A pesar de lo reportado en informes periodísticos recientes, un estudio internacional -del que participaron científicos argentinos- sugiere que la población de esos organismos marinos fluctúa en ciclos de veinte años.
(19/04/2013 – Agencia CyTA – Instituto Leloir)- Estudios recientes con evidencia acotada, difundidos en los medios, habían creado la percepción de que los océanos del mundo están experimentando aumentos de medusas debido a actividades humanas tales como el calentamiento global y la sobreexplotación de los peces. Sin embargo, una investigación internacional, en la que participaron científicos argentinos, indica que por el momento no existen pruebas de tal proliferación.
La hipótesis ahora cuestionada era que el calentamiento global aumenta la temperatura de los océanos, promviendo la reproducción de esos animales marinos. Asimismo, sostenía que la disminución de peces que compiten con las medusas por el alimento favorecía su multiplicación.
“Nuestro trabajo limita esas apreciaciones y sugiere que no están respaldadas hasta la fecha por análisis científicos rigurosos”, afirmó a la Agencia CyTA el doctor Hermes Mianzan, investigador del CONICET y responsable del proyecto Ecología Pesquera del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), en Mar del Plata.
Entre 1970 y 2010 se observó un aumento ligero pero sostenido en las poblaciones de medusas, comentan los autores del trabajo publicado en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Pero señalaron que la evidencia por ellos reunida, que incluye más de medio millón de registros desde 1750 en una base de datos global, demuestra que la cantidad de esos organismos marinos sube y baja en ciclos de veinte años.
El estudio lleva algo de calma y previsibilidad a los sectores más perjudicados por las medusas, como las industrias turística y pesquera, la acuacultura, las empresas de generación de energía eléctrica (incluidas las centrales nucleares) y las plantas desalinizadoras cuyas tuberías se tapan con esos organismos. “El hecho de conocer que las medusas responden a ciclos de veinte años, nos previene sobre futuros escenarios. Es necesario estar preparado para el próximo período de abundancias elevadas”, concluyó Mianzan.
En el trabajo también participaron investigadores de Estados Unidos, España, Inglaterra y Perú, entre otros países.
El doctor Hermes Mianzan, investigador del CONICET, estudiando una medusa en un barco de exploración en aguas del mar argentino.
Créditos: Hermes Mianzan