En la mega muestra de ciencia, tecnología y arte, Tecnópolis, la Casa de Moneda reconoció al doctor Luis Federico Leloir en la fecha de su nacimiento. El objetivo de esta acción es difundir en la sociedad, en particular a los jóvenes y niños, la importancia de la ciencia para el desarrollo del país.

(06/09/2013 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Una medalla conmemorativa del Premio Nobel argentino, el doctor Luis Federico Leloir, fue acuñada por  Casa de Moneda, dependiente del Ministerio de Economía.

Cinco mil de esas piezas artísticas, producidas por una máquina acuñadora situada en su stand, fueron repartidas a los visitantes, grandes y chicos, de Tecnópolis el día 6 de septiembre, natalicio del doctor Leloir.

La licenciada Katya Daura, presidenta de Casa de Moneda, y el doctor Luis Ielpi, director del Instituto Leloir, se reunieron para celebrar el nacimiento de Leloir en el marco de la edición de Tecnópolis 2013, que desde mediados de julio ha logrado convocar a más de dos millones de personas.

“Mediante la acuñación de la medalla conmemorativa, en este caso del doctor Leloir, y también de los premios Nobel Bernardo Houssay y César Milstein, queremos transmitir nuestra convicción de apostar por una nueva Argentina que se base en pilares clave como la educación, la ciencia y la tecnología”, afirmó la licenciada Daura.

Por su parte, el doctor Ielpi agradeció a Casa de Moneda y a su Presidenta el reconocimiento a la figura de Leloir. “Además del valor artístico, la medalla tiene un fuerte contenido simbólico. No sólo se destaca el gran aporte de un científico argentino reconocido a nivel mundial, sino que también se revaloriza la importancia de la ciencia para el desarrollo del país”.

Asimismo Daura destacó que la iniciativa apunta a mostrarles sobre todo al público infantil que los premios Nobel argentinos eran personas. “En su momento fueron niños, igual que ellos, que iban a la escuela, luego a la universidad y después se dedicaron a la investigación”, indicó. Y agregó: “En este sentido, queremos mostrarles a los miles de chicos que vienen a Tecnópolis, que la única forma de salir adelante es estudiando, y que dependiendo de sus esfuerzos, de sus ganas y de un Estado presente, ellos también pueden ser un Leloir, un Houssay o un Milstein.”

Leloir descubrió el camino bioquímico a través del cual el organismo aprovecha la energía de las azúcares para poder vivir. “Este resultado permitió comprender las causas de la galactosemia, una enfermedad congénita que se caracteriza por la incapacidad que tiene el organismo para metabolizar galactosa y evitar la muerte por lesiones en el hígado, riñones y en el sistema nervioso central”, explicó Ielpi.

En la Fundación Instituto Leloir funcionan 26 laboratorios. “Estudiamos para afianzar el conocimiento en áreas de neurociencias (plasticidad neuronal, enfermedad de Alzheimer y de Parkinson), diferentes tipos de cáncer, enfermedades infecciosas, brucelosis, dengue, y otras patologías que afectan a gran parte de la población”, puntualizó el doctor Ielpi. Y agregó que también se realizan estudios de biología vegetal para comprender el efecto de la luz y la temperatura sobre el desarrollo de las plantas.

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La licenciada Katya Daura, presidenta de la Casa de Moneda, y el doctor Luis Ielpi, director del Instituto Leloir, con alumnos en Tecnópolis.

Créditos Gabriela Valle/Tecnópolis

 

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Una máquina de Casa de Moneda acuñando medallas conmemorativas del premio Nobel Luis Federico Leloir.

Créditos Gabriela Valle/Tecnópolis