En el futuro, gracias a esa tecnología de lo muy pequeño, habrá kits para orientar la selección personalizada de la dieta o certificar la autenticidad de los alimentos, según se anunció en una jornada científica en Buenos Aires.

(20/08/2014 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Las aplicaciones futuras de la nanotecnología, la disciplina que estudia y manipula la materia en escala atómica, pueden revolucionar nuestra relación con la comida: habrán, entre otros desarrollos, métodos para ayudar a seleccionar alimentos específicos de acuerdo al estado de salud de la persona; kits que, también, podrán detectar y prevenir la adulteración o el etiquetado incorrecto; y materiales de empaque “inteligentes” para aumentar la vida útil de los comestibles.

Así lo pronosticó en Buenos Aires el doctor Rickey Yada, profesor e investigador en el Departamento de Ciencia de los Alimentos de la Universidad de Guelph, Canadá. “El futuro de la nanotecnología [en este campo] parece brillante”, dijo Yada a la Agencia CyTA, aunque también reconoció que es preciso examinar cuestiones relacionadas con la seguridad alimentaria, la aprobación regulatoria y las actitudes de los consumidores.

Yada, quien también trabaja como director científico de la Red de Alimentos y Materiales Avanzados en Canadá, visitó la Argentina para participar en el “Encuentro Internacional sobre Bioeconomía 2014. El futuro de la innovación en alimentos”, organizado por la Secretaría de Planeamiento y Políticas, que depende del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación.

Existen muchos otros proyectos nanotecnológicos que pueden avanzar en el aprovechamiento y la seguridad alimentaria, explicó Yada. Por ejemplo, la encapsulación de nutrientes para aumentar su absorción en el organismo, así como materiales de embalaje con biosensores para la detección de patógenos.

Los nuevos desarrollos podrían sumarse a otras innovaciones que ya están en el mercado. Por ejemplo, la incorporación de nanopartículas de plata, que protegen de la contaminación microbiana, en bolsas o recipientes herméticos de plástico para almacenar alimentos frescos; nanoesferas de almidón como adhesivos en envases de hamburguesas; o nanocerámicas en recipientes de fritura para preservar mejor el aceite que se usa en locales de comida rápida, según señaló Alicia del Valle Gallo, ingeniera en Industrias Agrícolas y Alimentarias por la Universidad Nacional de Santiago del Estero y doctora en Ciencias Aplicadas de la Universidad Nacional de Luján.

“La nanotecnología aplicada a alimentos será exitosa si se realiza un trabajo multidisciplinario con conocimientos de química, bioquímica, biología molecular y física, fisiología, ingeniería electrónica y otras ciencias”, dijo Del Valle Gallo quien también integra el Consejo Asesor de la Fundación Argentina de Nanotecnología.

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En el mercado ya circulan productos que incorporan aplicaciones de la nanotecnología y habrán más novedades, aseguran especialistas en el tema.