El desigual avance del conocimiento científico sobre las características de las células reproductoras femeninas y masculinas aparece hoy como un escollo a la hora de resolver los problemas de fertilidad que afectan a numerosas parejas. Los investigadores sostienen que, a fin de mejorar las técnicas de fertilización asistida, es necesario profundizar las investigaciones sobre la estructura del espermatozoide. Esa es una de las conclusiones surgidas en un Congreso Internacional sobre técnicas de fertilización asistida que acaba de concluir en Buenos Aires.
(19-09-08 -Agencia CyTA-Instituto Leloir) – “Si bien son necesarios más trabajos, el óvulo ha sido muy bien estudiado y el espermatozoide recién se esta empezando a estudiar (con mayor atención) en estos últimos cinco años”, afirmó en una entrevista concedida a la agencia CyTA el doctor Sergio Papier, director médico del Centro de Estudios en Ginecología y Reproducción (Cegyr), en el marco del 1er. Congreso Internacional sobre los “Avances y las controversias en reproducción asistida: al cumplirse treinta años del primer nacimiento por Fecundación in Vitro”, realizado en Buenos Aires entre el 16 y 19 de septiembre. Estuvo organizado de manera conjunta por la Red Latinoamericana de Reproducción Asistida (Red LARA) y Cegyr.
Uno de los temas abordados en el encuentro fue el tipo de alteraciones que se producen a nivel de la estructura de los espermatozoides. En algunos casos, estas células reproductoras masculinas no tienen la habilidad para unirse al óvulo y por lo tanto no se produce la fertilización.
Según explica Jorge Blaquier, director regional de la red LARA, el proceso de fertilización está mediado “por un receptor en el espermatozoide que tiene su contraparte en el óvulo. Cuando falla el mecanismo del receptor del espermatozoide, se produce la falta de reconocimiento entre ambos y no tiene lugar la fertilización. En otros casos falla el mecanismo de reconocimiento del óvulo”.
Una de las técnicas empleadas en clínicas de fertilización asistida para ayudar a las parejas a concebir es la inyección intracitoplasmática de espermatozoide (ICSI). Se inyecta un espermatozoide dentro del óvulo para lograr la fertilización, transfiriéndose luego el embrión al útero de la mujer.
Los expertos señalan que en algunos casos, el ICSI no tiene éxito debido a deficiencias cromosómicas presentes en el espermatozoide.”En la actualidad se buscan alternativas de mejor selección de espermatozoides para mejorar la fertilización”, indicó Papier.
Cuando, tras varios intentos, dicho estudio no ofrece solución, existe la posibilidad de acudir a un donante de esperma, señaló el doctor Daniel Franken, del laboratorio de investigación en Biología Reproductiva del Departamento de Ginecología y Obstetricia del Hospital Tygerberg, en Sudáfrica, quien fue invitado al congreso.
Papier coincide en afirmar que la donación de semen es una alternativa válida para los casos severos en los que el ICSI no logra dar una respuesta a las parejas. Sin embargo, afirma que: “Antes de esa medida, agotamos todos los recursos orientados a encontrar mejores espermatozoides”.
Otra posibilidad consiste en extraer espermatozoides de buena calidad directamente desde los testículos. “Esta técnica tiene su sustento en teorías que dicen que, en determinados casos, el paso del espermatozoide por los conductos que llevan el esperma puede incidir en su conformacion molecular, afectando los resultados, con lo cual extrayendo estos espermatozoides antes de que pasen por los conductos, se mejorarían los resultados, en casos muy concretos”, destacó Papier.
Ese camino, ya está siendo transitado. Ya que, como señala Blaquier, el 50 por ciento de los hombres que no tienen espermatozoides al eyacular, sí los tienen en el testículo. “Si uno los busca por biopsia, es posible recuperarlos y usarlos en procesos como el ICSI”, dice.
Con respecto a la selección de espermatozoides, Blaquier destacó también que se están investigando nuevas formas de determinar con mayor precisión la calidad de los óvulos para elegirlos eficazmente a la hora de aplicar técnicas de fertilización asistida.
Factores genéticos y ambientales
Créase o no, los factores ambientales también influyen en la calidad de los espermas. El doctor Franken señala que “el estrés, el tabaquismo excesivo y los efectos de algunos compuestos químicos como determinados pesticidas (DDT), son variables involucradas”. A ellos se suman la contaminación del agua, la exposición a metales pesados, y el arsénico, así como los factores genéticos.
“Durante el congreso, se hizo hincapié, entre otros temas, en la necesidad de estudiar a hombres mayores de 45 años que empiezan a tener alteraciones a nivel del ADN”, dijo Papier.
También hubo coincidencias en que se deberían llevar adelante investigaciones dirigidas a determinar con más precisión las dificultades reproductivas en hombres que reciben quimioterapias en tratamientos contra el cáncer.
Entre las alteraciones que pueden incidir se nombró también al varicocele, que es la presencia de várices en el testículo. En estos casos, el aumento de la temperatura a nivel testicular parece afectar además de la cantidad, la movilidad y la integridad del ADN espermático”, sostuvo Papier. Y continuó: “Hay casos donde se aconseja operar, aún para mejorar los tratamientos de reproducción asistida”.
Por su parte Blaquier, aseguró que la edad incide en la calidad espermática. “Eso está establecido. Uno lo ve comúnmente en el consultorio cuando viene un hombre de 50 años con una nueva pareja. En el pasado, pudo tener tres hijos, y ahora no puede. No se sabe claramente si tiene que ver con un fenómeno propio de la edad o con una exposición a los factores ambientales ya mencionados durante un mayor lapso de tiempo, a causa de la edad”.
Atención psicológica
Frankel indica que “En Sudáfrica, contamos con un equipo de psicólogos y psiquiatras que apoyan a las parejas que buscan tener hijos. El apoyo psicológico es parte del tratamiento”.
Blaquier y Papier coinciden en que esa contención resulta fundamental en los tratamientos de fertilización asistida.
“En general, muchas parejas sienten angustia o ansiedad. Más allá de que queremos ayudar y contener a los pacientes, creemos que es prácticamente obligatorio contar con un equipo especializado de psicología”, dijo Papier.
Faltando pocas horas para el cierre del encuentro científico, Blaquier destacó que la realización del congreso internacional en Buenos Aires tiene una importancia fundamental desde el punto de vista educativo. “Es un espacio ideal para que los investigadores locales accedan a los últimos avances científicos vinculados con las técnicas de fertilización asistida”, aseguró.
Para Papier, lo interesante del congreso es que se efectuó en el marco de los 30 años del nacimiento del primer bebe por fecundación in vitro. “Eso también le ha dado un marco diferente. Hemos abarcado diferentes aspectos sobre los actuales avances científicos del área y también hemos abordado controversias: todo avance genera siempre una controversia hasta que los resultados aclaran el panorama”.