Las parejas de pacientes con demencia tendrían un riesgo incrementado, en relación con la población general, de desarrollar esa misma afección, según reveló un estudio que evaluó más de 1200 casos. De acuerdo con el trabajo, publicado en The Journal of the American Geriatrics Society, los familiares a cargo de la persona enferma suelen tender a reducir sus actividades sociales y de tiempo libre, lo que desencadenaría estrés crónico. Recomiendan tener presente la necesidad de “cuidar a quien cuida”.
(21/05/10 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. El riesgo de padecer demencia aumentaría en las parejas de pacientes con demencia, revela un estudio publicado en la edición de mayo de la revista The Journal of the American Geriatrics Society. El estudio, realizado por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad Pennsylvania encabezados por el doctor Agus Zalman,evaluó la evolución de 1221 parejas de 65 o más años en el estado de Utah (Estados Unidos) durante un lapso promedio de más de tres años.
“La demencia es una pérdida de la función cerebral que ocurre con ciertas enfermedades y afecta la memoria, el pensamiento, el lenguaje, el juicio y el comportamiento. La causa más frecuente es la enfermedad de Alzheimer. La posibilidad de desarrollar estos cuadros se vinculan con factores genéticos y ambientales”, señaló a la Agencia CyTA el doctor Pablo Richly del departamento de Neuropsiquiatría del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) con sede en Buenos Aires.
El estudio reveló que el riesgo de padecer demencia aumenta seis veces en las parejas de pacientes con demencia respecto de la población general, efecto que sería más marcado en los hombres.
Durante el curso de la investigación las 1221 parejas fueron evaluadas con instrumentos de screening de trastornos cognitivos, siendo confirmado aquellos casos en los que se constató alguna alteración, mediante una entrevista y exámenes neuropsicológicos.
De acuerdo con los autores del estudio, los factores que provocan ese aumento del riesgo de padecer demencia entre los “cuidadores” podría ser el resultado de “un efecto del estrés crónico a nivel cerebral y fundamentalmente a nivel del hipocampo, el que esta intrínsecamente vinculado con la memoria.”
“La demencia es una enfermedad que conlleva un gran cambio en la vida del paciente y sus familiares. Los problemas cognitivos y conductuales producen un alto nivel de dependencia y cuidado que lleva a los familiares a un alto nivel de estés conocido como sobrecarga del cuidador. Con la modificación de la rutina de la vida cotidiana los familiares suelen tender a reducir sus actividades sociales y de tiempo libre, restringiéndose a aquellas actividades hogareñas básicas. Es frecuente que prioricen la atención del paciente descuidando su autocuidado. Esto los vuelve más vulnerables al desarrollo de este tipo de cuadros”, indicó Richly.
De acuerdo con ese especialista, los resultados del estudio refuerzan la importancia de la orientación, contención y acompañamiento de los familiares de los pacientes. “Para prevenir este tipo de consecuencias en la salud de los familiares que cuidan a pacientes con demencia, es de gran importancia que participen en talleres y grupos destinados a familiares a fin de generar una red social amplia, sostener actividades y espacios personales ajenos a la atención de sus familiares, así como también considerar su tratamiento aún a nivel preventivo“, explicó el doctor Richly que también se desempeña como coordinador del curso de Neuropsiquiatría, Neurología Cognitiva y Demencias en la Facultad de Posgrado de la Universidad Favaloro. Y concluyó: “No se debe nunca olvidar que enfocar solo la atención en el paciente consultante puede eclipsar el padecimiento de quienes lo acompañan y perder la oportunidad de actuar a tiempo. Cuidar a quién cuida es beneficioso para todos”.