Un estudio-publicado en Food Chemistry- describe un envase biodegradable, hecho a base de subproductos de la pesca- que demostró conservar por más tiempo las hamburguesas de pescado azul que las cubiertas de plástico sintético. Este tipo de materiales biodegradables contribuyen a disminuir la contaminación ambiental.

(02/07/10 – Agencia CyTA – Instituto Leloir)-. Un estudio demostró que el envasado de las hamburguesas de pescado azul congeladas –un alimento habitual que se consume en España- mediante películas compuestas por materiales biodegradables puede ser tan efectivo como el envase plástico: Más aún, puede aportar beneficios adicionales al eliminar los riesgos de producir contaminación ambiental, entre otros beneficios. Los resultados del trabajo, publicados en la revista científica Food Chemistr, fueron destacados por un jurado que evalúo todos los trabajos presentados en las «II Jornadas Internacionales sobre Avances en la Tecnología de Películas y Coberturas Funcionales en Alimentos», celebradas recientemente en la ciudad de Buenos Aires. Los parámetros que se evaluaron en los trabajos fueron la calidad científica, la originalidad, el impacto social, su alcance y su carácter innovador.

“El objetivo de nuestra línea de investigación es sustituir los plásticos sintéticos por materiales biodegradables que no dañen el ambiente, obteniendo además ventajas sustanciales en cuanto a la vida útil de los alimentos y potenciales efectos beneficiosos sobre la salud del consumidor”, señaló a la Agencia CyTA una de las autoras del trabajo, la doctora Begoña Giménez quien se desempeña como investigadora en el Instituto del Frío que pertenece al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Madrid, España. Y agregó: “El material que desarrollamos para envasar hamburguesas de pescado azul se compone de una película formada por polímeros biodegradables obtenidos a partir de subproductos de la pesca que, si no son aprovechados de esta u otra manera, suponen un residuo para la industria transformadora del pescado que es necesario eliminar con el consiguiente costo y riesgo de contaminación del  ambiente.”

De acuerdo con la doctora Giménez, el desarrollo de películas biodegradables despierta un gran interés ya que estos materiales podrían sustituir el empleo de plásticos no degradables en el envasado de una amplia gama de productos alimenticios. “Los plásticos sintéticos suponen millones de toneladas de residuos anuales que no se reciclan. Los envases plásticos tradicionales proceden de fuentes no renovables (petróleo) y no son biodegradables. La gran ventaja del uso de estas películas como envases reside en el hecho de que proceden de fuentes renovables y sí son biodegradables”, destacó la doctora Giménez.

“La temática llevada a cabo por la doctora Begoña Giménez y por los otros grupos de investigación con carácter multidisciplinar que participaron en las «II Jornadas Internacionales sobre Avances en la Tecnología de Películas y Coberturas Funcionales en Alimentos» celebradas en mayo pasado en la Fundación Instituto Leloir, en Buenos Aires, muestran que, paso a paso, nos acercan al objetivo deseado que es la obtención de películas biodegradables, aprovechando productos y subproductos vegetales como fuente de materiales aditivos a base de extractos bioactivos. Otro reto que estimula nuestro trabajo es llegar a crear, no sólo envases comestibles y biodegradables, sino también que ellos lleven incorporados extractos vegetales confiriéndole de ese modo un carácter saludable. Investigamos entonces la funcionalidad del producto final con propiedades bioactivas en aplicaciones agroalimentarias (alimentos) y nutracéuticas (aditivos que tienen impacto beneficioso en la salud del consumidor)” señaló la doctora Silvia Moreno, directora del Laboratorio de Bioquímica Vegetal de la Fundación Instituto Leloir e investigadora independiente del CONICET y una de las coordinadoras de la organización de las Jornadas, junto con la doctora Pilar Montero, coordinadora del proyecto Agrobioenvase del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CYTED).  

Al ser consultada sobre la relevancia del estudio publicado en la mencionada revista, la doctora Adriana Mauri también organizadora del evento, e investigadora del CONICET en el Centro de Investigación y Desarrollo en Criotecnologia de Alimentos (CIDCA) de la Plata, señaló que “Este trabajo en particular, muestra una aplicación concreta de materiales amigables con el ambiente, que si bien por sus características químicas, no alcanzan a tener el mismo comportamiento que los materiales sintéticos que habitualmente se usan en embalajes, sí pueden funcionar para algunas aplicaciones. Una de las ventajas de estas películas, es que su funcionalidad puede ampliarse incorporando a la formulación compuestos activos, con propiedades antioxidantes y antimicrobianas, entre otras. En este caso, el agregado de un extracto vegetal le otorgó a las películas resultantes propiedades antioxidantes que permitieron prolongar la vida útil de las hamburguesas de pescado.”  La investigadora agrega que: “los resultados encontrados en el estudio, además de tener un valor tecnológico y contribuir al conocimiento, estimulan a seguir trabajando en este tema y en la búsqueda de nuevas aplicaciones, ya sea en el campo de packaging, como en otros donde la biodegradabilidad de los materiales sea una necesidad imperiosa. Tal es el caso de los plásticos para la agricultura, dice la especialista, que es además docente de la Universidad Nacional de La Plata.

Larga vida útil

Las películas elaboradas por la doctora Giménez y sus colegas contienen un extracto vegetal que es responsable de la acción antioxidante gracias a su contenido en polifenoles, compuestos vegetales son compuestos naturales. “La oxidación de los alimentos es un proceso químico complejo que en la mayoría de los casos tiene lugar por exposición al oxígeno, por efecto del calor o la luz. Como consecuencia de los procesos de oxidación se produce la alteración del alimento, resultando una vida útil más corta con las consiguientes repercusiones económicas, pérdida de valor nutricional y producción de compuestos tóxicos para la salud”, subrayó la investigadora. Y continuó: “Nuestras películas, además de ser biodegradables, contienen compuestos antioxidantes naturales. El objetivo es evitar el empleo de compuestos antioxidantes sintéticos que pueden tener efectos perjudiciales para la salud.”

El análisis de Giménez y sus colegas demostró que las películas biodegradables permiten proteger los lípidos de las hamburguesas congeladas de pescado azul durante más tiempo que los envases plásticos frente a la oxidación. “Esto supone una ventaja no sólo desde el punto de vista de la vida útil del producto, sino también nutricional, ya que el pescado azul es rico en ácidos grasos omega 3, muy susceptibles a la oxidación y de conocido efecto beneficioso sobre la salud humana”, puntualizo la investigadora quien estimó que es posible que los compuestos polifenólicos que contiene la película, procedentes del extracto vegetal y que difunden al producto, “puedan ejercer un efecto beneficioso adicional para la salud. Pero para confirmar este último punto sería necesario realizar más estudios.”

La total sustitución de los envases plásticos sintéticos por películas biodegradables todavía tiene un largo camino por recorrer, sobre todo porque las películas biodegradables aún no ofrecen características similares a las de los plásticos en cuanto a sus propiedades mecánicas y de barrera, indicó Giménez. Y concluyó: “Se está realizando un gran esfuerzo en el desarrollo de estos materiales y hoy por hoy es posible su utilización en algunas aplicaciones como la expuesta en nuestro estudio. La industria está mostrando interés en  realizar desarrollos dirigidos a necesidades concretas.”

Las «II Jornadas Internacionales sobre Avances en la Tecnología de Películas y Coberturas Funcionales en Alimentos» fueron organizadas bajo el patrocinio de CYTED, con el apoyo del CONICET y el auspicio de la Fundación Instituto Leloir. También auspiciaron el evento  el Centro de Investigación y Desarrollo en Criotecnología de Alimentos (UNLP-CIC-CONICET), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), y el Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos-Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España. 

Productos pesqueros

 

 

 

 

 

 

 

 

En el Instituto del Frío -que pertenece al Consejo Superior de  Investigaciones Científicas (CSIC) en Madrid (España)- se desarrollan líneas de investigación que apuntan a la conservación y al incremento de la calidad nutritiva de productos cárnicos y pesqueros, así como al desarrollo de nuevos productos potencialmente funcionales.

Créditos: Instituto del Frío (CSIC)