Las plantas desarrollan sus atractivos y hasta modifican la estructura de sus pétalos para atraer y dar cabida a los agentes polinizadores con los que se asocian. Si bien en muchos casos, los cambios suelen ser definitivos, la investigadora norteamericana Erin Tripp descubrió que la especie “Ruellia” tiene plasticidad suficiente como para revertir su estructura física, si a falta de colibríes en su entorno, debe adaptarse a las abejas.
(20/08/08 – Agencia CyTA, Instituto Leloir) – Las plantas que se asocian con ciertos tipos de agentes polinizantes como picaflores o abejas evolucionan para realzar sus atractivos. A veces, ese cambio permanece estable en el devenir evolutivo. Pero no siempre es así. El resultado de nuevas investigaciones, presentadas a fines de junio en la Sociedad Botánica de América y otras tres asociaciones, abonan la teoría de que algunas plantas tienen mayor flexibilidad evolutiva que otras.
En la citada reunión, Erin Tripp, una estudiante graduada en el departamento de Biología de la Duke University de Durham, Carolina del Norte, EE.UU, presentó una evidencia de esa plasticidad como resultado de los estudios realizados con la especie Ruellia, trabajo que fue publicado en la edición de julio de la publicación Evolution.
“Los sistemas de polinización frecuentemente reflejan adaptaciones para grupos particulares de polinizadores. Tales sistemas son indicativos de la especialización evolutiva y han sido importantes en la diversificación de las angiospermas (plantas con ambos sexos presentes en las flores). Nosotros estudiamos la evolución de los sistemas de polinización en exhaustivos análisis filogenéticos (relativos a la historia evolutiva) del género Ruellia. Encontramos diferencias florales morfológicas significantes entre las especies, asociadas a distintos grupos de visitantes florales”, sostiene Tripp en su trabajo.
Asimismo, Tripp manifiesta que algunos sistemas especializados, tales como los asociados a la polinización con mariposas o murciélagos, son probablemente estados definitivos. Por el contrario, afirma que los relacionados con la polinización realizada mediante picaflores no lo son. “Encontramos evidencia de múltiples transiciones desde presuntas polinizaciones ancestrales hechas por colibríes hacia polinizaciones realizados por abejas u otros insectos”, declara.
Como para permitir el acceso de los colibríes con su incesante aleteo, los pétalos deben arquearse en demasía, se suponía que esas estructuras físicas tan especializadas no podrían retornar a otras más generalizadas, que sirvieran de superficies de aterrizaje para los insectos.
Sin embargo, Tripp verificó que las flores de las especies polinizadas por insectos derivadas de ejemplares ancestrales polinizados por picaflores son morfológicamente más similares a las flores visitadas por los picaflores, que a las flores de especies más distantes polinizadas por insectos. “Esas observaciones son consistentes con la hipótesis de que algunas transiciones han sido adaptativas en la evolución de la Ruellia”, manifiesta.
Análisis del árbol familiar
Ruellia es un género tropical de plantas con flores pertenecientes a la familia Acanthaceae, que tiene 787 especies distribuidas tanto en el viejo como el nuevo mundo. La mayoría de las especies son herbáceas y todas son polinizadas por animales.
Tripp y su tutor, Paul Manos, de la Duke University, estudiaron los mecanismos de polinización de 115 especies de Ruellia. Analizando el ADN, realizaron un árbol familiar y luego aplicaron métodos estadísticos para reconstruir las características físicas y las probables asociaciones con agentes polinizantes de especies ancestrales.
Como era de esperar, Tripp constató que la forma y el color de la flor generalmente está correlacionado con los tipos de agentes polinizantes. Existía poca evidencia de que las especies de Ruellia polinizadas por mariposas o murciélagos hubieran revertido hacia una estrategia general para alojar abejas u otros insectos. Pero la polinización con picaflores era una historia diferente. De las especies de Ruellia que Tripp estudió, se constataron entre ocho y once transiciones de la disposición para picaflores en favor de los insectos, de acuerdo con las evidencias de los datos tomados por Tripp y otros.
La transición no era una reversión completa, notó Tripp. Muchos de los descendientes de los ancestros polinizados por picaflores comparten características físicas con las flores modernas que son polinizadas por picaflores. La investigadora sugiere que las transiciones ocurrieron como recurso adaptativo porque algunas especies de Ruellia que colonizaban áreas ricas en presencia de colibríes, más tarde se dispersaron a ámbitos carentes de ellos.