Un estudio en ratones permitió concluir que la infección con un patógeno determinado tiene una gran influencia sobre el riesgo de contraer otra infección. El trabajo desarrollado por un investigador de la Universidad Nacional del Litoral junto con expertos de la Universidad de Liverpool, en el Reino Unido, fue publicado en Science.
(03/12/10 – Agencia CyTA – Instituto Leloir / Comunicación científica UNL. Por Priscila Fernández)-. ¿Qué vuelve a un organismo más susceptible de padecer una infección? La edad, el sexo, la estación del año, el estado fisiológico, son algunos de los factores que tradicionalmente se consideran más importantes en la distribución de las enfermedades. Sin embargo, una investigación reciente de la que participó un investigador de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y CONICET mostró que un hospedador infectado con un agente infeccioso es más susceptible de contraer otra infección diferente, dependiendo de los patógenos que intervengan.
El trabajo estuvo a cargo de un equipo integrado por Pablo Beldomenico, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Veterinarias (FCV) de la UNL, y colegas de la Universidad de Liverpool (Reino Unido). Las conclusiones del proyecto del grupo de estudio de enfermedades de la vida silvestre (Wildlife Disease Group) fueron publicadas recientemente en la revista Science.
Según contó Beldomenico, lo novedoso del proyecto fue el estudio de muchos y diversos factores que influyen en el riesgo de infección de un animal. “Lo interesante de esto es que cuando se investiga patógenos en cualquier especie, incluido humanos, suele hacerse foco en uno solo y olvidarse del resto que también concurrentemente están infectando a los individuos de una población”, señaló el experto.
Los resultados de la investigación ponen en evidencia que los parásitos propios de una especie pueden formar una verdadera red en la que interactúan. Las distintas influencias que ejercen entre sí afectan la dinámica y distribución de las enfermedades. “Si esto está pasando de un modo tan marcado en un hospedador silvestre, hay que ver qué ocurre en las otras poblaciones”, recalcó.
El trabajo
Desde 2001, el grupo de trabajo radicado en Inglaterra se dedicó a estudiar los ratones de campo Microtus agrestis, muy comunes en Europa. “Los ratones silvestres sirven como modelos para entender la dinámica de algunas enfermedades”, señaló Beldomenico.
En total estudiaron cerca de seis mil roedores en varias ocasiones, por lo que finalmente obtuvieron datos de más de 14 mil capturas. Los animales fueron marcados individualmente y eran capturados y muestreados cada 4 semanas hasta su desaparición, permitiendo esto la elaboración de una detallada “historia clínica” de cada individuo estudiado.
Al procesar los datos, los investigadores pudieron concluir que el factor que en mayor medida explica la variabilidad en el riesgo de infección con un parásito es la previa infección con otro. De acuerdo con estos resultados, las variables que normalmente se tienen en cuenta –del propio hospedador y el medio ambiente- no serían más importantes que la infección con otros componentes de la comunidad parasitaria.
Los investigadores destacaron en el artículo el riesgo de error que puede conllevar el estudiar un único agente infeccioso de forma aislada y sin tener en cuenta las complejas interacciones que se dan dentro de la comunidad de parásitos.
Concluido el trabajo que le significó obtener su doctorado, Beldomenico retornó a la UNL, donde dirige el Laboratorio de Ecología de Enfermedades en la FCV.
Actualmente trabaja sobre poblaciones silvestres de varias especies, incluyendo roedores, como carpinchos y pequeños ratones silvestres del delta del Paraná. “No nos interesa tanto especializarnos en una especie o un grupo de especies sino que la idea es estudiar fenómenos. Cuantos más sistemas investiguemos, mejor”, explicó.
“Publicar en Science es algo que se ve tan lejano cuando uno está por arrancar la carrera que lograrlo es muy gratificante”, reflexionó Beldomenico que, con 36 años, logró aparecer en el prestigioso journal.
El médico veterinario comenzó su carrera en la FCV donde obtuvo su título de grado en 1999. Dos años después culminó su maestría en medicina veterinaria preventiva de la Universidad de California. En 2007 obtuvo el título de doctor (PhD) en la Universidad de Liverpool.
Pablo Beldomenico, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Litoral.
Créditos: Comunicación científica UNL