jornadas de puertas abiertas para que el público conozca los laboratorios, e interactuando en charlas y hasta en comedias de teatro “científicas” con el fin de abrir el diálogo entre la ciencia y la sociedad.
Una mirada crítica
Ahora bien, si hay algo que marca la diferencia entre el periodista crítico y aquel que no se preocupa por hacer demasiadas preguntas es la cantidad de posturas reflejadas en sus artículos. El periodista brasileño Carlos Fioravanti presentó en este workshop un estudio acerca de cómo el diario inglés The Independent y el Folha de Sao Paulo suelen cubrir las noticias sobre cambio climático.
La cobertura del diario inglés expresó diferentes intereses, tanto de científicos, como de políticos, ONGs, empresas y consumidores; mientras que el medio brasilero construyó sus noticias mencionando a pocos actores sociales, con el predominio de voces de científicos de las universidades. De todos modos, el especialista señaló que en Brasil aumentó en los últimos meses la cobertura sobre cambio climático a un ritmo vertiginoso: en los últimos doce meses se publicaron 158 artículos sobre el tema en el Folha de San Paulo.
Además, Fioravanti criticó que muchas veces se cubren temas de ciencia de otros países y se dejan de lado temas que afectan a escala local. Incluso sucede con el tema del cambio climático. “Parece, en términos prácticos, que lo que ocurre en el exterior es más importante que lo que ocurre localmente”, dijo, y citó el concepto de “ciencia colonial” del pensador George Basalla. En parte, según Fioravanti esto ocurre por la gran oferta de material en revistas científicas, como Science y Nature.
Uno de los científicos bien “empapados” en el tema desde la ciencia fue Ulisses Confalonieri, del centro de estudios Fiocruz, que integra el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) establecido por la Organización Metereológica Mundial y otras agencias de las Naciones Unidas.
El especialista destacó que el IPCC no produce información nueva, sino que reúne y evalúa los trabajos científicos más relevantes sobre cambio climático. Está compuesto por diferentes grupos, y pasan casi tres años y medio trabajando en un reporte que se publica cada cuatro años.
Confalonieri destacó que si bien muchos medios de comunicación utilizan “calentamiento global” y “cambio climático” como sinónimos, éste último implica una serie compleja de mecanismos que va más allá del aumento de la temperatura, como por ejemplo el incremento de las inundaciones y el nivel del mar.
“Otro problema que detecté es un cierto alarmismo en la mención de problemas de salud a causa del cambio climático”, dijo, y agregó que esto se puede explicar por una cierta “paranoia europea”, pero que en muchos países las enfermedades como la malaria existen desde hace muchos años.
Mucho por hacer
El inglés Mike Shanahan, quien es asesor de prensa del Instituto Internacional para el Ambiente y el Desarrollo del Reino Unido, demostró que la cobertura periodística sobre el tema tiene una larga trayectoria en los medios, al citar una nota del diario estadounidense New York Times titulada:“El clima más cálido en la Tierra puede estar causado por el dióxido de carbono en el aire”. Lo llamativo es que fue publicada hace medio siglo, en 1956.
“La mayoría de la gente ha escuchado mucho sobre cambio climático, pero pocos lo entienden”, subrayó Shanahan, al mismo tiempo que señaló que ´cantidad de noticias publicadas´ no equivale a ´calidad explicativa´. Y agregó que aún persiste entre el público la duda de si el ser humano es la causa principal de estos fenómenos.
Un principio clave del periodismo es mostrar “las dos campanas” o las posturas opuestas sobre un tema, pero muchos periodistas no lo hacen. Y según el especialista son muchos aún los reportes periodísticos que niegan el rol del ser humano en el calentamiento global a causa de la emisión de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero.
Por último, Shanahan recordó que en diciembre próximo se realizará en la isla de Bali, en Indonesia, la próxima reunión de las Naciones Unidas sobre cambio climático. Uno de los temas “calientes” de la agenda internacional que se discutirán allí es cómo se repartirán las cuotas de emisión de gases de efecto invernadero entre las diferentes naciones (se realizará un protocolo “post Kioto” para después de 2012).
El especialista destacó asimismo que otro tema importante –pero de más bajo perfil– que se discutirá allí es cómo frenar la deforestación, que no es más que la otra cara de la emisión de gases contaminantes. “Para ello es necesario un consenso mundial y lograr la unidad de diferentes países y personas”, concluyó el especialista.
Con todo, el mensaje fue preciso: los científicos junto a los periodistas pueden aportar su granito de arena en la difusión del tema del cambio climático que afecta “acá, allá y en todas partes”.
RECUADRO
CONSEJOS PARA CUBRIR EL CAMBIO CLIMÁTICO
(25/9/07 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por L.G.O. y Bruno Geller) – ¿Cómo pueden mejorar los periodistas la cobertura sobre los fenómenos del cambio climático? La Agencia CyTA realizó esa pregunta vía Internet al asesor de prensa del Instituto Internacional para el Ambiente y el Desarrollo del Reino Unido, Mike Shanahan. Fue al final del workshop organizado por Museo de la Vida- Fundación Oswaldo Fiocruz, en Brasil y que se transmitió por Internet el pasado 21 de septiembre.
“Hay varias cosas que los periodistas pueden hacer para mejorar el tratamiento periodístico sobre el cambio climático. Una de ellas es explicar cómo las actividades humanas afectan el clima, porque la mayoría de la gente no termina de entender su relación con el efecto invernadero”, señaló Shanahan ante la audiencia presente en ese encuentro realizado en Río de Janeiro, y a su público “virtual” que lo escuchaba por Internet.
“Además, sería importante explicar la diferencia entre tiempo y clima. Las personas están muy acostumbradas a los eventos del tiempo (o metereológicos), y cuando ven grandes fenómenos puntuales, como las inundaciones en Inglaterra el mes pasado, sienten que es parte del cambio climático. La gente debe entender que no todos los fenómenos naturales pueden ser atribuidos al cambio climático generado por el ser humano”, agregó.
Por último, los periodistas también pueden mostrar y contar en sus notas que enfrentar el cambio climático puede ser un problema, pero al mismo tiempo puede generar beneficios, señaló el especialista.
“Si tomamos medidas para mitigar el cambio climático, podemos obtener muchos beneficios para la sociedad, la biodiversidad, y nuestro modo de vida. Las futuras generaciones nos agradecerán”, agregó Shanahan. Y concluyó que actuar ahora para disminuir el cambio climático es “como tener una póliza de seguro: nos costará un poco pero si dudas los beneficios serán mayores”.