En el documental ‘SWIFT, Dos Siglos Bajo el Mar’, la historia del naufragio frente a Puerto Deseado de la corbeta de guerra británica H.M.S. Swift en el siglo XVIII, se entreteje con su posterior hallazgo y el trabajo de los primeros arqueólogos subacuáticos de la Argentina. Narrada con el lenguaje propio de una trama de suspenso, el film está dirigido y producida por el también buzo y guionista Uriel Sokolowicz.
(07/07/10 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. El 13 de marzo de 1770 frente a la costa de Puerto deseado se hunde la corbeta de guerra británica H.M.S.(His Majesty´s Ship) Swift. Tres de sus tripulantes mueren, pero 88 llegan a tierra firme. En 1975, el australiano Patrick Rodney Gower, un marino descendiente directo de uno de esos sobrevivientes, viaja a Puerto Deseado llevando consigo el diario de su antepasado que incluye una descripción detallada del naufragio. Durante el viaje pretende encontrar algunas respuestas sobre su vida, pero termina cayendo en la cuenta de que sus habitantes poco o nada saben de ese barco. Vuelve entonces a su país natal con pocas respuestas, sin saber que su viaje iba a desencadenar no sólo el descubrimiento del barco sino también el inicio de la creación del primer equipo profesional de arqueólogos subacuáticos argentinos. En esta historia los espectadores son sumergidos cuando ven el documental “SWIFT, Dos Siglos Bajo el Mar” producido, y dirigido por Uriel Sokolowicz, de Odysseus Producciones.
“El documental aborda como eje narrativo, la perseverancia, el sacrificio y la pasión humana entorno a la historia de un barco hundido en 1770. A lo largo de esta obra, las historias de los distintos personajes vinculados al navío, desde el siglo XVIII hasta la actualidad, se conjugan de forma inesperada y brindan un maravilloso aprendizaje de las cualidades y sentimientos del hombre en sus múltiples facetas”, señaló Sokolowicz a la Agencia CyTA.
Unos años después del viaje de Gower a Puerto Deseado, un muchacho de 16 años, llamado Marcelo Rosas, residente de ese pueblo, escucha en una clase de matemáticas la historia de la corbeta Swift. Realiza investigaciones con un grupo de amigos, y con uno de ellos, Daniel Guillén, descubre el barco en la segunda inmersión.
Esta trama, que se va articulando con otras piezas como si se tratara de un rompecabezas, es contada en el documental a través de diferentes recursos.
“El motor del relato documental son los testimonios de los diferentes protagonistas de la historia contemporánea de la SWIFT. Si bien existe una locución en off que brinda información y por momentos oficia de narrador, son los verdaderos personajes los que nos sumergen en las historias y cuentan las vivencias que han experimentado”, destacó Sokolowicz. Y continuó: “Nos nutrimos de imágenes de archivo de diversas épocas, sobre todo de la década del 80, momento en que se encontró el barco. En este sentido hay fotografías y material fílmico de diversas fuentes nacionales e internacionales. También realizamos dramatizaciones de momentos históricos relevantes de 1803, 1975 y la década del 80. Estas ficciones las consideramos necesarias para que la historia relatada por los protagonistas pudiera llegar al espectador con más fuerza y sentimiento. Asimismo, reconstruimos episodios importantes como el hallazgo de la Swift, y la llegada en 1975 a Puerto Deseado del descendiente de uno de los náufragos.”
Por otra parte, toda la historia del hundimiento de la SWIFT y el posterior desenlace de la vida de los náufragos es recreada con ilustraciones originales editadas en secuencias. También se recurrió a la animación 3D para reconstruir el proceso del hundimiento y deterioro que sufrió el navío a lo largo de los siglos.
Con excepción de alguna toma de archivo, las imágenes subacuáticas fueron obtenidas por el mismo Sokolowicz que, además de guionista, se desempeñó como cámara subacuático. A través de diferentes tomas el documental muestra cómo los integrantes del Programa de Arqueología Subacuática (PROAS) del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL), dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación, se sumergen en las heladas aguas patagónicas en busca de la información que brindan las piezas halladas en el sitio: tazas de té, botellas de distinto tipo, platos, cucharas, vasijas, relojes de arena, ruedas de cañones, porcelana china decorada en azul y madejas de soga en buen estado, entre muchas otras piezas.
“Todos estos artefactos fueron cuidadosamente extraídos y sometidos a tratamientos de recuperación y conservación. Quienes deseen ver estos objetos y conocer la historia de la corbeta Swift pueden visitar el museo Mario Brozoski, en Puerto Deseado. El hallazgo de la Swift se produjo cuando no existían en el país arqueólogos capacitados para investigar sitios sumergidos. Fue ante esa necesidad, y especialmente ante el extraordinario potencial de investigación que brindaba la corbeta Swift, que propuse la creación de lo que sería el primer equipo de arqueólogos-buzos de la Argentina. Algunos, como yo, éramos arqueólogos pero no sabíamos bucear. Otros eran buzos pero tenían que terminar la carrera de arqueología. De ese modo nació el PROAS, gracias a la Swift”, indicó la arqueóloga Dolores Elkin, investigadora del CONICET y directora del Programa de Arqueología Subacuática (PROAS). Y agregó: “Aún no hemos terminado de explorar el sitio, así que es posible que sigamos realizando descubrimientos”.
Una película para todos
Para Mónica Grosso, licenciada en arqueología e integrante del PROAS-INAPL, el documental “será una herramienta de difusión fundamental de la fascinante historia de la Swift, desde su naufragio hasta el presente tanto para el público en general como para quienes quieran conocer cómo se trabaja en la arqueología de naufragios. En lo que respecta a nuestro trabajo arqueológico en particular, muchas de las imágenes de la película son un complemento muy valioso de nuestros propios registros, ya que nos permiten observar detalles de los contextos de hallazgo de los materiales y su distribución.”
Por su parte el arquitecto Cristian Murray, investigador del PROAS-INAPL, considera que “este documental es la mejor forma para transmitir al público que no tiene acceso al yacimiento arqueológico, las sensaciones que experimentamos al excavar un naufragio de 200 años de antigüedad.”
En esa misma línea, Elkin afirma que el documental no sólo va a tener “una gran llegada al público general sino que también va a constituir una herramienta educativa muy valiosa en temas de arqueología y patrimonio cultural subacuático. La expresión ‘una imagen vale más que mil palabras’ es especialmente aplicable a un caso como éste, donde de otra manera resulta muy difícil describir cómo es el trabajo subacuático.”
Tratado mundial
La historia de la Swift en el presente se vincula con dos cuestiones significativas para la Argentina, puntualizó Grosso. “Por un lado la Swift está íntimamente vinculada al desarrollo profesional de la arqueología marítima en la Argentina. Por otra parte, cabe destacar que los pobladores de Puerto Deseado, que buscaron y hallaron el naufragio, tomaron desde un comienzo la decisión de que el barco y todo lo que se rescatara del mismo fuera patrimonio de todos. Este hecho no es menor, si consideramos que esto sucedió a comienzos de los años ’80, mucho antes de que la protección de restos arqueológicos subacuáticos comenzara a ser legislada en nuestro país e incluso en algunos ámbitos internacionales.”, subrayó la investigadora.
Varios años después, en 2001, la UNESCO elaboró la Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático cuya finalidad es garantizar una mejor protección de los restos de navíos naufragados y otros vestigios culturales que yacen bajo las aguas. Este tratado se elaboró como una respuesta al saqueo y a la destrucción creciente del patrimonio cultural subacuático por parte de los cazadores de tesoros. Algunos de los puntos principales de esta convención apuntan a la preservación prioritaria in situ del patrimonio sumergido, a asegurar el acceso del público a este tipo de patrimonio y a fomentar los trabajos de investigación arqueológicos.
“La convención de UNESCO ya fue ratificada o aceptada por 31 estados y está en plena vigencia. Hace pocas semanas Argentina también inició el trámite correspondiente así que muy pronto nuestro país se sumará a este tratado internacional“; concluyó Elkin.
El arquitecto Cristian Murray buceando en la proa del barco que aun se preserva.
Créditos: gentileza de ODYSSEUS Producciones
Uriel Sokolowicz (director), con la cámara subacuática, previo a la inmersión.
Créditos: gentileza de ODYSSEUS Producciones
Set de Filmación. Recreación de 1803, cuando el Almirante Erasmus Gower escribe el relato de lo ocurrido en 1770, cuando se hundió la swift y él era Teniente del barco.
Créditos: gentileza de ODYSSEUS Producciones