El animal, cuyos restos tienen cerca de 55 millones de años, habría tenido el tamaño de un carnero. El hallazgo aporta datos sobre la separación marítima entre el continente blanco y América del Sur.
(30/07/2014 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Investigadores argentinos y de Suecia hallaron los fósiles de mamíferos más antiguos que se hayan encontrado en la Antártica, procedentes de una época (el Eoceno temprano) en que el continente blanco albergaba bosques tropicales.
Los restos, encontrados durante las campañas de verano 2012-2013 que organiza el Instituto Antártico Argentino-Dirección Nacional del Antártico, corresponden a fragmentos fosilizados de un molar inferior y una falange intermedia (articulación ósea de los pies y las manos) de hace 55,3 millones de años.
“A partir del análisis de la base del diente inferimos que se trataba de un animal no mucho más grande a una oveja o un carnero”, explicó a la Agencia CyTA el doctor Javier N. Gelfo, investigador del CONICET en la División de Paleontología de Vertebrados de la Facultad de Ciencias Naturales y del Museo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
Los restos del mamífero pertenecen a la familia Sparnotheriodontidae del extinto orden Litopterna, de amplia distribución en América del Sur millones de años atrás. “Estos animales eran mamíferos herbívoros que apoyaban sus extremidades con el extremo de sus dedos, los que usualmente se encontraban revestidos con una pezuña al igual que los caballos y cabras modernas”, agregó Gelfo.
En la actualidad, la Antártida constituye el único continente carente de mamíferos terrestres, tanto por su aislamiento respecto de otros continentes como por su riguroso clima polar. “Sin embargo en el pasado, esa región conformaba con América del Sur, África, Australia, Indostán y Madagascar el continente Gondwana”, puntualizó Gelfo.
Luego de la extinción de los grandes dinosaurios, hace unos 65 millones de años, Gondwana se había fragmentado y la Antártida solo mantenía un vínculo terrestre con Australia y América del Sur. Este contacto permitió el intercambio de fauna entre los mismos y la consecuente expansión de muchos grupos de mamíferos sudamericanos.
En esa época, la Antártida presentaba un clima tropical, con amplios bosques de Notophagus (parientes de los coihues y lengas actuales) en los que prosperaron diversos grupos de mamíferos.
El hallazgo permitirá comprender mejor la historia evolutiva de esa familia de mamíferos y también aportaría información sobre la instalación del actual estrecho de Drake y la consecuente separación marítima entre la Antártica y América del Sur, concluyó Gelfo.
En el estudio, publicado en “Palaeontology”, también participaron el doctor Guillermo López y la becaria Malena Lorente, también de la UNLP; y los doctores Marcelo Reguero, de la UNLP y del Instituto Antártico Argentino, y Thomas Mörse, del Museo de Historia Natural de Suecia.
Reconstrucción artística elaborada a partir del hallazgo de los fósiles de mamíferos más antiguos de la Antártica.
Créditos: Gentileza del Dr. Javier N. Gelfo
El doctor Javier N. Gelfo, investigador del CONICET en la División de Paleontología de Vertebrados de la Facultad de Ciencias Naturales y del Museo de la Universidad Nacional de La Plata, trabajando en Marambio, isla donde halló – junto a sus colegas – los fósiles de mamíferos más antiguos de la Antártida.
Créditos: Dra. Carolina Acosta Hospitaleche