También se evidencian incrementos de la precipitación anual en el sudeste del continente.
(06/06/12 – Agencia CyTA – Instituto Leloir)-. El “calentamiento global”, es decir, el aumento de la temperatura media de la atmósfera cercana a la superficie de la Tierra durante el último siglo, tiene abundante respaldo científico. Sin embargo, las modificaciones regionales de temperatura fueron variables: mientras la mayor parte de América del Sur ha verificado incrementos moderados de 0,1 a 0,3°C por década en los últimos 20 años, en el extremo sur del continente y en el Pacífico sudeste hubo caídas en los registros térmicos en ese mismo lapso.
Así lo señaló a la Agencia CyTA la doctora Silvina Solman, investigadora del CONICET en el Centro de Investigación del Mar y la Atmósfera (CIMA), que depende también de la UBA, quien precisó que otras regiones, como las zonas continentales de latitudes altas del Hemisferio Norte, tuvieron aumentos mayores de hasta 0,5°C por década en los últimos 20 años.
Del mismo modo, el ciclo hidrológico (evaporación y precipitación) también evidencia cambios cuya distribución global no es homogénea. “Se registraron aumentos de la precipitación anual en las latitudes altas del Hemisferio Norte y en el sudeste de Sudamérica y el norte de Australia, mientras que las regiones tropicales de África y el sudeste de Asia han sufrido importantes reducciones en la lluvia acumulada anual”, señaló Solman.
Para la mayor parte de los climatólogos, la contribución de la actividad humana al fenómeno es algo fuera de discusión. Y el calentamiento global es paralelo al enfriamiento de la estratósfera. El incremento en la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera altera el balance de radiación en la Tierra, es decir el balance entre la energía entrante (proveniente del Sol) y la energía emitida por el sistema (la Tierra y su atmósfera) hacia el espacio exterior. De este modo, mientras la parte alta de la atmósfera se enfría, las capas más bajas experimentan incrementos térmicos debido a la absorción de la radiación emitida desde la superficie de la Tierra.
Río Paraná en Brasil.
Créditos: ESA