Una científica del CONICET afirma que pueden utilizarse para crear nuevos medicamentos, desarrollar métodos de diagnóstico, mejorar procesos industriales y recuperar sitios contaminados.
(14/12/12 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. El Mar Argentino alberga una riqueza inexplorada de microorganismos, cuyo aprovechamiento biotecnológico podría aportar soluciones para distintas necesidades de nuestra sociedad. Así lo afirmó a la Agencia CyTA la doctora Hebe Dionisi, investigadora del CONICET en el Laboratorio de Microbiología Ambiental del Centro Nacional Patagónico (CENPAT), en Puerto Madryn.
De acuerdo a Dionisi, el aislamiento de compuestos, genes y proteínas microbianas permitiría desarrollar nuevos fármacos y métodos de diagnóstico, producir biocombustibles, mejorar procesos industriales y ayudar a la recuperación de zonas contaminadas.
La potencialidad biotecnológica de los microorganismos del mar Argentino ha sido hasta el momento muy poco explorada. “En los últimos años CONICET ha reestablecido las campañas oceanográficas periódicas, lo cual representa una excelente oportunidad para explorar nuevos ambientes”, afirmó Dionisi.
Cálculos previos estimaban que en los océanos del planeta había cerca de 500 mil microorganismos marinos. Sin embargo, el doctor Mitchel Sogin del Laboratorio de Biología Marina de Massachusetts, en Estados Unidos, ha calculado que podría haber en sus profundidades entre 5 y 10 millones de especies de bacterias.
Según Dionisi, en los últimos años ha aumentado el interés por la biotecnología marina, dado que es más frecuente encontrar propiedades novedosas en organismos de los océanos con respecto a aquellos de ambientes terrestres.
“La biotecnología marina representa una disciplina con mucho potencial en nuestro país, y por lo tanto sería una buena alternativa para los jóvenes que inician sus líneas de investigación”, puntualizó Dionisi.
El Mar Argentino alberga una riqueza inexplorada de microorganismos, cuyo aprovechamiento biotecnológico podría aportar soluciones para distintas necesidades de nuestra sociedad.
Créditos: Doctora Hebe Dionisi