En la provincia de Santa Cruz hallaron fósiles petrificados de una nueva especie de planta que vivió en zonas geotermales hace 150 millones de años. Recibió el nombre de Equisetum thermale y estaba dotada de herramientas fisiológicas que le permitieron vivir en un medio hostil con altas concentraciones de sílice, arsénico, mercurio y otros metales. En la actualidad se conocen 15 especies emparentadas con esa planta.
(11/07/11Agencia CyTA – Instituto Leloir)-. En la zona central del Macizo del Deseado, Provincia de Santa Cruz, en Argentina, un equipo internacional de investigadores encontró un fósil que pertenece a una especie vegetal que no se conocía y que vivió en condiciones extremas hace 150 millones de años en regiones geotermales. Los resultados del trabajo fueron publicados en la edición de abril de la revista científica American Journal of Botany.
“El nombre de la nueva especie fósil, Equisetum thermale, refleja el lugar donde ha vivido esta planta tan particular. En el Jurásico, en lo que hoy conocemos como la provincia de Santa Cruz, existía un ambiente volcánico muy activo, con geysers como los que vemos hoy en los documentales de Yellowstone, en los Estados Unidos. En ese mismo ambiente, denominado geotermal, es donde vivía esta especie de Equisetum”, explicó a la Agencia CyTA uno de los autores del trabajo, el doctor Diego Guido, investigador del CONICET y profesor de Geología de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
Equisetum thermale pertenece a un grupo de plantas denominado equisetopsida. En la actualidad está representado por un único genero Equisetum que incluye a 15 especies que habitan en distintos puntos del planeta, explica otra de las autoras del estudio, la doctora Alba Zamuner, investigadora del CONICET y profesora de Paleobotánica de la UNLP. “Estas plantas, también llamadas articuladas, presentan su tallo diferenciado en nudos –con verticilos de ramas y hojas reducidas- y entrenudos con costillas marcadas. Se usan frecuentemente en la medicina herborística por lo que son populares –con el nombre de cola de caballo- para preparar tizanas (infusión de la medicina alternativa). Estas plantas acumulan mucho sílice en forma natural, y otra de sus aplicaciones es para pulir plata -por lo que es llamada yerba de platero-”, indica la investigadora del CONICET. Y agrega: “Este grupo es sumamente antiguo, sus inicios se remontan a los 380 millones de años en la era Paleozoica.”
Fósil bien preservado
Para Zamuner el hallazgo de Equisetum thermale permite reconocer que el género actual – Equisetum – tiene ascendentes de 150 millones de años. “Probablemente es un organismo que prácticamente no cambió sus atributos principales en mucho tiempo ya que esta planta, en apariencia algo simple, ante todo tiene todas las características del género actual. Pero también da cuenta del éxito biológico y ecológico de estos vegetales en ambientes extremos. Hoy en día puede verse otras especies de este género en ambientes similares en Islandia. Equisetum thermale crecía en forma tal que producía ‘una pradera’ de miles de individuos uno al lado del otro”, destaca la experta en Paleobotánica. Y continúa: “Las fuentes hidrotermales fueron su lugar natural de crecimiento, y éste por sus condiciones, permitió que casi todos sus órganos y tejidos se preservaran intactos y conectados entre sí. De este modo podemos reconocer fácilmente sus hojas y vainas, nudos y entrenudos, sus raíces, y hasta se puede ver muy frecuentemente detalles totalmente excepcionales en el registro fósil como estomas (poros en las hojas), tejido vascular, anatomía de raíces y hasta sus pelos absorbentes.”
La herramienta secreta de esa planta residió en sus características fisiológicas que le permitieron vivir en un medio que naturalmente es muy hostil y mortal, por la altísima concentración de sílice, arsénico, mercurio y otros metales, destaca Zamuner. Y prosigue: “Esta planta procesó y precipitó en su superficie externa gran cantidad de sílice que le otorgó material constructivo y defensas contra la deshidratación, impidiendo además su consumo por insectos.” Precisamente la mineralización de la planta y la incorporación de elementos como sílice en sus tejidos hicieron posible que el fósil mantuviese su forma tridimensional a lo largo de millones de años.
La preservación de campos geotermales, como el hallado en la Provincia de Santa Cruz, en el registro geológico es rara. “Hay solo dos localidades más antiguas que lo encontrado en Patagonia: los depósitos paleozoicos de Escocia y los de Australia. Los ejemplos que estamos estudiando en la provincia de Santa Cruz representan los únicos campos geotermales del Mesozoico de todo el mundo”, subraya Guido.
De acuerdo con el investigador de La Plata en los sistemas geotermales se estudian aspectos geológicos y paleoecológicos, “ya que asociados a este ambiente tan particular de aguas termales de composiciones y temperaturas extremas, conviven una serie de bacterias, hongos, animales y plantas que logran adaptarse a ese medio hostil. De hecho, estos ambientes son empleados como análogos de las condiciones extremas donde se habría originado la vida en este y en otros planetas.” Y concluye: “Esta nueva especie de planta hallada en Santa Cruz es solo el principio de los estudios realizados en esta región de la Argentina, que de a poco será un lugar de referencia mundial para este tipo de ambiente tan particular.”
La investigación fue realizada por investigadores de las universidades de Cardiff (Reino Unido), de Auckland (Nueva Zelanda), además del grupo de La Plata.
Equisetum actual.
Créditos: Fiorella Dell´Aquila
Reconstrucción de la planta Equisetum thermale (10 cm de altura) que habitó en regiones geotermales hace 150 millones de años.
Créditos: Fiorella Dell´Aquila
Fósil de la planta Equisetum thermale hallado en la zona central del Macizo del Deseado, Provincia de Santa Cruz, en Argentina.
Créditos: Alan Channing