Investigadores del Conicet constataron la presencia de piojos en tres de cada diez chicos, de entre tres y trece años, de escuelas primarias públicas y privadas porteñas. Los especialistas explican por qué las nenas son más susceptibles al contagio que los varones y cómo es que el contagio crece tanto en invierno como en verano. Recomiendan la implementación de campañas de prevención en las escuelas y el empleo de productos autorizados.

(02/02/09 – Agencia CyTA-Instituto Leloir) – Cerca del 30 por ciento de 1856 niños de entre tres y trece años de ocho escuelas estatales y privadas de la ciudad de Buenos Aires presentaron pediculosis (infestación causada por los piojos), según un estudio publicado en la edición de enero de la revista científica Parasitology Research.

“Si bien la investigación se realizó en 2006, si extrapolamos los datos, podrían ser aplicables al 2009, aunque obviamente habría un sesgo en dicha comparación. De todos modos, trabajos previos realizados en la Argentina hace 10 años obtuvieron resultados similares a los nuestros”, señala uno de los autores del estudio, Ariel Toloza becario del Conicet del Centro de Investigaciones de Plagas e Insecticidas (CITEFA-CONICET). Y agrega: “Este valor está muy por encima del 5 por ciento considerado de importancia epidémica. En otras palabras, podríamos decir que, en promedio, a lo largo del año 3 de cada 10 chicos de esa franja etaria tienen piojos.”

En el trabajo, dirigido por la doctora María Inés Picollo, también participaron Claudia Vassena, Gastón Mougabure Cueto, Paola González Audino y Anabella Gallardo.

Según el estudio, los niños de entre 8 años y los de 13 fueron los más afectados. “Además, algo importante de destacar es que encontramos que las nenas estaban más infestadas que los varones, lo cual estaría relacionado con sus hábitos de juegos”, indica Toloza. Y continua: “Ello puede ser explicado a que encontramos que casi todas las nenas examinadas tenían el pelo largo lo cual resulta más difícil encontrar piojos por parte de los padres o tutores. Además los tipos de juegos son diferentes en las nenas y en varones. Las primeras tienden a formar rondas de juegos en las que comparten objetos personales, se peinan entre sí y están más cerca una de otra. Con respecto a los varones, los tipos de juegos suelen estar más relacionados con juegos deportivos.”

Por su parte, el doctor Miguel Angel Allevato, jefe de la División Dermatología Hospital de Clínicas José de San Martín, explica que la pediculosis es, en general, una parasitosis contagiosa, “por lo tanto aumenta durante el invierno en la época escolar pero, también en las colonias de verano.”

Los efectos de la pediculosis no suelen ser de gravedad, aunque siempre hay casos extremos, asegura Toloza. “Los piojos, ectoparásitos que se alimentan de sangre, generan en la mayoría de los chicos comezón, excoriación del cuero cabelludo generado por el rascado de los mismos, pudiendo desencadenar una dermatitis o irritación del mismo. En algunos casos el intenso rascado de los chicos puede generar lastimaduras que permiten a las bacterias ingresar y generar infecciones secundarias”, subraya.

Tratamientos y prevención

Tanto Allevato como Toloza coinciden en que en aquellos casos en los que utilicen productos pediculicidas, los mismos tienen que estar debidamente autorizados y bajo ninguna circunstancia se deben emplear productos caseros o veterinarios, ya que pueden traer consecuencias nocivas a los niños.

“En otras épocas y aún hasta hoy en entornos donde el acceso a los pediculicidas es restringido suelen emplearse sustancias sumamente peligrosas como el querosén. Este producto penetra a través de la piel y puede causar severas intoxicaciones”, advierte Allevato quien también se desempeña como editor de la revista Actualizaciones Terapéuticas Dermatológicas y Estéticas. Y agrega: “En cuanto a los pediculicidas de venta en farmacias no tiene poder residual por lo cual no ofrecen protección contra la reinfestación y no se recomienda su uso indiscriminado con objetivos de profilaxis ya que no están exentos de toxicidad.”

Según el especialista del Hospital de Clínicas los tratamientos farmacológicos disponibles son numerosos y se presentan en forma de champúes, lociones, cremas de enjuague y todos ellos son eficaces en grados variables. “Pero, la remoción mecánica con peine fino, es ineludible ya que posibilita la extracción de la liendre”, indica.

El estudio publicado en Parasitology Research revela que de las 8 escuelas cuyos alumnos fueron examinados en la franja etaria mencionada, una tuvo una prevalencia de pediculosis de cerca de 19 por ciento y otra de 43 por ciento. “Estas diferencias reflejan una realidad que depende de la atención con que la escuela y los padres atienden el problema de los piojos. A modo de ejemplo, hay escuelas en las que hacen campañas contra la pediculosis, pero no en todas. La enseñanza sobre la pediculosis es dependiente de las autoridades de los establecimientos escolares sin importar si ellos son públicos o privados”, explica Toloza. Y agrega: “Los niveles de prevalencia hallados en colegios públicos y privados fueron similares.”

RECUADRO

CON LOS PIOJOS AL FREEZER

-No es recomendable emplear pediculicidas en niños menores de dos años de edad.

-No deben usarse acondicionadores ni otros productos para el pelo antes de aplicar el pediculicida ya que reducen su efectividad.

-Debe evitarse el contacto del pediculicida con la cara, la boca y los ojos.

-Las mujeres embarazadas siempre deben consultar al médico sobre el producto apropiado para su condición.

Asimismo, el doctor Miguel Angel Allevato, jefe de la División Dermatología Hospital de Clínicas José de San Martín, recomienda, en caso de cabello largo, usarlo recogido. “También es importante el cambio permanente de las prendas de vestir y la ropa de cama y el lavado con agua muy caliente (más de 55º C). La ropa y los objetos pueden, además, ser colocados en el freezer por 30 minutos, ya que los fríos bajo cero son letales para piojos y liendres”, agrega.

Los elementos de uso personal como prendas de vestir, sombreros, toallas, almohadas, juguetes de peluche deben lavarse separadamente y exponerse al calor del secado por al menos 20 a 30 minutos. También se les puede colocar previamente spray de permetrina.

“Los elementos que no pueden lavarse deben mantenerse aislados durante períodos de 15 días después de los cuales los parásitos mueren. No se recomienda arrojar sprays de insecticida indiscriminadamente en los muebles o alfombras ya que existe riesgo de toxicidad; sí en cambio es apropiado pasar la aspiradora”, sugiere Allevato.

Se han detectado grupos de piojos menos susceptibles a los pediculicidas. “Estos piojos han desarrollado mecanismos que les permiten resistir la acción de los medicamentos los cuales resultan así menos eficaces. Por ello es tan importante, no emplear el pediculicida indiscriminadamente con fines de profilaxis ya que no sirven para este fin y, tampoco aplicarlos a toda la familia sino sólo a aquellos que tengan liendres o piojos adultos”, señala Allevato.