Evitar el consumo de cigarrillos y la exposición al humo de tabaco, no exponerse en forma excesiva al sol y mantener un peso saludable a través de una dieta sana, entre otras medidas, reduciría la prevalencia de distintos tipos de cáncer en forma significativa, informó  la Unión Internacional contra el Cáncer. Sobre estos temas la Agencia CyTA consultó a la doctora Berta Roth, directora general del  Instituto de Oncología “Ángel H. Roffo” de la Universidad de Buenos Aires.

(22/02/10 – Agencia CyTA – Instituto Leloir)-. En el marco del “Día Mundial contra el Cáncer” (se conmemora el 4 de febrero), la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC)  informó que alrededor del 40 por ciento de los cánceres son potencialmente prevenibles si se llevan adelante cinco simples acciones: evitar el consumo de cigarrillos y la exposición al humo de tabaco; limitar el consumo de alcohol; evitar la exposición excesiva al sol; mantener un peso saludable, a través de una dieta sana y hacer ejercicio regularmente; y protegerse contra las infecciones que causan cáncer.

Esta información es significativa y adquiere una dimensión de gran magnitud si considera que la Organización Mundial de la Salud, junto con la Organización Panamericana de la Salud (OMS/OPS)-Argentina y la UICC advirtieron que más de 12 millones de personas son diagnosticadas con cáncer cada año en el mundo y 7,6 millones mueren como consecuencia de la enfermedad.

Medidas de prevención

Al ser consultada por la Agencia CyTA, la doctora Berta Roth, directora general del  Instituto de Oncología “Ángel H. Roffo” de la Universidad de Buenos Aires, afirmó que algunos tipos de cáncer podrían evitarse si las personas tomaran determinadas medidas en su vida cotidiana.

“Los tumores más prevalentes están relacionados con el consumo de cigarrillo, la obesidad, el alcohol y la dieta. La actividad física y un peso saludable disminuyen el riesgo de padecer cáncer. La obesidad y las dietas ricas en grasas saturadas favorecen la carcinogénesis a partir de la metabolización de hormonas estimulantes –por ejemplo estrógenos en cáncer de mama y de endometrio- y a través de la producción de agentes oxidantes que dañan el ADN  como es el caso del cáncer de colon y de estómago”, señaló la doctora Roth.

De acuerdo con la especialista, seguir una dieta rica en frutas y verduras, con alto valor en vitamina E y C y antioxidantes, así como evitar los conservantes y las grasas saturadas son acciones recomendables. “Por otra parte, es conocida además la relación de la exposición solar con tumores de piel, especialmente en los primeros años de vida”, destacó Roth.

Dado que determinadas infecciones pueden aumentar el riesgo de contraer algún tipo de cáncer, se recomienda tomar medidas al respecto. De hecho los organizadores del “Día Mundial contra el Cáncer” hicieron hincapié en la prevención de cánceres de origen infeccioso. Según la OMS-OPS, un quinto de los casos de cáncer a nivel mundial se debe a las infecciones crónicas, especialmente las causadas por los virus de la hepatitis (hígado), los virus del papiloma humano (cuello uterino), las bacterias Helicobacter pilori (estómago), los esquistosomas que son un tipo de parásito (vejiga), la Fasciola hepática, otro tipo de parásito (vía biliar), y el virus de la inmunodeficiencia humana (sarcoma de Kaposi y linfoma).

“El origen de los tumores no es único sino que son varias las causas que los producen. La mayoría de los tumores prevalentes, exceptuando un subgrupo de tumores hereditarios (del 5 al 10 por ciento), son el producto de la interacción de factores del huésped y del ambiente.  Estos factores ambientales son divididos en químicos, físicos y biológicos. Algunos de las estirpes tumorales prevalentes presentan dentro de su etiología participación de agentes biológicos infectocontagiosos que aumentan la probabilidad de padecerlas.  Los agentes infecciosos mencionados son factores necesarios pero no suficientes y deben existir otros condicionantes como inmunodepresión, desnutrición y  tabaquismo, entre otros factores”, puntualizó la Directora General del  Instituto de Oncología “Ángel H. Roffo”. Y agregó que el virus del papiloma humano, el virus de la hepatitis B y C y el HIV comparten mecanismos de transmisión sexual y sanguínea que son evitables con medidas de prevención.

Políticas de salud

Todavía en Argentina las políticas preventivas contra el cáncer son débiles, pese a que constituye una de las causas de muerte y morbilidad más importante en nuestro medio, afirma Roth. “Los esfuerzos hasta el momento siguen enfocados en el tratamiento y no en la prevención y el diagnóstico precoz, lo que verdaderamente impactaría en la salud de la población. Los tumores prevalentes en la Argentina tienen relación con la pobreza y la falta de educación. Hay que entender a la educación como un todo, no como una información aislada sobre una patología o norma de conducta. De hecho, los países con mayor desarrollo económico y social han logrado disminuir la incidencia de estos tumores prevenibles”, subrayó la especialista.

Para Roth, los  recursos humanos y económicos deberían dirigirse al desarrollo de políticas integrales de salud, priorizando programas de vacunación (hepatitis B, HPV), saneamiento ambiental (el agua potable evitaría la presencia de Helicobater Pylori), educación (educación sexual, tabaquismo, alcoholismo, exposición solar), accesibilidad de los métodos de screening y de atención primaria.

Finalmente, apoyar la investigación básica es apoyar el conocimiento de la etiología y fisiopatología del cáncer, permitiendo estrategias de diagnóstico y tratamiento más efectivas, afirmó la doctora Roth. Y concluyó: “Todavía resta mucho en nuestra lucha contra el cáncer, son múltiples los mecanismos involucrados en la génesis y desarrollo de esta patología, pero el conocimiento actual debe ser utilizado para disminuir el enorme impacto personal, familiar y social que esta enfermedad produce. Desde esta mirada, urge la necesidad de generar políticas comunitarias tendientes a reducir la carga de enfermedad en nuestra sociedad.”

 

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