Este trastorno, caracterizado por aumento de la presión arterial y la presencia de proteínas en la orina, puede poner en peligro la vida del feto y de la madre, alertó la Asociación Obstétrica Argentina.
(12/12/12 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. La preeclampsia es la complicación más común y potencialmente peligrosa para las mujeres gestantes y, si no se diagnostica y trata de manera oportuna, puede poner en peligro la vida del feto y la madre. Así lo señaló la Asociación Obstétrica Argentina, que alertó también sobre la posibilidad de que los síntomas iniciales de la enfermedad se confundan con los propios del embarazo.
“Por eso es fundamental un buen control obstétrico, asistir a todas las consultas y estar atentos a las manifestaciones iniciales”, subrayó a la Agencia CyTA Claudia Goano, licenciada en obstetricia y presidenta de la Asociación Obstétrica Argentina (AOA).
Los médicos diagnostican preeclampsia cuando constatan hipertensión materna, retención de líquidos y presencia de proteínas en la orina luego de las 20 semanas de gestación. El trastorno, que afecta del 5 al 8 por ciento de las futuras mamás, se clasifica en leve, moderado o severo, dependiendo de las cifras de presión arterial. Puede progresar muy lentamente o desencadenarse de manera brusca al final del embarazo.
“La enfermedad se soluciona con el nacimiento, que deberá programarse basándose en la edad gestacional y el estado de salud materno-fetal”, puntualizó Goano. “Cuanto más precoz sea la aparición de la preeclampsia, mayores serán los riesgos para la madre y el bebé.”
En la mayoría de los casos, la preeclampsia aparece en las últimas semanas del embarazo. Para los especialistas, con un adecuado control médico obstétrico, reposo, dieta sana, medicación (algunas veces) y supervisión de la salud del bebé, no hay riesgos importantes para la salud de la madre y su hijo.
En otros casos severos, sin embargo, la patología puede producir alteraciones potencialmente letales de la placenta y órganos maternos. “En esas situaciones se aconseja (inducir) el nacimiento lo más pronto posible, aunque haya una prematurez importante en el recién nacido”, destacó Goano.
Aunque se desconocen las causas de la enfermedad, la obstétrica recomendó estar atenta a los síntomas iniciales, tales como el aumento de peso de más de dos kilos en una semana; hinchazón de cara, párpados, manos, pies o tobillos; alteraciones en la visión; dolores abdominales intensos; vómitos o náuseas importantes; y/o cefaleas intensas y persistentes.
“Lo esencial es la prevención y el diagnostico precoz”, enfatizó Goano.