Serie: Los medicamentos / Su absorción y distribución
(02/11/11 – Agencia CyTA – Instituto Leloir. Por María Cristina Chaler)-.Un medicamento tiene el objetivo de aliviar síntomas o de curar enfermedades. Es un producto que fabrica el hombre y lo diseña para que alivie síntomas, cure o prevenga enfermedades. La mayor o menor efectividad de su acción depende de muchos factores, entre ellos: la absorción y la distribución en el organismo al que se lo suministra.
Una vez ingresado por cualquier vía de administración, el medicamento debe cumplir con la finalidad para la cual ha sido recetado. Según el modo de ingreso, puede entrar directamente al torrente circulatorio o bien pasar por el proceso digestivo y en el intestino ser transportado por la sangre al hígado y allí metabolizado donde gran parte de la dosis se destruye. Una vez realizado el primer paso hepático pasa al corazón que se encarga de distribuirlo y dirigirlo al lugar en donde cumplirá con su finalidad.
En la absorción de un medicamento influyen múltiples factores. Las características del fármaco o el tipo de molécula que lo constituye, hace que su diseño sea desarrollado para que pueda atravesar las barreras que le ofrece el organismo hasta llegar al lugar en donde hará efecto (respuesta efectora).
En cuanto a la preparación farmacéutica, la droga o principio activo no se administra en forma directa sino que se prepara adecuadamente según la vía de ingreso al organismo y se disuelve en los llamados excipientes que son parte importante del preparado porque ayudan que el fármaco resulte efectivo. También influye la forma y el tamaño de las partículas que pueden ser pastillas, grageas, capsulas y estar o no recubiertas.
Otro aspecto es la forma y zona de ingreso al organismo ya que el fármaco tendrá diferente tipos de absorción y la dosis suministrada se alterará en mayor o menos grado. La vía de administración oral es cómoda y depende de la responsabilidad del paciente pero tiene el inconveniente que el principio activo en el proceso digestivo se degrada y se sigue destruyendo en el primer paso hepático
Por último también se debe tener presente la edad, peso, sexo, enfermedades previas, tipo de alimentación y otras medicaciones que puede recibir el paciente.
Son múltiples los factores que inciden sobre un medicamento al ingresar al organismo e influyen sobre la cantidad de forma activa que entra en la circulación y llega al lugar del organismo donde debe producir el efecto deseado.
A la hora de un tratamiento es bueno conocerlos y tenerlos en cuenta ya que inciden en la dosificación. La mayor parte de las veces estos factores disminuyen el principio activo del medicamento, aunque en algunos casos especiales pueden llegar a potenciarlo.
De acuerdo al tipo de vía de administración el medicamento puede ingresar a la circulación pre-sistémico (anterior al paso hepático) o bien a la circulación sistémica donde se evita el paso hepático y la dosis ingresada se hace más efectiva.
Una vez ingresado por una vía la encargada de su distribución es la sangre que posee unas proteínas capaces de transportar a las moléculas de medicamento. Se distribuye por todo el organismo rompiendo diferentes barreras que se oponen a su paso, una vez que llega al lugar de acción genera el efecto que se desea alcanzar.
Los diferentes fármacos se diseñan de modo que lleguen con facilidad al lugar de acción y que resulten lo menos tóxicos posibles.