Los futuros ingenieros de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de Villa María, Córdoba, protagonizaron la “Jornada de Tecnología Electrónica 2007”. La idea fue que aprendieran a resolver los problemas que surgen cuando se desarrollan dispositivos tecnológicos. Algunos de los trabajos presentados fueron un controlador de humedad y temperatura para diferentes ambientes, un reloj-calendario para no videntes, y un trabajo sobre energía solar.
(02/10/07 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Laura García Oviedo) – Muchas veces en la enseñanza universitaria predomina la teoría, y la experimentación en el campo de la praxis pasa a un plano secundario. Con la meta de ayudar a los alumnos a resolver los problemas prácticos que surgen al desarrollar equipos tecnológicos, un profesor de ingeniería de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de la ciudad cordobesa de Villa María organizó hace pocos días (el sábado 29 de septiembre) la “Jornada de Tecnología Electrónica 2007”.
En esa feria, que se realiza desde 1993, los alumnos presentaron diferentes trabajos, como un reloj-calendario para no videntes, un controlador de humedad y temperatura para invernaderos, y un trabajo sobre energía solar.
“La idea de esta Jornada es lograr que el alumno aprenda a trabajar en su especialidad: debe escribir un informe adecuado a la categoría de un ingeniero; luego debe construir el aparato y, por último, presentarlo en público ante profesores, técnicos y estudiantes”, explicó a la Agencia CyTA el Ingeniero Ivano Bonamici, quien es el titular de la cátedra “Tecnología Electrónica” de esa casa de estudios.
Futuros ingenieros
“A veces exponer el trabajo ante el público es aterrador para ellos, pero la verdad es que se trata de una forma distinta de educar, que los forma como profesionales y personas”, señaló Bonamici, quien trabaja en el Departamento de Química del Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas de las Fuerzas Armadas (CITEFA) en Villa María, Córdoba.
Los trabajos presentados no fueron inventos nuevos. La meta fue diferente. “No es necesario que sea un nuevo invento, lo importante es que el alumno trabaje en su especialidad y que su aplicación funcione”, destacó el profesional egresado de la Universidad Católica de Córdoba, que se dedica a la docencia desde 1969. Además, señaló: “La gran diferencia con un dispositivo que se comercializa, es que el presentado en la Feria es fabricado por un alumno. Es todo un desafío”.
La materia “Tecnología Electrónica” se realiza en el quinto año de la carrera de Ingeniería Electrónica de esa universidad, cuando los futuros especialistas se hallan a un año de distancia del título. Por eso, se les pide que pongan en juego sus conocimientos para poder armar los aparatos. Bonamici explica que la parte teórica la conocen, pero que les falta conocer la parte práctica, que es donde suelen aparecer los problemas. “Después, está la satisfacción de haber vencido los obstáculos, y haber terminado la aplicación”, subrayó el ingeniero.
Fabricación “a mano”
Fabián Sensini, de 26 años, nacido en la ciudad cordobesa Monte Maíz, es uno de los jóvenes que participaron de la Jornada en la UTN de Villa María; su trabajo fue fabricar un dispositivo de control de humedad y temperatura apto para diferentes ambientes cerrados. Para la medición de la humedad desarrolló, por ejemplo, un sensor que logró diseñar basándose en diferentes ecuaciones.
“También puse en práctica la programación de un micro controlador, concepto que se ve teóricamente en la cátedra Técnicas Digitales II, y que me resultó de gran ayuda porque es el alma del proyecto”, dijo Sensini a la Agencia CyTA. “Haber tenido que aplicar estos conocimientos fue una gran contribución para mi formación práctica debido a que me permitió empezar a ver cómo se materializa toda la teoría vista en las distintas cátedras de esta especialidad”.
Otro desarrollo que se expuso el sábado pasado fue un cartel electrónico programable de matriz de Leds (diodo emisor de luz). El responsable fue Ariel Cingolani, de 23 años y oriundo de Bell Ville. “El balance fue muy positivo ya que pude lograr lo que me había planteado en este proyecto desde un principio. Me llevó mucho tiempo de investigación y de desarrollo, pero el esfuerzo valió la pena ya que adquirí muchos conocimientos. Exponer el trabajo fue una buena oportunidad ya que uno va adquiriendo experiencia para el futuro”, opinó.
Esfuerzo y recompensa
El trabajo de Mariano Scarabello, que tiene 27 años y nació en Pozo del Molle, Córdoba, consistió en una balanza electrónica con adquisión de datos. El joven utilizó “strain gages \” o galgas extensiométricas, que son dispositivos que varían su resistencia según la deformación a la que se encuentran sometidos. “Son ampliamente utilizados en diferentes aplicaciones, desde artículos del hogar hasta la industria aeroespacial, con muy buenos resultados y de manera relativamente sencilla”, detalló.
En su trabajo práctico, utilizó una celda de carga que funcionó como un sensor para generar un sistema de pesaje automático. “El desarrollo del proyecto demandó un gran esfuerzo personal y económico. Restó también muchas horas de sueño, ya que no hay que olvidarse que muchos de nosotros trabajamos además de estudiar”, señaló Scarabello, sin dejar de destacar que el saldo compensa con creces lo invertido.
Sebastián Marengo, Luciano Pouce, Cristian Pavignano, Guillermo Sánchez y Martín Pochettino también participaron de la exposición. Sánchez, por ejemplo, tuvo como meta realizar un Reloj alarma y calendario para no videntes. Y Martín Pochettino presentó una investigación sobre energía solar (ver nota adjunta: “El camino de la energía solar……..)
Por su parte, Mauricio Moretto, que nació en Las Varillas, Córdoba, y tiene 25 años, fabricó un “capacímetro digital autorrango” manual –mide la capacidad de almacenamiento de carga eléctrica en capacitadores.
“Desde el punto de vista profesional, el proceso de diseño y construcción de este aparato planteó desafíos matemáticos, físicos y de programación (software). Estos desafíos me llevaron a la búsqueda de información y a la aplicación del diseño, lo que me proporcionó experiencia y puso a prueba mis habilidades”, expuso Moretto.
La recompensa no se hizo esperar: el público que asistió a la Jornada mostró mucho interés, y hubo prolongados aplausos al final de la presentación. Los futuros ingenieros ya están en camino.