En el sitio de arte rupestre Cueva de las Manos inauguraron un centro que expone gigantografías, réplicas y otros materiales para que los visitantes conozcan detalles del lugar. El proyecto fue concebido por investigadores del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano, de la Secretaría de Cultura de la Nación, y realizado por la Fundación Naturaleza para el Futuro.
(10/05/10 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Situada en el área del Alto Río Pinturas en el Noroeste de la Provincia de Santa Cruz está el sitio Cueva de las Manos, declarado por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad en diciembre de 1999. En las paredes rocosas que bordean el cañadón con un paisaje de gran belleza, es posible observar pinturas rupestres que evidencian una ocupación integral del área por parte de los cazadores-recolectores a lo largo de ocho mil años. Manos, escenas de caza de guanacos, huellas de ñandúes, motivos geométricos, figuras humanas y de animales, son algunas de las diversas imágenes que dan testimonio sobre la vida de esos cazadores que habitaron la región hace 9 300 años.
Con un subsidio de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) otorgado a un proyecto del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL), de la Secretaría de Cultura de la Nación se inauguró el 27 de Abril el “Centro de Interpretación Cueva de las Manos”, situado a 600 metros del sitio arqueológico, en sus instalaciones de acceso. La realización estuvo a cargo de la Fundación Naturaleza para el Futuro (FuNaFu) en un trabajo en conjunto con arqueólogos del INAPL.
“El centro condensa casi toda la información relacionada con el sitio mediante gigantografías y réplicas: la flora y fauna, los primeros viajeros, las investigaciones científicas, el trabajo arqueológico, la vida de los cazadores-recolectores, las distintas técnicas que utilizaban para realizar las pinturas y el cuidado del patrimonio.
“Está abierto al público en general y su finalidad es brindar conocimientos acerca de la forma de vida de los cazadores-recolectores que habitaron esa región durante miles de años”, explicó a la Agencia CyTA la arqueóloga María Onetto, directora del Proyecto “Conservación y Gestión sostenible del Patrimonio Cultural. Cueva de las Manos: 10.000 años de historia en la Patagonia”. Y agregó: “Este espacio permitirá que los visitantes conozcan la naturaleza del Cañadón del Río Pinturas, las técnicas y materiales que emplearon los cazadores para realizar las pinturas. También se pone de relieve los motivos y diseños artísticos presentes, entre otros temas. Este espacio es también una manera de acercar al público el trabajo de Carlos Gradin y su equipo, los investigadores que estudiaron las representaciones rupestres durante mas de dos décadas.”
“También brindamos a los visitantes información acerca de los primeros viajeros que visitaron el Cañadón y el resultado y hallazgos de las investigaciones arqueológicas en el área”, comenta la arqueóloga Andrea Murgo, integrante del equipo de INAPL.
Por su parte, la arqueóloga María Luz Funes, quien también integra el equipo del INAPL, señaló que desde que el sitio fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad, la visita de turistas nacionales y extranjeros ha aumentado de manera significativa. “La gestión de este patrimonio único no sólo involucra aspectos relacionados con su investigación, sino también con su conservación, protección y divulgación. Uno de los elementos clave es involucrar también a la comunidad en estas actividades. El centro recién inaugurado permite en forma concreta cumplir algunos de estos objetivos.”
Participación de la comunidad
La idea surgió de una propuesta de la Asociación Identidad Pro-Museo Regional de crear un espacio en el sitio para brindar información al visitante. Se trata de un grupo de vecinos comprometidos con la historia del lugar, cuyos objetivos son fomentar la investigación, proteger y divulgar el patrimonio natural y cultural del área. Realizan distintas actividades difundiendo los conocimientos de la arqueología regional, la historia de los primeros inmigrantes y la revalorización de las artesanías locales.
El Centro de Interpretación Cueva de las Manos, también difunde información previniendo acerca de las amenazas que atentan contra las pinturas rupestres.
Según destaca Onetto, algunas de estas medidas son: “mantenerse dentro de los senderos, evitar el contacto directo con las pinturas rupestres, arrojar residuos en los cestos, cuidar la vegetación, dejar todo en su lugar (no recoger piedras o restos arqueológicos) y obedecer a los encargados y guías.”
Recuadro ¿CÓMO VIVÍAN?
Según indican las investigadoras del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano, los autores de las pinturas rupestres de Cueva de las Manos eran cazadores que recorrían largas distancias.
Se trataba de grupos familiares (de 25 a 30 personas) que vivían en las zonas más reparadas del Río Pinturas, donde había agua y leña. La dependencia del guanaco los obligaba a seguir sus manadas de acuerdo a las estaciones del año. “Usaban armas largas que consistían en lanzas dotadas con puntas de proyectil y también lanzaban bolas de piedra para abatir a los guanacos, su principal producto de caza”, afirma Murgo. Y agrega: “Muchas pinturas muestran escenas de caza en donde intervienen guanacos y figuras humanas diseñadas con gran dinamismo y perfección”.
Incluso el arte rupestre evidencia algunas técnicas que empleaban para la caza de guanacos. Además de mostrar escenas de persecuciones aisladas de esa presa, otras imágenes muestran cercos conformados por diez o más personas acorralando a una manada de guanacos.
De acuerdo a evidencias encontradas en las excavaciones se sabe que recolectaban plantas comestibles de la zona, consumían peces y caracoles. Y por lo visto, también cazaban animales como: chinchillones, choiques, zorros grises, y tuco-tucos
Recuadro DATOS DE CUEVA DE LAS MANOS
En las rocas del sitio Cueva de las Manos:
-Se visualizan innumerables manos pintadas, figuras de guanacos, ñandúes, escenas de caza, formas geométricas y humanas.
-Fueron realizadas por los antiguos cazadores-recolectores en distintas etapas a lo largo de 8 mil años (entre 9300 y 1300 años antes del presente aproximadamente.
–Diferentes personas participaron de la realización de las pinturas y en distintos momentos.
-Las pinturas se lograban moliendo minerales obtenidos de sedimentos de la zona, que mezclaban con alguna sustancia aglutinante
-Pintaban con la boca, usando sus dedos, y objetos como hisopos. Una particular técnica aerográfica consistía en apoyar una mano sobre la roca y soplar el pigmento a través de un pequeño hueso tubular o también escupiéndolo con la boca.
– Es difícil conocer su significado, pero sin dudas el Cañadón del Río Pinturas constituyó un espacio de relevante simbolismo, al cual regresaban cada temporada de primavera-verano.
Pintura rupestre en Cueva de las Manos
Créditos: Mario Sanchez Proaño
Pintura rupestre en Cueva de las Manos
Créditos: Mario Sánchez Proaño
Las arqueólogas del INAPL en el recientemente inaugurado Centro de Interpretación de Cueva de las Manos. Andrea Murgo (izq.), María Onetto, y María Luz Funes.
Créditos: INAPL
Réplica de un cazador empleando una técnica para dibujar el negativo de su mano.
Créditos: Santiago Langelotti
Imagen de un sector del Centro de Interpretación de Cueva de las Manos
Créditos: INAPL