Se trata de un sensor de la viscosidad de la sangre que requiere una sola gota. Sus creadores fueron elegidos por la Singularity University, en Estados Unidos, para participar de un programa de aceleración de empresas startups.
(04/05/2016 – Agencia CyTA-Instituto Leloir / Por Laura García Oviedo – Área de Comunicación Instituto Balseiro)-. Tres físicos del Instituto Balseiro fueron elegidos por la Singularity University para participar de un programa de aceleración de empresas startups, en el corazón de Silicon Valley, en los Estados Unidos. Allí tendrán la oportunidad de hacer crecer el proyecto tecnológico que tiene como principal producto un sensor de viscosidad de la sangre que podría ser útil para realizar diagnósticos en neonatología y otras áreas médicas.
Los doctores Nadim Morhell, Darío Antonio y Hernán Pastoriza desarrollaron un dispositivo que mide la viscosidad de fluidos llamado microviscosímetro. Y que cuenta con la particularidad de poder realizar la determinación a partir de una única gota de muestra, lo cual tiene una implicancia clínica atractiva.
En los recién nacidos, la hiperviscosidad es la contracara de la anemia: implica el retardo y obstrucción del flujo sanguíneo cuando hay demasiados glóbulos rojos en la sangre, lo que puede producir daños en los órganos.
El nuevo desarrollo consiste en un microchip de 1 centímetro cuadrado fabricado con técnicas de micromaquinado y compuesta por estructuras micrométricas donde se mide el movimiento del líquido que se quiere analizar. Según informaron los físicos, el dispositivo aporta una nueva información para prevenir y monitorear diversos problemas circulatorios asociados a la hiperviscosidad sanguínea.
Los primeros prototipos se realizaron en la Sala Limpia del Centro Atómico Bariloche y el desafío ahora es aumentar la escala de producción en serie.
En Silicon Valley, los argentinos tendrán la oportunidad de aprender herramientas de transferencia tecnológica y negocios de la mano de líderes a nivel mundial dentro del “Programa de Soluciones Globales” de la Singularity University. Después de siete semanas, junto con los demás participantes de distintos países, deberán demostrar la factibilidad de crecimiento de la compañía, en un desafío en el que deberán mostrar cómo podrían impactar de forma positiva a mil millones de personas en una década.
“Vamos a ver si de una empresita, podemos pasar a ser una empresa más grande”, destacó Pastoriza, que es el líder del equipo de físicos, tecnólogos y ahora empresarios.
Los físicos del Instituto Balseiro Nadim Morhell (izq.), Hernán Pastoriza y Darío Antonio, integrantes del grupo que impulsará en una universidad de Silicon Valley el desarrollo de un innovador sensor de viscosidad de la sangre que podría ser útil para realizar diagnósticos en neonatología y otras áreas médicas.
Créditos: Prensa IB.
El microviscosímetro de sangre permite medir la viscosidad de la sangre utilizando tan solo una gota de muestra.
Créditos: Prensa IB.