Fue anunciada la creación de una reserva natural de más de 30 mil kilómetros cuadrados en la República Democrática del Congo para preservar a los bonobos, una especie en peligro de extinción. Ese espacio protegido también garantizará la supervivencia de otras especies.

(21/12/07 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Bruno Geller) – La República Democrática del Congo anunció la creación de una reserva natural para proteger a los bonobos –también llamados chimpancés pigmeos– de la extinción.

Según revela la revista científica Nature, hasta la fecha la población de bonobos en el mundo asciende a 10 mil y sólo habitan en el Congo. En la actualidad se encuentran en peligro porque son blanco de cazadores furtivos que intensificaron su cacería para comerciar su carne. La otra amenaza es la deforestación.

Además esa especie se vio seriamente en peligro porque vivía en una zona en la que se desarrolló una guerra que enfrentó al gobierno local con un grupo de rebeldes apoyados por Ruanda y Uganda. Parte del conflicto se basaba en el control de las principales reservas mundiales de coltan, aleación de columbita y tantalita, material superconductor que se utiliza en la fabricación de chips para telefonía celular, entre otros productos. Dicha guerra, que comenzó en 1998 y terminó formalmente en 2003, acabó con la vida de alrededor de 4 millones de personas.

En ese período, el apoyo de las organizaciones conservacionistas destinadas a la protección de los bonobos decayó, pero finalizada la guerra resurgió.

La Iniciativa para la Conservación de los Bonobos (BCI, según sus siglas en inglés), una organización con sede en Washington, Estados Unidos, se sumó a la decisión del gobierno de la República Democrática del Congo de crear una reserva para la protección de los bonobos. La reserva natural Sankuru tendrá una vasta extensión de alrededor de 30 mil kilómetros cuadrados.

Sally Jewell Coxe, su presidenta y cofundadora BCI de señala: “Este es un paso monumental que tiene como objetivo salvar una porción de la segunda selva tropical más grande del mundo. Esto tiene una gran importancia no sólo para la supervivencia de los bonobos sino también para toda la vida en la Tierra, dada la creciente amenaza del cambio climático”.

Dado que “la gente de Sankuru depende de la selva para su sustento. Una de las más urgentes prioridades es la de ayudarlos a desarrollar alternativas económicas que reemplacen el comercio de la carne de los bonobos”, afirma Coxe.

La creación de la reserva natural también brindará protección a los elefantes y a los okapi, una especie de jirafa de cuello corto, que también son cazados.

Unos animales muy especiales

Los bonobos y los chimpancés son los parientes más cercanos al ser humano, pero pertenecen a distintas especies del mismo género.

A diferencia de lo que ocurre entre los chimpancés, entre los bonobos existe dominancia femenina, sostenida por las fuertes alianzas que se observan entre las hembras de cada manada.

Otra importante diferencia entre los bonobos y los chimpancés es que los primeros no resuelven los conflictos predominantemente por el enfrentamiento físico o la amenaza, como sucede en las manadas de chimpancés, sino a través del contacto sexual entre hembras, entre machos y hembras y también entre machos. El infanticidio, práctica común entre los chimpancés, está ausente entre los bonobos.

La creación de la reserva natural Sankuru “es una gran victoria para los bonobos y para la conservación de la selva tropical”, asegura Coxe y agrega: “Ahora requerimos inversiones para preservar la reserva de forma exitosa. También hay otras áreas que necesitan ser protegidas para garantizar la supervivencia a largo plazo de los bonobos y de la totalidad de la selva tropical del Congo”.