Ya está en marcha una plata piloto dirigida a probar tecnologías que a corto plazo puedan reciclar desechos y cubrir las necesidades básicas de comida, agua y oxígeno de los humanos instalados en la superficie de la Luna o de Marte. La iniciativa forma parte de los proyectos de la Agencia Espacial Europea destinados a preparar misiones espaciales tripuladas de larga duración.
(08/06/09 – Agencia CyTA – Instituto Leloir) – A fin de preparar el terreno de misiones tripuladas de exploración espaciales de gran duración, acaban de inaugurar en Barcelona, España, una planta piloto que está ensayando tecnologías que podrían, en el futuro, reciclar desechos y cubrir las necesidades básicas de comida, agua y oxígeno de los humanos instalados en la superficie de la Luna o de Marte.
De acuerdo con la Agencia Espacial Europea (ESA, según sus siglas en inglés) esa planta piloto forma parte del proyecto MELiSSA, acrónimo de ‘Micro-Ecological Life Support System Alternative’ – Alternativa de Sistema de Soporte Vital Micro Ecológico. Se trata de un ecosistema artificial diseñado para obtener comida, agua y oxígeno a partir de residuos –heces y orina-, dióxido de carbono y minerales, junto a otros elementos.
La planta piloto MELiSSA, que se encuentra en la Escuela de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Barcelona, tendrá una “tripulación” de 40 ratas –su consumo de oxígeno, en total, equivale al de un humano-, las que estarán bajo un estrecho control veterinario a lo largo de todo el experimento.
Según la ESA, MELiSSA va más allá que otros sistemas de reciclado usados en la estación Mir –ya destruida- o en la Estación Espacial Internacional, donde se purifica el agua y se reciclan la orina y el dióxido de carbono exhalado pero no se aspira a reciclar los residuos orgánicos para producir alimento.
La instalación se basa en el principio de un ecosistema acuático, y consiste en cinco compartimentos interconectados. En tres de ellos los desechos son progresivamente sometidos a procesos de fermentación. En el cuarto compartimento se cultivan plantas y algas, para producir comida, oxígeno y agua. En la quinta estancia se alojan las ratas.
Para los responsables del proyecto, el desarrollo de estas tecnologías resulta clave para lograr preparar misiones espaciales de larga duración que se adapten a las necesidades reales de las misiones con humanos en escenarios diferentes.