De acuerdo al análisis de escenarios futuros de cambio climático, la vinchuca (Triatoma infestans) tendría condiciones menos favorables para su supervivencia. Formosa, Chaco y Santiago del Estero serían las provincias más beneficiadas.
(17/04/2015 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Un equipo de investigadores de Argentina, del Reino Unido y de Venezuela pronostica que, en 2050, el principal vector de la enfermedad en el país, la vinchuca o Triatoma infestans, tendrá condiciones menos favorables para su distribución geográfica como consecuencia del cambio climático.
De todos modos, alertan los científicos, no hay que bajar los brazos porque otros mecanismos de transmisión, como la que se produce de madre a hijo por medio de la placenta, por transfusiones sanguíneas o por accidentes de laboratorio, pueden seguir operando.
El estudio se centró en las áreas de distribución de dos especies de vinchucas que transmiten esa enfermedad en dos países con condiciones climáticas bien diferenciadas: Triatoma infestans, adaptada al clima templado y principal vector en Argentina, y Rhodnius prolixus, de preferencias tropicales y vector dominante de Venezuela.
Utilizando un modelo de predicciones climáticas conocido como HadGEM2-ES, los científicos analizaron “el efecto que ejercen algunas variables ambientales, principalmente relacionadas con la temperatura y las precipitaciones”, explicó a la Agencia CyTA-Leloir el doctor Jorge Rabinovich, del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE), dependiente del CONICET y de la UNLP.
El trabajo, publicado en la revista científica británica “Philosophical Transactions of the Royal Society B”, predice que la vinchuca va a disminuir su presencia, sobre todo, en las provincias de Formosa, Chaco y Santiago del Estero. De 4.751 casos de transmisión que se producen por año en todo el país, para el 2050 se pronostican 1.581 casos, deducen los investigadores.
El estudio liderado por los investigadores de La Plata predice la distribución geográfica de los vectores de la enfermedad de Chagas en función de variables climáticas, pero no se consideraron otras vías de transmisión. “En problemáticas tan complejas como la del Chagas, las áreas de distribución de la enfermedad se extienden más allá de los límites de distribución de los insectos vectores”, explicó la becaria doctoral del CEPAVE, Paula Medone, quien también afirmó que los escenarios futuros también dependerán de cambios en las condiciones de las viviendas y las actividades de control químico de las vinchucas.
El trabajo liderado por los investigadores de UNLP indica que por el cambio climático en 2050 la presencia de la vinchuca va a disminuir, sobre todo, en las provincias de Formosa, Chaco y Santiago del Estero.