El doctor Luis Quesada Allué, autor de estudios pioneros sobre la fisiología de especies tales como la mosca de la fruta y la vinchuca, fue incorporado a la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires.
(12/02/2016 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Estudios pioneros y hallazgos inéditos que echaron por tierra algunos dogmas en la ciencia de los insectos son algunos de los tantos logros del doctor Luis Alberto Quesada Allué, investigador principal del CONICET y jefe del Laboratorio de Bioquímica y Biología Molecular del Desarrollo de la Fundación Instituto Leloir (FIL). Quesada Allué ha sido incorporado como miembro titular a la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, entidad que funciona desde 1935 y que tuvo entre sus miembros a figuras ilustres como el Nobel de Medicina Bernardo Alberto Houssay, el Nobel de Química Luis Federico Leloir, y el cardiocirujano René Favaloro.
Si hubiera nacido en el siglo XIX, dijo Quesada en su conferencia inaugural como miembro, probablemente “habría querido ser naturalista, como Charles Darwin o Miguel Lillo”. En cambio, durante su carrera, se centró principalmente en desentrañar mecanismos moleculares que operan en la cutícula (exoesqueleto o “cascarón”), un problema clásico de la biología de los insectos. Como la cutícula es impermeable y protege de la desecación y de las agresiones químicas y mecánicas, es fundamental conocer su fisiología con vistas a diseñar insecticidas que interfieran con su formación.
Uno de los primeros mentores científicos de Quesada, y predecesor en el mismo sillón de la Academia, fue el doctor Josué Nuñez, con quien estudió el comportamiento de abejas. Entre otros logros, Nuñez descubrió que la cutícula rígida de la vinchuca depende del sistema nervioso para “ablandarse” y luego poder “inflarse” a medida que chupa sangre de personas o animales.
Doctorado en el IIB de la Facultad de Ciencias Exactas y Fundación Campomar, bajo la dirección de Leloir, Quesada estudió aspectos moleculares del ciclo de vida de la mosca mediterránea de la fruta, Ceratitis capitata, principal plaga de los frutales y huertos en Argentina y el mundo. Y también investigó vectores de enfermedades como la vinchuca. En el camino, realizó muchos hallazgos de alto impacto científico en entomología, algunos de los cuales podrían favorecer el desarrollo de nuevos métodos de control.
En 1975, por ejemplo, fue el primer científico en el mundo en describir el inicio de la síntesis de la quitina en insectos, que es el principal componente del “cascarón” cuticular. Comprobó que la reacción bioquímica empezaba del mismo modo que en la producción de glicoproteínas (proteínas con azúcares) en mamíferos, un mecanismo descripto poco antes por Leloir. En los 80 participó en los primeros estudios de glicoproteínas en el parásito que provoca Chagas.
En 1994, Quesada y su equipo lograron medir por primera vez en insectos la velocidad de incorporación de proteínas cuticulares. En 2001, demostraron cómo se inicia la síntesis de glucógeno (un azúcar que actúa como reserva de energía) en insectos. Poco tiempo después, refutaron una teoría de más de 40 años relacionada con el mecanismo de ablandamiento de la cutícula. En 2004, determinaron con gran precisión temporal el ciclo de vida de la mencionada mosca mediterránea. Y en 2010, descubrieron que la molécula NBAD, que se asumía era solamente necesaria para la coloración y el endurecimiento de la cutícula, también participa de la respuesta inmune de los insectos y es un “reciclador” del neurotransmisor dopamina.
En los últimos años, el grupo de Quesada también hizo un hallazgo que puede tener gran relevancia en el estudio de la senescencia, incluyendo la humana: formuló un “índice de envejecimiento” funcional real, no cronológico, de las moscas, basado en la composición de 26 lípidos del tórax y del cerebro.
De acuerdo a Quesada, quien también es profesor titular de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, “si la investigación básica en entomología molecular avanza y cuenta con el apoyo necesario, podrán aparecer nuevos enfoques que mejoren las estrategias de control de insectos-plaga y, eventualmente, también modelos útiles para el tratamiento de enfermedades”.
El doctor Luis Quesada Allué, investigador principal del CONICET y jefe del Laboratorio de Bioquímica y Biología Molecular del Desarrollo de la Fundación Instituto Leloir, fue incorporado a la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires.