Investigadores estadounidenses dedujeron con un alto grado de precisión, usando un equipo de resonancia magnética funcional, imágenes que estaban siendo observadas por voluntarios. El trabajo pretende contribuir al desarrollo de métodos dirigidos a reconstruir la experiencia visual de las personas.
(23/07/08 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Bruno Geller) – Mediante el empleo de un equipo de resonancia magnética funcional (fMRI, según sus siglas en inglés), un equipo de científicos identificó, con alto porcentaje de éxito, las imágenes que dos voluntarios observaban en una pantalla. Así lo reveló un estudio publicado en la revista científica Nature del 20 de marzo.
El doctor Jack Gallant, del Departamento de Psicología de la Universidad de California, en Berkeley, Estados Unidos, y sus colegas tuvieron un 92 por ciento de éxito con el primer voluntario. De 120 imágenes (limones, plantas, un caballo saltando, entre otras) que había observado, los investigadores acertaron 110. Con el segundo voluntario, 86 de 120 imágenes fueron correctamente identificadas, lo que significó un éxito de un 72 por ciento.
“Las mediciones realizadas por fMRI proveen una estimación del flujo sanguíneo en cada área del cerebro. El flujo sanguíneo, a su vez, está más o menos relacionado con la actividad promedio de millones de neuronas”, explica el doctor Gabriel Kreiman, investigador del Programa de Neurociencias y Oftalmología del Hospital de Niños de Boston en la Escuela de Medicina de Harvard. Y agrega: “Cuando se analizan los datos de fMRI, el cerebro es dividido en muchos pedacitos, llamados voxels y se mide el flujo sanguíneo en cada voxel. Gallant estudió la actividad de los voxels en la corteza visual primaria”.
Lo que hizo Gallant fue medir en los dos voluntarios la actividad en cada voxel para un conjunto de imágenes. En la primera etapa, midió los cambios neuronales de los dos voluntarios con el fMRI mientras veían cientos de imágenes. Esa información era registrada en un modelo computacional que describía cómo los estímulos visuales se traducían en la corteza visual.
Una vez que se establecieron las señales de fMRI generadas por cada imagen, los autores del estudio dedujeron, con un alto grado de precisión, las 120 imágenes que vieron los voluntarios por segunda vez.
Esos resultados indican que las imágenes de la resonancia magnética funcional pueden suministrar más información de lo que se pensaba. “Es tal la información disponible en estas señales (del fMRI) que quizás, algún día, sea posible reconstruir el contenido visual de los sueños”, sostiene Gallant, quien considera que un procedimiento de lectura cerebral, en cualquier contexto, no debería efectuarse sin el consentimiento de las personas.
Un decodificador de la experiencia visual de una persona podría emplearse en estudios científicos de diversa índole o bien tener fines prácticos, asegura Gallant.
Por su parte, Kreiman, quien también se desempeña como director del laboratorio de Neurociencia del Sistema Visual, sostiene: “Todavía estamos muy lejos de todas las posibles aplicaciones que uno pueda imaginar utilizando estas técnicas. Pero hay gente que está tratando de usar fMRI para detectar mentiras y para estudiar la imaginación, entre otros objetivos. Por ahora, los resultados son bastante pobres”.