Serie reeditemos conocimientos / Formación de Sustancias y electricidad
(12/01/11 -Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por María Cristina Chaler)-. Para que se formen las sustancias es necesario que los átomos se combinen entre sí. Esta combinación no es aleatoria y depende de la cantidad de electricidad que cada elemento posea.
El átomo en su enorme espacio vacío, tiene electrones orbitando en niveles de energía determinados que se diferencian entre sí por la cantidad de carga positiva que posee el núcleo y en consecuencia diferirán en la cantidad de electrones que neutralizan a dicha carga.
Hay, una configuración electrónica básica para que los electrones orbiten alrededor del núcleo y acorde con ella se van ubicando a medida que se incrementan en número, pero la diferencia entre uno y otro está marcada por la configuración electrónica de los electrones exteriores, ya que los interiores no trabajan en las uniones químicas para conformar sustancias.
Existe un grupo de átomos, diríamos privilegiados, que tienen algo que el resto de los elementos no posee: SU ULTIMA ORBITA COMPLETA con la cantidad de electrones máxima que el nivel permite, estos son los llamados Gases Nobles.
Así encontramos:
Helio ——–1er nivel——–2 electrones
Neón———2do nivel——-8 electrones
Argón ——-3er nivel——–8 electrones
Criptón—– 4to nivel——–8 electrones
Xenón——-5to nivel——–8 electrones
Radón——-6to nivel——–8 electrones
Poseer la última órbita completa genera en la naturaleza de nuestro planeta con las condiciones ambientales del mismo la cualidad de inercia química, es decir, no tienen tendencia a combinarse con otros elementos por lo tanto no generarán sustancias. Esto se traduce en química en una especie de ley general “Aquel átomo que posea su último nivel completo será semejante a los Nobles y en consecuencia Inerte”.
En general excepto el gas noble que corresponde al primer nivel que se completa con 2 electrones (Helio) el resto de los niveles se completan con 8 electrones, de ahí que esta regla se denomine regla del octeto.
El resto de los elementos de la naturaleza que se encuentran ordenados en la tabla periódica según la cantidad de protones que tienen en su núcleo, poseen su última órbita incompleta , de modo que permanentemente están buscando combinarse entre ellos para completar el octeto del último nivel y así semejarse en esa combinación a los gases nobles logrando la estabilidad química que no tienen en estado atómico.
Veamos unos ejemplos de cómo trabajan:
El Sodio (Na) posee 11 electrones dispuestos de la siguiente manera:
-2 en el primer nivel.
-8 en el segundo
-1 en el tercero
Simbolizado como: 2_8_1
Cuando el sodio se combina con el Cloro (Cl) que posee 17 electrones distribuidos como: 2-8-7
Le cederá el último electrón para semejarse al Neón (2_8) quedando a su vez cargado positivamente (Na +) y el Cloro lo tomará quedando cargado negativamente como (Cl –) y de este modo se asemejará al Argón ( 2_8_8), formándose una unión entre cloro y sodio estabilizada por los octetos completos y por la atracción de cargas eléctricas opuestas. La sustancia se llamará cloruro de sodio o lo que cotidianamente llamamos sal de cocina.
Cuando el Hidrógeno que tiene un sólo electrón (1) se combina con el oxígeno que tiene 8 electrones (2_6), este último necesita recibir dos electrones para semejare al Neón (2_8) pero el hidrógeno a su vez también necesita 1 electrón para semejarse al Helio, de modo que la naturaleza soluciona el problema fácilmente: Se asocian 2 (dos) hidrógenos (H) con un oxígeno (O) y comparten sus electrones, de este modo cada uno de ellos se mantiene en la sustancia como si fueran gases nobles formando el agua (dos hidrógenos y un oxígeno) H2O.
De este modo y en forma permanente los átomos, que son en total alrededor de 92, se combinan intentando semejarse en su configuración eléctrica externa a los gases nobles ya sea compartiendo electrones, tomando o cediéndolos. Así se forman las diferentes sustancias que componen la materia
La naturaleza resuelve en la forma más sencilla posible y con el menor gasto de Energía.