Aunque los resultados se obtuvieron en laboratorio, podrían servir para mejorar la productividad de los cultivos.
(02/05/2016 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. ¿El último truco para aumentar la productividad de los cultivos? Lograr que se mantengan jóvenes por más tiempo. Al menos, esa es la hipótesis de un grupo de científicos argentinos, quienes, en un modelo de laboratorio, identificaron plantas con una mutación genética determinada que presentan un ritmo más lento de envejecimiento.
Si se pudiera intervenir en la función de ese gen de la senescencia, “quizás eso se pueda traducir en una mayor producción de, por ejemplo, granos en cultivos de interés agronómico”, señaló a la Agencia CyTA-Leloir la doctora Paula Casati, investigadora del Centro de Estudios Fotosintéticos y Bioquímicos, dependiente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y del CONICET.
El grupo de Casati se suma al esfuerzo de científicos de Argentina y del exterior que, mediante técnicas de ingeniería genética, buscan añadir a los cultivos propiedades que les permitan adaptarse a sequías, suelos salinos y otras adversidades. También, ahora, prolongar la vida de las plantas.
En el trabajo, publicado en la revista “Plant Physiology”, los investigadores de Rosario analizaron la especie Arabidopsis thaliana, un modelo habitual en estudios de fisiología vegetal que comparte genes con cultivos tales como el trigo y el maíz. Y descubrieron que el gen AtPDCD5 cumple un rol importante en una “decisión” que, literalmente, es de vida o muerte para la planta: reparar el ADN dañado después de la exposición a la radiación UV-B (componente normal de la luz solar) o, por el contrario, entrar en un proceso de apoptosis o muerte celular programada con el objeto de evitar que se propaguen las mutaciones a la descendencia.
En particular, los investigadores probaron que las plantas con una mutación en este gen muestran un envejecimiento más lento que el observado en plantas en las que este gen está activo. “Por ejemplo, su senescencia comienza aproximadamente cinco días más tarde”, indicó Casati. Por el contrario, cuando las plantas expresan mayores cantidades de AtPDCD5, el deterioro asociado a la edad se acelera.
Casati y su grupo planean seguir realizando más investigaciones para determinar el rol de ese gen y su impacto en la acumulación de biomasa, una medida que, en los cultivos, se relaciona con su rendimiento.
Científicas de Rosario identificaron en plantas un gen que retrasa o adelante el envejecimiento.