El 40 por ciento de las personas que tienen diabetes tipo 2 en la Argentina desconocen por años que la padecen, afirma el doctor Gustavo Frechtel, presidente de la Sociedad Argentina de Diabetes. El 14 de noviembre -Día Mundial de la Diabetes – se pone de relieve la importancia del diagnóstico temprano de la diabetes cuya prevalencia crece a nivel mundial.
(15/11/10 – Agencia CyTA – Instituto Leloir)-. El Día Mundial de la Diabetes, instituido por iniciativa de la Federación Internacional de la Diabetes y la Organización Mundial de la Salud (OMS), se celebra el 14 de noviembre para conmemorar el aniversario del nacimiento del médico e investigador canadiense Frederick Banting. Junto con Charles Best, también médico canadiense, ambos han tenido en 1922 un papel determinante debido al descubrimiento de la insulina, hormona que permite tratar a los diabéticos y salvarles la vida. El Día Mundial de la Diabetes también fue instaurado como un modo de llamar la atención frente al gran aumento de los casos de diabetes en el mundo.
“La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica que ha experimentado un alarmante crecimiento en su prevalencia mundial. La Organización Mundial de la Salud informa que en el 2 000 había en el mundo 171 millones de personas con diabetes, actualmente hay más de 220 millones de personas que la padecen y calcula en 366 millones para el 2030”, señaló a la Agencia CyTA el doctor Gustavo Frechtel, presidente de la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD). Y agregó: “Esto es debido al también alarmante incremento de la prevalencia de obesidad, a la cual contribuyen los malos hábitos alimentarios y el sedentarismo predominante sobre todo en poblaciones urbanas. Entre el 80 y el 90 por ciento de los pacientes con diabetes tipo 2 tienen sobrepeso.”
Según explicó Frechtel la diabetes se presenta en dos formas: la diabetes tipo 1 o insulinodependiente de presentación en edad infantojuvenil, “la cual tiene síntomas específicos al diagnóstico, como experimentar mucha sed, orinar abundantemente y perdida de peso, por lo tanto es fácil de diagnosticar.”
La otra forma es la diabetes tipo 2 o no insulinodependiente que se presenta en la edad adulta. “Es poco sintomática y difícil de diagnosticar sino se realizan análisis de rutina. Muchas veces se diagnostica ante la aparición de complicaciones crónicas. La situación mejoraría incrementando en la población la periodicidad de los análisis de rutina, sobre todo en personas con mayor riesgo de desarrollar diabetes: obesos, hipertensos, antecedentes de diabetes en la familia, mayores de 45 años, sexo masculino y mujeres con antecedentes de diabetes gestacional”, indicó el presidente de la SAD.
La prevención es diferente para la diabetes tipo 1 y 2; en la tipo 1, estas medidas aun no son clínicamente aplicables. “Es muy importante la prevención en la diabetes tipo 2 ya que con cambios en el estilo de vida, descenso de peso, actividad física y una alimentación adecuada se puede prevenir la mayoría de los casos”, subrayó Frechtel. Y agregó: “Un adecuado control de la diabetes y otras medidas terapéuticas como el control de la hipertensión arterial, entre otras, pueden impedir la progresión de las complicaciones crónicas cuando la enfermedad ya está instalada.”
Más educación en diabetes
De acuerdo con Frechtel el 40 por ciento de las personas que tienen diabetes tipo 2 en la Argentina desconocen por años que la padecen, y entre el 30 y el 40 por ciento de ellas ya presentan complicaciones crónicas al diagnóstico.
“En este sentido, las medidas de educación, la implementación de campañas sanitarias, la realización de estudios epidemiológicos que evalúen las medidas implementadas y la difusión de la enfermedad en medios masivos de comunicación, ayuda indudablemente a mejorar el conocimiento de la diabetes y por lo tanto a prevenir el desarrollo de la misma”, puntualizó Frechtel. Y agregó: “Una vez declarada la diabetes puede ser tratada adecuadamente, con hábitos alimentarios saludables y actividad física, manteniendo el peso dentro de parámetros aceptados; tanto la prescripción dietética como la actividad física deben ser personalizadas. Además, la diabetes tipo 1 requiere ser tratada con insulina, con lo que se pude lograr un control satisfactorio. En este sentido contamos con una variedad de insulinas que así lo permiten. La diabetes tipo 2 puede necesitar de tratamiento con insulina, aunque es no insulinodependiente, en esta caso se denomina insulinoconveniente. En general y sobre todo al comienzo de la enfermedad se administran drogas por vía oral, de las que ha habido un importante desarrollo en los últimos años, que nos permiten obtener un buen control metabólico no solo de la glucemia, sino de las comorbilidades como hipertensión y dislipemia (alteración del metabolismo de los lípidos), entre otras.”