El dato surge de un relevamiento entre casi 1.700 alumnos y graduados recientes. Y pone una señal de alerta sobre la eficacia de las políticas públicas que buscan erradicar el tabaquismo.
(09/01/2017 – Agencia CyTA-Leloir)-. Aproximadamente uno de cada tres estudiantes y graduados recientes de la Facultad de Medicina de la UBA declara fumar, lo que puede conspirar con su rol efectivo en la promoción de la cesación tabáquica entre sus (futuros) pacientes.
Así lo reveló un estudio liderado por investigadores de la UBA, del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) y de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), Estados Unidos: de los 1659 participantes encuestados, el 27 por ciento reportó el consumo de tabaco.
“Los médicos y demás profesionales de la salud pueden contribuir al control del tabaquismo no sólo proveyendo a los pacientes consejería antitabaco y terapia farmacológica para cesación, sino que además son socialmente considerados modelos a seguir por sus pacientes y el público en general”, indicó a la Agencia CyTA-Leloir la médica de familia María Victoria Salgado, estudiante de doctorado en la UBA y becaria del CONICET en el CEDES.
Salgado agregó que si los médicos fuman no solamente pueden convertirse en modelos negativos, sino también afectar su voluntad de iniciar acciones de cesación entre sus pacientes.
En la misma línea, el doctor Eliseo Pérez-Stable, profesor titular de Medicina en la UCSF y director del proyecto, afirmó que “el potencial impacto que los médicos puedan tener en políticas públicas [de cesación] se verá disminuido por su propia conducta tabáquica”.
Si bien en la mayoría de los casos los participantes tenían una fuerte actitud contra el cigarrillo, la mitad no consideró necesario que los médicos no fumen y sean ejemplo para sus pacientes. Y uno de cada cinco consideró que los médicos pueden negarse a atender a pacientes que no dejan de fumar. “Casi todos los médicos estaban de acuerdo que en los hospitales y consultorios debería estar prohibido fumar, pero una proporción importante no estaba de acuerdo en que esa proscripción rigiera también en los lugares de diversión como boliches y bares”, afirmó Salgado.
De acuerdo a los investigadores, sería importante que la propia facultad haga cumplir con más rigor la prohibición de fumar en el establecimiento y ofrezca de manera activa programas de cesación para aquellos estudiantes que quieran abandonar el cigarrillo.
El trabajo fue publicado en el “Journal of General Internal Medicine” y también lo firman los doctores Raúl Mejía, del CEDES, y Celia Kaplan, de la UCSF.