Una sonda de la NASA está sobrevolando en la actualidad el Polo Norte del sol, con el fin de estudiar los vientos que son difíciles de observar desde la Tierra. Es la primera vez que se observaría el inicio de una fase de actividad solar desde un lugar privilegiado: el espacio.
(16/01/08 – Agencia CyTA_Instituto Leloir) – Lanzada hace 17 años desde la Tierra con la misión de estudiar el Sol, la sonda Ulysses realizará un nuevo aporte al enviar información sobre el posible inicio de un nuevo ciclo solar, según informa el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA.
Es la cuarta vez que Ulysses sobrevuela los polos del Sol, pero será la primera vez que los físicos puedan estudiar “en vivo y en directo” el fenómeno. “Es una oportunidad maravillosa para examinar el Polo Norte del sol en una transición de ciclos”, dijo Arik Posner, uno de los científicos del JPL.
Uno de sus colegas en el equipo de investigación, Ed Smith, destacó que los polos solares pueden ser fundamentales para conocer más sobre la evolución de esa estrella, al igual que los polos terrestres son cruciales en los estudios del cambio climático.
La actividad del Sol tiene fases de flujo y reflujo cada 11 años, según postula un sector de la comunidad científica. Cuando los campos magnéticos de las manchas solares pierden su fuerza son arrastrados a los polos, donde se hunden a 200 mil kilómetros de profundidad y contribuyen a generar su campo magnético.
Las tres veces anteriores que Ulysses sobrevoló los polos de la estrella fue en 1994-95, 2000-01 y 2007 (en febrero realizó observaciones del Polo Sur). La sonda forma parte de una misión en conjunto entre la NASA y la Agencia Espacial Europea.
“Cada sobrevuelo anterior reveló algo interesante y misterioso. Uno de los enigmas ha sido la temperatura de los polos. En el ciclo solar previo, la temperatura del polo magnético Norte era de más de 44 mil grados Celsius, y 8 por ciento más bajo que la del Sur”, informa el JPL.
Otro de los misterios es cómo circula el viento polar, que según las últimas observaciones está confinado en latitudes superiores a los 45 grados en vez de subir al Ecuador solar. La misión de la sonda es enviar información al respecto.