Se llama “cristal sónico” y permite que el oyente sienta próximo un sonido lejano o que experimente una sensación espacial del ruido. El avance de la Universidad Nacional de Quilmes podría emplearse en conciertos, obras de teatro y otras expresiones artísticas.
(10/08/2015 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Bruno Geller)-. Así como existen lentes que pueden amplificar, dividir o crear otros efectos con la luz, algo similar se puede hacer con el sonido. Así lo demuestra un trabajo de científicos de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), quienes, en conjunto con un compositor y parcialmente inspirados por una escultura, describieron el sistema que podría ser integrado en obras musicales, en teatro y en otras aplicaciones.
“Funciona como un instrumento musical que puede mejorar la acústica”, resumió a la Agencia CyTA-Leloir el líder del trabajo, el doctor Manuel Eguía, director del Laboratorio de Acústica y Percepción Sonora (LAPSo) de la UNQ e investigador del CONICET.
El proyecto, publicado en la destacada revista científica “PLoS ONE”, está en parte inspirado en una escultura de 1977, “Órgano”, del artista español Eusebio Sempere (1923-1985). Y consiste en un sistema compuesto de un cristal sónico compuesto de 70 tubos de policloruro de vinilo (PVC), cada uno de 2 metros de alto y 16 centímetros de diámetro. “Mediante un sistema de pedales se puede cambiar la posición de los tubos y desplazar así la posición aparente de las fuentes de sonido”, señaló Eguía.
A través de la manipulación de los componentes del cristal sónico, indicó el científico, una persona localizada lejos del parlante siente que el sonido se emite cerca del oído. O puede creer que el sonido proviene de arriba, de abajo, por izquierda o por derecha, cuando en realidad su origen es distinto. “En definitiva, jugamos con la percepción auditiva de la distancia”, indicó.
Para que los cristales sónicos funcionen, es importante diseñar una arquitectura apropiada del auditorio para permitir su interacción con el sistema y los parlantes, advirtió Eguía. En el trabajo, los investigadores determinaron la percepción espacial del sonido que experimenta cada oyente de acuerdo a su posición en una sala.
Eguía y su equipo (integrado por Ignacio Spiousas, Pablo Etchemendy, Ramiro Vergara y Esteban Calcagno) están desarrollando este sistema junto al pianista y compositor argentino Oscar Edelstein, quien viene trabajando la problemática del espacio acústico desde hace dos décadas y cuyas ideas generadas desde lo musical también sirvieron de inspiración para este proyecto científico.
El sistema de cristales sónicos (que pueden modificarse con un sistema de pedales) actúa como un dispositivo de “lentes” de sonido creando diferentes ilusiones auditivas en el oyente. Fue creado por científicos de la Universidad Nacional de Quilmes.
Créditos: © 2015 Spiousas et al. / PLOS ONE – http://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0133271
El doctor en física Manuel Eguía e integrantes de su laboratorio (músicos, matemáticos, físicos, ingenieros y biólogos) de la Universidad Nacional de Quilmes. Investigan el sonido para diferentes aplicaciones. En la foto junto al cristal sónico que desarrollaron.
Créditos: LAPSo.